ADVERTENCIA PRELIMINAR : Este es un borrador, con textos que repiten juicios, porque se han ido siperponiendo, merced a la acumulación de las mismas reflexiones espontáneas, a lo largo del tiempo de estudio. Mi intención es aunarlos, cancelando las reiteraciones. Mientras esté en fase de borrador, permanecen, como material a tal efecto.
VERDAD HISTÓRICA Y UNICO PLANTEAMIENTO FUNDAMENTAL, INDISPENSABLE PARA UNA COMPRENSIÓN ELEMENTAL Y UN JUICIO IMPARCIAL, OBJETIVO O NO ERRONEO, SOBRE LA MENTE Y LABOR, DEL BEATO, TENIDAS CONTRA ACTOS PRIVADOS DE ABUSO DE PODER DE PERSONAS DE IDEARIO ESENCIAL EXTERNO (Y AL MENOS EN PARTE INTERNO) NACIONALSOCIALISTA, ADEMÁS DE FRENTE A ALGUNAS POLÍTICAS PRACTICAS, Y DOCTRINAS PRIVADAS, A VECES PUBLICADAS EN PERIÓDICOS Y REVISTAS OFICIALES [especialmente TESIS PARTICULARES DE NACIONALSOCIALISTAS heterodoxos como el oriundo judío ROSENBERG] DEL NSDAP, Y DEL ESTADO NACIONALSOCIALISTA, LLEGANDO EL CLERIGO A REPROBAR MEDIDAS DE MIEMBROS DEL PERSONAL GUBERNATIVO DEL III REICH, Y ALGUNOS PLANES Y MEDIDAS CONCRETOS SECRETOS (EUTANASIA) ORA GUBERNATIVOS, ORA EJECUTIVOS DEL ESTADO NACIONALSOCIALISTA ALEMÁN DESDE 1933 A MARZO DE 1945, haciendo el Führer inmediato caso a las enmiendas y exigencias del por Hitler y el NSDAP de católicos respetadísimo Señor Obispo Residencial diocesano y Marqués de Gallen :
LA VERDAD DE LA POSICION RELIGIOSA Y POLITICA (IMPERADA POR LA RELIGION) DE LA CASI TOTALIDAD DE LOS CATÓLICOS GERMANOS (TODA ELLA NACIONALSOCIALISTA) , A SABER: ALEMANES, CATÓLICOS AUSTRIACOS, Y CATÓLICOS DEL RESTO DE LUGARES DE POBLACIÓN GERMÁNICA (SUDETES, SILESIA, ALSACIA Y LORENA, Y TYROL) ANTE EL III REICH, OTROSÍ LA GUIA PAPAL Y EPISCOPAL DE DICHA INMENSA MAYORÍA DE CATOLICOS GERMANOS. POSICIÓN CATOLICA GENERAL EPISCOPAL ALEMANA, Y ESPECIALMENTE LA PROPIA DEL BEATO PRESBÍTERO Y LUEGO OBISPO MARQUÉS DE GALEN, ANTE EL NACIONALSOCIALSOCIALISMO DOCTRINAL PURO Y OFICIAL, ANTE EL ESTADO NACIONALSOCIALISTA Y EL REICH, ANTE LA POLITICA DE GUERRA DEL REICH Y SUS ALIADOS BELICOS, INCLUIDA LA DEPORTACIÓN DE JUDIOS Y SU INTERNAMIENTO EN CAMPOS DE CONCENTRACION PARA ENEMIGOS CONVICTOS, Y ENEMIGOS POTENCIALES (DE GRAN E INMEDIATA POTENCIALIDAD DE SOLIDARIZARSE CON EL ENEMIGO ATACANTE BELICO [:militar, gerrillero, y de letal espionaje] O SEA EL ENEMIGO MORTAL Y ASESINO CONTRA EL REICH Y LAS VIDAS DE MILLONES DE PERSONAS, INCLUIDOS NIÑOS Y MUJERES EMBARAZADAS, DEL PUEBLO GERMÁNICO Y DE LOS PUEBLOS «Waffenbrüder» ASOCIADOS (en la vida, la lucha, la muerte, y la brutal represión padecida por ellos) AL ESTADO ALEMAN) ; ACTITUD DEL OBISPO TAMBIEN ANTE EL REGIMEN CONCRETO HISTÓRICO NACIONALSOCIALISTA, ANTE POLÍTICAS ESTATALES DEMASIADO ABSOLUTISTAS (por ej. autoirrogación del derecho a tener como rectora civil absoluta, o sin dependencia orgánica jerárquica respecto de rectoría eclesiástica alguna, todas las escuelas de parvularios y bachillerato, y todas las organizaciones juveniles), Y ANTE ATAQUES A LA IGLESIA CATÓLICA Y CATÓLICOS ALEMANES POR PARTE DE FUNCIONARIOS ANTICATOLICOS DEL ESTADO, ASÍ COMO A PERSONAS INOCENTES NO CATOLICAS. Y REACCIÓN, EN DESTACADOS ASUNTOS CAPITALES, DE SUMISIÓN U «OBEDIENCIA» INMEDIATA DEL FÜHRER, A LA IGLESIA, CON SATISFACCIÓN DE LAS MAYORES EXIGENCIAS, AL PODER POLÍTICO, DEL INSIGNE CLÉRIGO EPISCOPAL BEATO VON GALEN, POR CIERTO PROPUESTO, POR El NSDAP, PARA LA PROMOCIÓN PONTIFICIA DEL PROCER, A OBISPO RESIDENCIAL DE LA DIÓCESIS DE MÜNSTER, COMO PASTOR CATOLICO GRAN ENEMIGO DE LA PESTE DEL LAICISMO Y DE LA REVOLUCION Y REGIMEN REVOLUCIONARIO INSTITUCIONALIZADO LIBERAL Y FALSAMENTE DEMOCRATISTA DE LA REPÚBLICA DE WEIMAR.
( Colección de fuentes: «Akten der deutschen Bischöfe über die Lage der Kirche», a cargo de Bernhard Stasiewski, Mainz, 1968, 6 volúmenes.
«Clemens August Graf von Galen, Akten, Briefe und Predigten, 1933 – 1945», a cargo de Peter Löffler, Paderborn, 1996.)
INTRODUCCIÓN, LA MENTIRA DE LOS DEMOCRATISTAS Y AMODERNADOS FALSOS CRISTIANOS O FALSOS CATOLICOS, SOBRE LA FIGURA REAL Y SIGNIFICADO DEL APOSTOLADO CATOLICO CONCRETO DEL SANTO OBISPO. LA TESIS DE LA REALIDAD Y VERDAD HISTORICA DEL BEATO OBISPO MARQUÉS, SU RELIGIÓN CATOLICA INTEGRAL Y APOSTOLADO SANTO : EL ABSTRACTO O IDEAL, DEFENDIDO ESPIRITUALMENTE POR SU CATOLICO SUJETO, Y EL CONCRETO EJERCIDO POR EL ORTODOXO, TRADICIONALISTA CATOLICO Y SANTO OBISPO ALEMÁN :
Como hordas del infierno, jaurías de monstruos rabiosos y babeantes, las bandas pseudocatólicas de los que indebidamente se consideran y llaman católicos, pero profesan el democratismo, democracia, o lo que tradicionalmente se llama liberalismo, o demoliberalismo, ideario fundamental de la Revolución francesa, condenado por la verdadera Iglesia de Cristo, condena dogmática vigente para el auténtico católico, ponen al Beato como «Un Obispo contra Hitler», el león de Münster contra el Régimen Nacionalsocialista, contra la Dictadura del III Reich, contra el Racismo Nacionalsocialista todo, incluido el oficial de las leyes de Nürnberg. Esa bellaca mentira ya la usaron los Aliados en plena guerra contra Alemania, y usaron esa mentira para lograr que los soldados alemanes retirasen su lealtad al Jefe del Estado y desertasen, o depusiesen las armas, o se pasarán al campo aliado, como hizo Victorio Emmanuele III, Ciano y compañía, encarcelado al Duce y pasándose al bando enemigo, traicionando a su aliado de guerra, en plena guerra, el Reich alemán y sus coaligados, una guerra – y esto lo callan esos canallas anticristos – que aprobaba expresa, oficial, religiosa y omnímodamente, dentro de la Moral católica genuina, todo el Episcopado alemán, incluido el Beato Von Galen.
M E N T I R A , NO SE TRATABA DEL OBISPO VON GALEN CONTRA HITLER, AL QUE EXPLÍCITAMENTE HUBIESE ACUSADO Y REPROBADO POR ABUSOS DE GOBIERNO, SINO CONTRANO CONTRA EL RÉGIMEN ANTILIBERAL Y ANTIMARXISTA FASCISTA ALEMÁN, NO CONTRA EL IDEARIO ESENCIAL DEL NSDAP (el de sus Commentaria puntos doctrinales, éticos y políticos – los teóricos y los pragmáticos – programáticos), NI CONTRA EL ESTADO NACIONALSOCIALISTA CONCORDATADO CON LA SANTA SEDE, SINO DE :
UN OBISPO Residencial auténticamente CATOLICO ALEMÁN notable y explícitamente Tradicionalista, antiliberal (antidemocratista), anticlasicista, NO ANTINACIONALSOCISLISTA, NO ENEMIGO DEL ESTADO NACIONALSOCIALISTA Y DE SU POLÍTICA GENERAL, INTERNA Y EXTERNA, DE PAZ Y LUEGO DE GUERRA, Y ESE OBISPO CATOLICO RESIDENCIAL (el CIC del 83 lo adjetiva «Diocesano») JUNTO CON LA MITAD DE LA POBLACIÓN DE WESTFALIA, ES DECIR SUS MUCHOS MILES DE ¡BUENOS CATOLICOS!, LA INMENSA MAYORÍA LAICOS, Y PRÁCTICAMENTE TODOS ELLOS CONVENCIDOS Y ¡BONDADOSOS! FERVIENTES NACIONALSOCIALISTAS CATOLICOS PRACTICANTES. EL PLANTEAMIENTO NO ES DE UN, UNO, «ANTINAZI«, CONTRA LO «NAZI» Y LOS «NAZIS«, sino más bien BONDADOSOS Y VALIENTES NACIONALSOCIALISTAS Y TRADICIONALISTAS CATOLICOS ALEMANES, CONTRA NACIONALSOCIALISTAS ANTICATÓLICOS Y ABUSADORES DEL PODER, o sea, contra alemanes «nacionalsocialistas» puramente nominales, o malos, y abusivos : 1°) Protestantes exacervados; 2°) Filosofístas anticristianos y anticlericales más o menos encubiertos; 3°) Determinados individuos católicos de dogmática teórica, pero malvados en intención y vida práctica.
NI EL SANTO OBISPO, NI EL EPISCOPADO ALEMÁN, NI EL PAPADO CATOLICO, EN CUANTO CATOLICO (O SEA, LEAL A CRISTO), NI LA AUTENTICA IGLESIA CATÓLICA, ESTUVIERON CONTRA RÉGIMEN NACIONALSOCIALISTA, NO CONTRA SU ESTADO, EL ESTADO POLITICO, SINO CONTRA LA MALDAD Y ACTOS ABUSIVOS DE ANTICATOLICOS E INDIVIDUOS MALIGNOS QUE ABUSABAN DEL PODER POLITICO, ADMINISTRATIVO Y Policial. EN CAMBIO DIOS, CRISTO, SU IGLESIA, EL CUERPO MÍSTICO DE CRISTO VIVO, ESTABAN CONTRA CUATRO COSAS, 4 , A SABER: 1ª) LOS REVOLUCIONARIOS, LOS LIBERALES, QUE SON MALOS POR SER TALES, LOS ACTOS MALVADOS DE DEMOCRATISTAS, UNO DE CUYOS CONJUNTO DE ACTOS PERMANENTES MALEFICOS ES SER DEMOCRATISTAS, DEFENDER EL DEMOLIBERALISMO Y PREDICARLO COMO BUENO, Y, POR TANTO, Indispensable, de modo que la Iglesia se oponía y condena el RÉGIMEN LLAMADO DEMOCRÁTICO, EN REALIDAD DEMOLIBERAL, REVOLUCIONARIO Institucionalizado; 3ª) CONTRA LOS ACTOS MALVADOS DE LOS COMUNISTAS MARXISTAS LENINISTAS O BOLCHEVIQUES Y ASIMILADOS, UNO DE CUYOS ACTOS PERVERSOS ANTICRISTIANOS ERA (lo es, de suyo) PROFESAR LA TEORÍA FILOSOFICA Y POLÍTICA SOVIÉTICA, por cuanto la Iglesia estaba CONTRA EL ESTADO Y CONTRA EL RÉGIMEN POLITICO SOVIÉTICOS; 4ª) CONTRA LOS ACTOS ATROCES, ASESINOS Y DEVASTADORES DE LOS ANARQUISTAS (en suelo hispánico), DE SUYO ANTICATOLICOS Y ANTICLERICALES, UNO DE CUYOS ACTOS ABOMINABLES ES PROFESAR LOS EXTREMADAMENTE DIABÓLICOS CRIMINALES IDEALES ANARQUISTAS .
Es falso, antihistórico, inmensa y completamente contrario a la realidad habida, que acaeciese una oposición y confrontación general, no mayoritaria, entre por un lado católicos no Nacionalsocialistas en modo alguno, contrarios al Estado Nacionalsocialista y su Régimen oficial, y por el otro lado Nacionalsocialistas anticatólicos. Ése, el de esa mentira, es el planteamiento que los sionistas pervertidos judíos y sus lacayos, e infectos liberales modernos pseudocatólicos, entre ellos investigadores alemanes profesionales, presentan cual si hubiese sido el histórico, el real, el verdadero, y así mienten y quieren engañarnos, negando la verdad y realidad de los hechos. Los conflictos mayores o de relevancia se produjeron entre Nacionalsocialistas católicos y Nacionalsocialistas anticatólicos. En cuanto a los católicos había Nacionalsocialistas por convicción y predilección por todo el régimen hitleriano, y Nacionalsocialistas POR identidad casi total esencial de ideario y por obediencia o ético acatamiento. Von Galen, Tradicionalista, noble y aristócrata bárbaro era Nacionalsocialista por identidad tradicionalista casi total de ideario y por acatamiento al Régimen, leyes justas y comportamientos oficiales éticos, nunca de acuerdo con lo inmoral, nunca solidario con la banda de gravemente abusadores que perjudicaron al Estado, a la Nación y a individuos inocentes. Su régimen favorito personal, tema que no podía ser de su predicación específicamente pastoral, supongo había de ser el nobiliario, monárquico y propio del ideal de la Monarquía Católica bábara, y del Sacro Imperio, viendo como calamidad para la nación alemana, la herejía luterana y sus funestas consecuencias políticas de división de la Patria y conflictos violentos, o de conculcación de los derechos de católicos inocentes, y como aberración anticristiana la interpretación materialista y atea, anticatolica, que del Nacionalsocialismo hacía y defendía el oriundo judío Alfred Rosenberg, cuyo libro capital «El Mito del Siglo XX» estaba puesto, con razón y justicia, cen el Indice expurgatorio de libros prohibidos por el Santo Oficio, refutado y combatido, abierta y públicamente por SS. Pío XI y de modo radical y ostensible, en predicación y pastoral, sobre todo por los Obispos Sproll, el Nacionalsocialista obvio Cardenal Faulhaber y el Beato Von Galen.
Reproduzco, a continuación, un artículo en alemán, y si traducción en francés, que salieron en la «Rivista Dell’ Ordine do Malta», en 1948. Nótese como el franchute indecente que presenta su texto como traducción del anterior, añade un veneno que el escrito en alemán no tiene. Por ejemplo, el germano dice «… die Macht der Gestapo und der Konzentrationlager» (el poder de la Gestapo y de los campos de concentración) , y el francute pone «la diabólica potencia de la Gestapo…». Diabólico y sinvergüenza es él, y, como él, todos los de la banda moderna de pseudocatólicos que pretenden inconfesamente, con el moderno Vaticano a la cabeza, suplantar a la verdadera Iglesia de nuestro Dios y Señor Jesucristo, declarándose, esos herejes, ser «la Iglesia católica». NO LO SON. Lo afirmaremos a menudo, reafirmaremos, y lo demostramos en algunos de nuestros escritos y en algunos de nuestros Blogs, como el de http://www.metaphisicaperennis.wordpress.com. Aunque huelgan complejas, difíciles y numerosas argumentaciones para demostrar algo tan obvio como que esta gentuza que de católica sólo tiene el autonombrarse tal, siendo ello nombramiento falso y usurpación del santo nombre del cristiano verdadero al que esos impostores odian, combaten y despoja de sus legítimos bienes, y con frecuencia hasta de la salud natural y de la vida. Es evidente que profesan un democratismo moderno, condenado por los más elementales principios esenciales del Cristianismo, un demoliberalismo – frecuentemente podrido de modernismo, o jansenismo entero o a medias (protestantismo encubierto so capa de apariencia de idevtitad de católicos «puestos al día y a la altura de los tiempos y del mundo moderno») – un «democratismo», digo, que, para más inri, sus dogmatistas vilmente interesados llaman democracia y no lo es, porque ni el pueblo gobierna él mismo, sino que es gobernado, ni él se gobierna a través de representantes suyos, sino que es embaucado, estafado, y tiranizado por los que en realidad gobiernan, unos a la vista, y otros escondidos que son los jefes supremos, los magnates anticristianos potentados financieros especuladores y explotadores, y sus lacayos sobornados, comprados, recompensados o asalariados sumisos privilegiados.
Cuando el Beato predicó diciendo que no formaba comunidad alguna con los jefes responsables de la incautación de algunos monasterios y conventos,… etc. en cuanto aquellos sacrílegos, al menos materiales, y malvados, conculcaban, en aquel bochornoso acto de latrocinio y atropello anticlericales y anticristianos, los más elementales derechos, hizo bien, como bien respondió Hitler, inmediatamente, dando orden de cese de aquel intolerable enorme grave abuso. Hitler hubo de soportar los desmanes sumamente imprudentes y antidiplomáticos que protestantes luteranos extremos, y filosofistas, políticos miembros y jefes dentro del Estado, por supuesto no Nacionalsocialistas católicos, llevaban a cabo contra clérigos catolicos inocentes. Pero téngase en cuenta que la inmensa mayoría de los católicos germanos era Nacionalsocialista, y Hitler era católico, nada de Santo, pero católico, podía haberse hecho protestante de filiación oficial, pero no lo hizo. Y no sólo el Beato, sino también los católicos Nacionalsocialistas, gran parte de la población alemana sintió horror hacia aquellos abusos, y se opuso, con todo el Episcopado alemán y la propia Santa Sede (por descontado, y no hacía falta no que abriera la boca para protestar), a toda atrocidad contra el sano Clero Católico, que no tiene nada que ver con el hereje democratista moderno que quiere aparecer como auténticamente católico. Hitler acaudilló un movimiento que había de aglutinar, asimilar en todo lo entonces posible, a católicos y protestantes, filosofistas y gente común, debía atraer, ganar e integrar, en una nueva organización nacional políticamente unitaria, a gente adepta a posiciones espirituales y políticas muy distintas y antagónicas entre sí. Fue la función del fascismo, unir nacionalismo y un socialismo nuevo que apareciera como lo bueno que los socialismos proponían son ser capaces de conseguir ese objetivo bueno e ideal de justicia social, porque eran malos y demagógicos, y no se puede esperar frutos buenos, del arbol malo. Millones de veces más, y millones de veces más graves son los atentados que sufre la Iglesia bajo los llamados «regímenes democráticos», impuestos por mendaz propaganda y por déspotas absolutistas : judíos sionistas protocolosianos, masones, filosofistas, falsos católicos, mahometanos, anticlasicistas, materialistas, egoistas, crueles, en fin, anticristiano, embusteros, ladrones, estafadores, asesinos, abortistas y bandidos.
Pero, los jansenistas y herejes infiltrados, una vez liquidada la grandeza y pujanza de una Iglesia verdadera y próspera, de pueblo numeroso y élites dominantes sabías, cultas y civilizadoras, *
*en Alemania hasta 1945, y todavía, en medio de calamidades gigantescas, hasta acabar el primer lustro de los años 60 del pasado siglo,
ahora están en autoliquidación, son secta sincera o insinceramente religiosa en vías aceleradas de extinción, bien merecida, claro. Si en 2008, hace unos 13 años, que son muchos, un alemán, alias «Bonaventura», devoto y apologeta de la Escolástica de los siglos XIX y XX, decía lo tremendo, que cito a continuación ¿Cuánto más grave es ahora la miserable suerte de lo que se ponga bajo el nombre de «Iglesia Católica? :
<> Die katholische Kirche befindet sich in einer schweren Krise. Das ist für jeden offensichtlich, der bereit ist, den Tatsachen ins Auge zu blicken. Der Priestermangel macht sich schon jetzt in vielen Diözesen deutlich bemerkbar, ebenso gehen viele Ordensgemeinschaften finsteren Zeiten entgegen. Liturgie und akademische Theologie gleichen rauchenden Ruinen. Vielerorts haben es die Hirten geschafft, ihren Schäflein ihren katholischen Glauben gehörig auszutreiben. Das Szenario in dieser Art zu zeichnen ist gewiss nicht übertrieben, im Gegenteil, wer die Zustände in den Pfarreien, Diözesen oder auch theologischen Fakultäten hautnah miterlebt, weiß, dass das, was seit Jahrzehnten in der katholischen Kirche geschieht egtl. gar nicht in Worte zu fassen ist. Die Zerstörung hat in praktisch allen Bereichen Ausmaße angenommen, die fast die menschliche Vorstellungskraft übersteigen. Man ist geneigt zu sagen, dass Anarchie herrscht in der Kirche. Natürlich fragt man sich, wie all das geschehen hat können. Wie sind all die Umwälzungen zu erklären? Reicht es aus, das II. Vaticanum dafür verantwortlich zu machen oder liegen die Ursachen weiter zurück?… Wenn man die Kirchenkrise unserer Tage verstehen will, muss man ihre Ursachen ergründen, vor allem dann, wenn man sich einmal klar geworden ist, dass ein Konzil wie das II. Vaticanum nicht einfach vom Himmel gefallen ist. Eine intensive Beschäftigung mit der Entwicklung der Kirche seit dem Ende des 19. Jhdts. zeigt dann auch tatsächlich, dass es schon lange vor dem II. Vaticanum Bestrebungen gewisser Katholiken gab, diverse Neuerungen in die Kirche einzuführen. So führt der Weg der Erforschung der Ursachen der Kirchenkrise bis weit in die erste Hälfte des 20. Jhdts. hinein, … >> [Parece que el autor o ha fallecido, o ha quedado gravemente impedido, porque, aunque decía querer escribir y publicar más, en su blog, no lo ha hecho desde entonces].
CAPÍTULO PRIMERO PROPEDÉUTICA, CRITICA A LA CRITICA DE INVESTIGADORES MODERNOS DEMOLIBERAL ES O REVOLUCIONARIOS, ALEMANES, Y CONTEXTO HISTÓRICO DE PRELIMINARES DECISIVOS CONCAUSAS, CIRCUNSTANCIAS DETERMINANTES Y CONSECUENCIAS EN RELACION DIRECTA CON EL III REICH.
En esta introducción, y, en parte, a lo largo del ulterior cuerpo del artículo, nos ocupamos del tema de los prejuicios y deficiencias de la crítica moderna alemana, en los estudios de investigación que hace sobre la Iglesia Católica hasta 1945, a la que pertenecía el Beato. Individuamos algunos prejuicios, limitaciones y entorno sectario y hostil al trabajo científico en plena libertad natural y cívica del investigador alemán, y métodos deficientes o erróneos, así como criterios revolucionarios políticos anticientíficos, por tanto sesgados y no imparciales, de juicio hecho por dicha crítica alemana, y lo haremos antes y a lo largo de todo el presente estudio.
Investigando, en lo poco que se puede no teniendo acceso físico inmediato a determinadas fuentes ubicadas en archivos que se hallan en Alemania, la labor apostólica del beato Clemens August Marqués de Galen respecto de la realidad política en que hubo de actuar, descubro datos principales discordantes con los tópicos de la propaganda masónica sionista que impera sobre los investigadores alemanes, educados en el programa judeomasónico de instrucción pública impuesto a colegios y universidades, y bajo la férrea censura de la fiscalía y espías del Tribunal Constitucional de la BRD, institución «Aliada», de ocupación invasora projudía, antipatriótica, y enemiga de la independencia política de Alemania, encargado, entre otras cosas, de aplicar la (pseudo-) legislación penal de «desnazificación» y de punición a Nacionalsocialistas, católicos incluidos, adeptos, de un modo u otro, a veces militantes, al NSDAP ¡Todavía existente en Alemania, si bien externamente fragmentado en distintas agrupaciones clandestinas, o bien encubiertas!. No se libran de juicios penales ni ancianas de 93 años, como Frau Haverbeck, ni ancianos de más de 100 años de edad, por denuncias de delitos supuestamente cometidos hace más de 70 años, porque los revolucionarios pseudodemocratistas han impuesto que la acción penal contra los que tipifica como «Delitos contra la Humanidad» no prescriba, y ya sabemos de qué «Humanidad» muy particular se trata. No sólo a Nacionalsocialistas cristianos persigue sañudamete, como a los peores criminales, «delincuentes de pensamiento», ese nefando traidor aparato político represivo, «lameano» de los secuaces adalides del Sionismo pervertido (no hablo de un Sionismo decente), y comilitón de los abyectos aliados, egoístas, y extranjeros nocivos a la Patria Germana – sino también a los no Nacionalsocialistas (incluidos revolucionarios liberales, y comunistas) que se hagan, aunque sea muy puntualmente, apologetas, por mínima que resulte su apología, de algo Nacionalsocialista. Traspasando la extensión de la pseudoley contraria a las libertades naturales de pensamiento, política, y de investigación y expresión, «extensio in malam partem», los «demócratas (?) antinazis», hipócritas de «El libre pensamiento proclamo en altavoz, muera quien no piense igual que pienso yo», como rabiosa jauría, «babeantes, jadeantes», llenos de odio y mentira*
(*por sus en parte falsificaciones, en parte pútridos diabólicos juicios pseudoéticos y pseudomorales, y, finalmente, en parte por sus tergiversaciones sectarias y mendaces de la Historia, de los Fascismos y de la Derecha Total)
corren agresivos tanto contra los meramente afines, en su honesto y libre pensamiento, a la «Weltanschauung» de cualquier nacionalsocialismo, incluidas doctrinas tradicionales anteriores, surgidas en ámbito católico, y asumidas por el ideario fundamental del Nacionalsocialismo oficial hitleriano, cuanto ni más ni menos que contra revolucionarios de pensamiento y militancia política, pero revisionistas, entre ellos Socialistas como Robert Faurisson, hasta marxistas leninistas (por. ej. el «heróico» partisano francés Paul Rassinier, lógicamente antinacionalsocialista, condecorado con la máxima distinción de «la roseta de la Resistencia», retirádale luego por revisionista, a pesar de haber estado internado en KZ, e inválido todo el resto de su vida, a consecuencia de una paliza dádale bajo mandos del campo del concentración). Igualmente están amenazados, y algunos penados, otros perseguidos y enjuiciados penalmente, incluso a sus 100 años de edad, cualesquiera expertos imparciales que, en sus conclusiones científicas, de Historia o de ingeniería (p.ej. estudios e informes periciales, encargados por instancias gubernamentales oficiales de la BRD, sobre las presuntas cámaras de gas de Auswitz) lleguen a conclusiones contrarias a las tesis y condenas dogmáticas impuestas, por la propaganda enemiga, al Nacionalsocialismo y a sus efectos, los comprobados y los que no. Así que los investigadores que lleguen a conclusiones científicas no «políticamente correctas», sobre todo en materia de ética política y de historia, conclusiones científicas o profesionales, que sean contrarias a la dogmática y mitología embustera judeomasónica imperante, se arriesgan mucho a sufrir penas, algunas de las cuáles les puedan impedir, a los especialistas, ejercer su profesión, hacerlo honesta, libre y tranquilamente, sin temores, o simplemente seguir trabajando en su quehacer de investigación; se exponen, de tal modo, a duras y drásticas rápidas represalias contra su labor científica, investigadora, de vida profesional y de supervivencia (sustento), con probable sometimiento a condenas judiciales, penas de multas, indemnizaciones, confiscaciones supletorias, y años de prisión. Cf. https://ricardodepereaygonzalezylopezyvaldayo.wordpress.com/2021/11/19/la-heroina-alemana-y-europea-de-la-derecha-frau-ursula-haverbeck-ante-el-derecho-natural-en-sus-ambitos-de-aplicacion-civil-y-penal-y-contra-la-secta-inquisitorial-del-sionismo-perverso-que-invade-t/ . El caso Haverbeck, como el de Nacionalsocialistas históricos, son útiles para plantearse, desde el criterio del Derecho Natural, como lo entiende la Santa Iglesia de Dios y la Escolástica católica, si tales personas tienen derecho, en foro externo, a negar cargos criminales, acusaciones y comisión de delito, tanto de ellas mísmas, cuanto de los institutos políticos a los que pertenecieron durante el III Reich, y si es lícito a terceros dar la razón y manifestarlo, a los condenados en firme judicialmente por tribunales no imparciales, de Estados y Regímenes Revolucionarios y enemigos de aquellos a los que libre y voluntariamente sirvieron los imputados. Hemos eliminado del presente opúsculo ese asunto, porque aquí nos restringidos a Historia crítica, naturaleza de sus fuentes, identidad de sus métodos gnoseológicos, determinación criteriológica de la investigación histórica, averiguación de los hechos y exposición de los mismos, ora fehaciente, ora conjetural*.
Para la investigación científica en Historia es esencial se ponga a disposición del investigador todo el material, el acusatorio, el condenatorio, y el de la Defensa Jurídica, con cuantas probanzas de uno y otro lado hayan sido aportadas. Estamos hablando de método de investigación histórica, para cuya cientificidad y pureza es imprescindible disponer de los datos autodefinitorios, y sutosapologéticos de cada una de las posiciones que se hallen en controversia entre sí, cada una de ellas aportando las alegaciones, o las probanzas que estime pertinentes para demostrar algo concerniente a la posición que declara, o defiende. El historiador ha de aplicar la «regula Juris» de «Et audiatur altera pars», porque es cronista y a la vez el juez de la historia, juzga el contenido de ésta, ha de estudiarla, enjuiciarla y llegar a una conclusión que es una sentencia judicativa peculiar, en que se afirma qué ha sucedido, cómo, por qué, para qué, para quien lo, contra quién y contra qué, sobre un objeto que es dialéctico de contrarios de tesis, antítesis, síntesis, o no síntesis, sino nueva posición, o consolidación y triunfo de la tesis o su contraria, en cuanto ha de averiguarse y afirmarse la realidad consumada, los hechos tal cual fueron y sus causas cognoscibles por quien levanta acta de dichos hechos, indaga las causas y sentencia sobre qué ha sucedido y qué ha movido a que suceda. Si el historiador sube hasta las últimas causas, se convierte en filósofo de la Historia, y, si éstas, metafísicas, implican revelación religiosa, deviene Teólogo de la Historia. la absoluta libertad de juicio profesional honesto. El magistrado de la judicatura propiamente dicha es el historiador que investiga si la pretensión concreta de del demandante, o denunciante, en sus alegatos, es judicialmente admisible según la ley positiva vigente, y si los que afirma como hechos en que se funde dicha pretensión, son o han sido reales, de manera que, como un científico historiador, tras el «Visto para sentencia», habiendo oído procesalmente ambas partes en litigio, habrá de dedeterminar si hay hechos probados, y, en su caso, cuáles, y, con la ley como premisa mayor, y los «hechos» como premisa menor, llegar a una conclusión lógica, racional ponderativa, no arbitraria. Esa conclusión es la sentencia judicial final (no interlocutoria). Es evidente que el juez no es historiador más que del objeto concreto específico de los autos judiciales del caso en que conoce (estoy usando lenguaje técnico jurídico). Por otra parte el método judicial de averiguación es normalmente distinto al del historiador profesional y el del reportero o periodista. El Historiador acude a las fuentes, no se fía de lo que le digan otros, si el propio Historiador puede directamente ver lo que los otros verían y de lo que éstos refirirían que han visto tal o cuál cosa, sin haberla visto dicho Historiador, que preferirá siempre ver lo que puede ver, a no verlo, que otra gente se lo cuente, y él plantearse si ha de creerla, o cuánto sí, y cuanto nó. Los funcionarios no son, por definición, personas dignas de absoluto crédito, son quizás de mediocres rendimiento y resultado (informes o partes, oficiales, confeccionados por ellos), suele ser gente corta de miras, acomodaticia a la presión social de cualquier grupo mayoritario, o poderoso, – un funcionariado no pocas veces egoísta, cuando nó deshonesto, corromplible («comprable»), alineado fundamentalmente con sus jefes o el partido que «le da de comer», tiende a cobrar y trabajar lo más tranquilamente y lo menos posible, agrandando cuanto pueda, a quien le paga, o a quien lo puede promover o hacer prosperar en dineros y bienes materiales. El Historiador serio no espera a que le hagan el trabajo, va a hacerlo, testimonia de su propia experiencia, acude personalmente a las fuentes, con la mayor inmediatez que le sea posible. El juez aguarda a «que se las traigan», o la policía judicial, o ésta y funcionarios de instituciones afines como policía municipal, guardia civil, y, por otra parte, peritos judiciales y peritos de parte. Las conversaciones con las partes en litigio y con los testigos, se limitan a tiempos restringidos, de vistas judiciales. No es competente para juzgar sobre lo que alguien juzgue hecho histórico, haciéndolo como historiador propiamente dicho, o como instruido por la Historia, o historiadores, salvo la ordinaria excepción de la calumnia, en foro penal, o la difamación, en foro civil, pudiendo establecerse la subfigura de la defensa de la memoria u honra de un difunto. En estas excepciones el juez es magistrado e historiador, pero no puede penar al reo historiador, estudioso, o aprendiz, de Historia, que llegue, sin dolo, ni culpa, a una conclusión de su estudio. El dolo, o culpa, no se supone, ha de probarse en el proceso, porque el error no presupone dolo, ni culpa, y se trata de dictaminar si hay simple error, o crimen, para absolver, o condenar, respectivamente, siendo necesario para el crimen : dolo o culpa, lo que constituye la forma del delito, cuya materia está presupuesta en la constituida por el acto físico externo material correspondiente. En Derecho Canónico penal el dolo se presume, la presunción queda enervada con la declaración en contra, del reo, e indicios racionales suficientes de que éste no ha podido conocer , o no ha conocido el precepto, antes o en el momento en que se ubica el crimen denunciado.
<< * Es obvio que no defendemos comisión alguna de crímenes, y es perfectamente lícito negar que tal o cual persona, o tal o cual partido, Estado, Gobierno, etc., han cometido tal o cuál crimen, ello, en sede de Historia o de convicciones personales, sobre si hubo o no determinados hechos, considerados, o judicialmente sentenciados : Delitos. No existe un tribunal dogmático sobre Historia, o hechos (presuntos, o ciertos), el cuál subsista, con legitimidad puramente estatal, pues el dogma es intrínsecamente de naturaleza religiosa. Los axiomas, y las máximas del Derecho, pertenecen respectivamente a la Ciencia Matemática y ciencias empíricas, y al Arte, o Ciencia (según la Filosofía que lo califique) del Derecho Positivo. Los dogmas religiosos son exigibles sólo por la Autoridad estrictamente religiosa, la canónica para los católicos. Los axiomas no son exigibles ni exigidos por «el Poder Temporal» (tecnicismo canónico), por razón de la naturaleza de la Política y del Poder Político, sino por la Filosofía o metafísica fundamentante, y por la índole esencial de las Ciencias y las Artes, y tal exigencia impónese de suyo exclusivamente a los respectivos científicos y expertos, en sede de sus respectivas disciplinas intelectuales y sus Colegios Oficiales (Colegio de médicos, de Arquitectos, de Abogados, etc.) en cuanto a la deontología profesional, no en sede judicial, a menos que se trate de negligencias médicas, o afines, o bien de trabajos debidos, hechos no obstante, con deficiencia de necesario uso de axiomas y recto ejercicio profesional, con el consiguiente injusto perjuicio para el denunciante o terceros, en cuyo caso es indispensable la contradicción de otros expertos y la intervención del Colegio profesional competente, pero ello en un ambiente circunstante de libertad, sin extorsión estatal, ni intromisión de dogmas políticos de partido, en materia opinable, o de suyo no política, y con libertad de la judicatura, de modo que ésta última no esté obligada de oficio, a someterse a leyes temáticamente entrometidas e intromisivas, por razón de la incompetencia del Estado en asuntos de carácter científicamente reservado a profesionales privados y a sus respectivas especialidades>>.
«Juden raus!», decretó nuestra Reina, la Venerable Isabel I de Castilla y de España, «Isabel la Católica», judíos fuera de nuestro país, nación y patria, a la que, según los Reyes Católicos, sectaria, voluntaria y libremente los afectados no pertenecen en espíritu, y en la que, no siendo compatriotas íntegros – sostenía la Reina – no tienen derecho natural alguno a estar, permanecer, u obtener derechos llamados de ciudadanía política. No es posición contra una raza judía, que no la hay, ni contra un pueblo, que no lo hay, sino contra una plurisecta, mixta de mito humano y artificio normativo de membresía a esa sociedad, bajo la cuál el sionismo perverso ya existente a la sazón, quería, según lo entendía la Venerable monarca católica, estuviesen enteramente gobernados, en todos los órdenes, todos los individuos no judíos y todos los pueblos ajudíos, religiosa, política, económica, militar y propagandísticamente unificados globalmente. Querían y quieren, aquellos indiciados, que los que somos llamados «goyim«, estemos carentes de consciencia de tener : patria propia particular contrapuesta, y el deber de defenderla libre del yugo exógeno, altanero, tirano, mendaz, exterminador omnímodo y enemigo disfrazado de amistoso bienhechor. No, no están sólo fuera, también están dentro, y hacen el mal desde fuera y desde dentro de nuestras fronteras, indeterminándolas, o eliminándolas, y pretendiendo hacer del mundo ajeno a ellos un territorio y un solo rebaño siervo servil y hollado bajo el solo y último pastor : El Anticristo judío. Para lo cuál no se conformaron con invadir y descuartizar el territorio alemán en 1945, sino que – con inmigraciones masivas, organizadas con bandas de malhechores traficantes de personas – han procedido a una invasión mucho más radical e íntima, esta vez no descuartizando el territorio, sino atiborrando y dividiendo a la población autóctona europea y americana, de enemigos viscerales, plagando de extraños exógenos, enemigos del Cristianismo, e inasimilables por un mercado interior de trabajo evolucionado, el hábitat patrio de Alemania, Suecia, Austria, etc., intentándolo también contra Hungría, a cuyo Gobierno y país el sórdido núcleo de poder de la UE sometió a rastreras y grandes extorsiones. Las violaciones masivas, continuadas, por parte de no pocos individuos de hecho marrones y negruzcos, de dicha muchedumbre invasora, adversaria de la Europa natural, religiosa, patria y cultural, atacan a la más aguda intimidad honesta de nuestras doncellas y a la identidad de hecho y de derecho, de nuestras estirpes, deudoras de nuestros padres y ancestros, a quienes debemos nuestra vida y Tradición, y a los que hemos honrar, aquellos luchadores por mantener soberanas y libres sus y nuestras respectivas naciones europeas, los cuáles (sus espíritus) están en parte allende el mundo, y en parte (sus benditos despojos) sepultos en nuestro sagrado suelo. A veces no se trata de agresiones carnales simplemente, éstas se cometen con sendos asesinatos de inocentes muchachas nórdicas (Cf. : https://ricardodepereablog.wordpress.com/2016/06/07/withe-holocaust/ )
«Das Ziel aller Politik kann heute nur heißen, dafür zu sorgen, daß nachfolgende Generationen gesund und gebildet an Leib, Seele und Geist heranwachsen können.« Ursula Haverbeck. (Cf. : https://freiheit-fuer-ursula.de/)
Ursula Haverbeck, en el instante de haber sido liberada de la cárcel por la judicatura en Alemania. Nos declaramos complacientes con el humanitario y conpatriótico auto judicial de excarcelación. Ahora, los que defienden que Doña Ursula debería haber seguido en prisión, o debe estar en ella, son los que se oponen y critican dicho auto de los jueces, no yo.
La literatura alemana de «Historia» sobre Obispos del Tercer Reich parte de la confusión entre Iglesia Católica verdadera, de hasta 1945…, y la pseudoiglesia o sociedad que se hace pasar por la Iglesia, ocupa (invade, usurpa) casi todos los títulos y medios que deben corresponder a los oficios eclesiásticos legítimos. La mayoría de los cargos de poder eclesiástico (no digo de Autoridad, ni de potestad, no digo oficios canonicos verdaderos y legítimos), están ocupados por gente que usa ese poder material y de apariencia de Maestros y Jefes de la Iglesia, para enseñar, cual buenos principios, algunos gravísimos que son anticatólicos, alias herejías, o contrarios a la Fe y Moral auténticas católicas, que son el Evangelio que nos ha traído, sellado con la Pasión y muerte de Cruz, nuestro Dios y Señor Jesucristo, gente aquella secuaz de los errores antitradicionales y anticlasicistas, «anti:apogeodelaIglesia», desde el último Pio XII, incipientemente entonces, y, vertiginosa y masivamente, con apostasía encubierta, desde el término del Concilio Vaticano II, seguido de los graves errores anticatólicos subreptíciamente promovidos por el moderno Vaticano, errores que la interpretación y nueva normativa montinianas bugninianas oficiales – prolongadas, a veces más, a veces menos, por sus sucesores, referidas a dicho concilio y sus elongaciones espúreas doctrinales – poderosamente promueven, causan, amparan, y encubren, sobre todo en la práctica del gobierno que debe ser eclesiástico, el trato inícuo contra los católicos notoriamente ortodoxos, como lo eran los Obispos germanos del III Reich. Por si acaso digamos que, quizá «no sean todos los que están», aunque parece que todos sin excepción. Desde bajo el imperio del ya heterodoxo, antitradicionalista Pio XII, más aún de Pablo VI (que fue íntimo de Pío XII, Cosecretario de Estado, con el otro Cosecretario, Tardini, y nombrado, por Pío XII, Arzobispo para la más alta sede episcopal italiana Milán), y, todavía más, de uno «de cuyo nombre no quiero acordarme», se constituye, consolida y predomina esta nueva sociedad religiosa y revolucionaria, que, contrariamente a la Iglesia verdadera, es sumisa a la judería farisáica, no denuncia ni reprueba al sionismo pervertido muldialhegemonista, antes bien coopera con él, y es parte del partido triunfante espiritual y disciplinarmente antitridentino, anticlasicista, antibarroco y contrario al nobiliarismo o aristocraticismo de boato solemne sacro y profano, y al Euetnismo blanco, practicado por la Iglesia católica oficial que gobernaba en su facción eclesiástica apogeísta clásica, intensivamente desde el Renacimiento lato católico, o sea, desde el siglo XII-XIII hasta SS. Gregorio XVI, y, ménos, con altibajos, desde Pío IX, hasta mediados del siglo XX.
Los críticos historiadores alemanes, actuantes bajo coacción y manejo extraños protagonizados por hombres malvados infecciosos de pútrida modernidad y jefes de una wampira tiranía sionista pervertida, de sectario interés antihistórico y antigermánico, parten del prejuicio falso de que lo que llaman Iglesia Católica que se presenta desde el último Pío XII como la oficial, es evolución homogénea, puesta al día, de la Iglesia anterior que esencialmente sería la misma que la actual, siendo la de antaño simplemente atrasada, anticuada, obsoleta, necesitada de adecuación ideológica, moral, ética, política, económica e idiosincrásica a «el mundo moderno «, una Iglesia, dicen estos impostores, necesitada urgentemente de las reformas inspiradas por la mente revolucionaria, con su Declaración Universal de Derechos Humanos redactada la Comisión presidida por la viuda del judío, enemigo mortal del EJE, Roosevelt,
La efigie de la portadora simbólica de la antorcha para la quema cruenta y traidora del recto uso de la libertad.
La Roosevelt, enseñando su logro judío (el papelón de la DUDH), inconfesamente excogitado sólo para goyims.
reformas especialmente, en definitivo encauzamiento, emprendidas inicialmente por el último Pío XII, ejecutadas, en materia litúrgica romana (campo muy influyente en la mentalidad religiosa de la gente católica) desde 1945, pero notablemente desde 1955, acompañado de uno de sus elegidos y favoritos Gianbattista Montini (más tarde Pablo VI), Cosecretario de Estado Vaticano, Bugnini y el pestilente Cardenal Bea, tiempo en que el decadente Pío XII otorgó el Capello cardenalicio a Roncalli, a pesar de saber que éste tenía abierto expediente, en el Santo Oficio Romano, bajo acusación de modernismo, y de que era «vox populi» su aparente modernidad de concepción pastoralista. El precedente de Pío XII: El primer Pío IX, filoliberal y reformista, pronto, menos mal, desengañado y autor de el Syllabus, apéndice trasuntivo, de la Encíclica Quanta Cura, hito de la verdad católica y lucha diáfana contra la pravedad moderna también en el campo de la política. Su reducción de las censuras eclesiásticas, perfectamente regresiva, antitradicional, antibarroca, desgraciadamente persistió en su posteridad. No, la Iglesia Católica y su porción alemana de hasta 1945 no era la misma que la sociedad organizada ulterior ultrarreformista, que conservaba externa y falazmente el nombre de «católica», no es la misma sociedad, pues es una nueva, la cuál profesa y encumbra los errores modernos anticatólicos demoliberales desde el último Pío XII, no es : «la misma aunque en estadio menos perfecto que el posterior», siendo – según los equivocados – aquel primer estadio uno anticuado o no puesto al día, y que sería perfeccionado, limpiado, por una evolución posterior de la misma Iglesia Católica y oficial. Aquella era LA iglesia Católica, como sociedad unitaria orgánica, organizada, bajo espléndida disciplina natural y católica, en que dominaba fastuosa y casi absolutamente la facción tridentinista, Tradicionalista y primordialmente renacentista/barroca, ya, en el siglo XIX, en simbiosis con el Romanticismo católico, que, en música y coral, aportó nuevas formas que, lejos de desterrar al clasicismo y Barroco, o lo reafirmó (Félix Mendelssohn con la Pasión según San Mateo, de J. S. Bach), o convivió con él pacíficamente. El pueblo seguía yendo con fruición a templos barrocos. El jansenismo (protestantismo encubierto, so capa de «católico»), despotismos del intrusivo Poder Civil o Estatal, la «Kulturkampf», los filósofos modernos y su introducción y dominio en las Universidades estatales, combatieron a la Iglesia católica y clásica, Escolástica, pero la inmensa mayor parte del pueblo ni sabía de filosofía, ni quería, ni actualmente quiere, saber nada de ella. Kant, Hegel, Heiddeger, son tan extraños para el gran, en número, pueblo alemán, como lo son para casi todo el pueblo de Europa y del mundo. Kant en China es tan conocido como en Occidente El Gran Sello de más de 20. 000 ideogramas, o el Libro Tibetano de los Muertos. Por cierto Kant es el filósofo antifilósofo, absurdo negador de la validez del método inductivo, … es el charlatán complejo, y de pésimo feísimo uso del Hochdeutsch, más sobrevalorado de toda la Historia del pensamiento humano. Cada vez que tengo la ocasión, lo digo. Con razón los antiguos Escolásticos escribían sus tratado, sin mencionar a esta gentuza, como si no hubiese existido, o no existiera. En realidad no perdieron el tiempo, porque para la directa conquista de la verdad, es como si no hubieran existido, su valor es nulo. Luego se ha demostrado que conocerlos y refutarlos nos ejercita el entendimiento y nos ayuda a perfilar más nuestras posiciones. El Romanticismo católico, con su antirracionalismo, su preferencia por la estética del gótico flamígero, y el arte propio solemnísimo, sobre todo en música, coral y Liturgia Romana con Requiems como el de Verdi, y orquestas fastuosas, música clásica, una especie perteneciente al género «Clasicismo», en su más intima esencia, género ése que admite diferentes especies, hoy pacíficamente coexistentes, no intentó destruir la Tradición Eclesiástica anterior, ni la Escolástica. Los teólogos Hermes, Günter, y otros amodernados pretendieron o una teología y filosofía nuevas, aceptables para el católico, o mucho mejores que la Escolástica. Se trataba de críticos e híbridos entre algo tradicional y la asunción de categorías de la filosofía falsa moderna, como lo fue el último Karl Rahner, criticado, por Fabro, por seguir a Hegel. Esa corriente modernucha no triunfó en el episcopado alemán de los siglos XIX a un lustro antes de la mitad del XX, 1944 (por no citar los primeros aproximadamente 4 meses de 1945). Ni en el pueblo llano, ni el el Ejército, ni en Cardenales y Obispos Residenciales, Presbíteros, Párrocos, cabildos catedralicios, curias diocesanas, ni en Abades, Abadesas, monasterios , y conventos dominaba esa caterva hedolienta, instrumento del Diablo, como tampoco, jamás entonce, en Seminarios Conciliares y Estudiantados (para monjes, o frailes). Y la enseñanza en Seminarios y Estudiantados era rigurosa, severa, estricta, exigente, selectiva, y en latín m, lengua que se estudiaba en el Seminario Menor, donde los niños iban con sotana, como en el Mayor, vestían de talar de tela negra, fajín y becas de un color u otro, nunca negro. Un espectáculo bello, substituido por la más zarapastrosa usanza de gentuza baja o baja plebe, en todos los seminarios y Estudiantados, que tienden a desaparecer porque casi nadie quiere ser alumno en esos lugares muertos de Fe Católica y vacíos de bella y noble tradición clásica. Dom Gueranger, su antiprotestantismo, sus fundaciones, entre ellas la del monasterio de Maria Lach, la publicación, por la Abadía de Solesmes, del Cursus Theologicus Thomisticus, de Juán de Santo Tomás, O. P., la enjundia y prestigio de los Ateneos y Universidades Pontificios, la maravilla educacional y disciplinar clasicistas de Seminarios Conciliares Tridentinos, y estudiantados (de Órdenes Religiosas, para la formación de Sacerdotes «Regulares» [frailes, o monjes]), con alto nivel de exigencia intelectual y moral y de gran calidad de instrucción en Ciencias Sagradas, Filosofía y Latín, todo eso es lo que imperaba, si bien en la primera mitad del siglo XX aparecen nuevas formas de «ratio studiorum» de menor exigencia en número de años de estudio, etc., a pesar de lo cuál, durante dicho periodo surgen grandes doctos y doctores, todos ellos Sacerdotes (Presbíteros casi todos, y obispos) clérigos católicos.
Los grandes Sacerdotes Clemens, Plassmann, Kleutgen, los Papas desde León XIII (Encíclica «Æterni Patris») a Pío IX, y, finalmente Martin Grabmann, de quien fue alumno Michael Schmauss, gran especialista en Teología Dogmática, favorable a Von Papen, amigable con el Nacionalsocialismo político, habían, con el decidido y enorme apoyo y autoridad papales y romanos, sentado sus reales en Italia, España, Alemania, Austria, Europa y el mundo católico, y habían confirmado y reforzado, en y para los pueblos germánicos, la senda Escolástica, Tradicionalista, Tomista, que estaba vigente y viva en suelo germano, y de teólogos antimodernos que los hubo, arrinconados y subversivos reprimidos pero a la zaga a ver si conquistabsn el Poder en la Iglesia. El Episcopado y el Clero germánico, en su gran mayoría, ni siquiera corría peligro de protestantizarse, habían sufrido, hacía no mucho tiempo, la «Kulturkampf» de los émulos del Demonio. La «iglesia» que implosionó convirtiéndose encuviertamente al jansenismo, o al protestantismo sin máscara, fue la itálica, la columna sociológica, y supercultural, de toda las iglesias locales del mundo. Con sus intrigantes monseñores modernistas, el Vaticano apostató con los mayores y más eficaces disimulos y ocultamiento que se hayan conseguido jamás en toda la Historia de la Iglesia. El caballo de Troya del mal, en la ciudadela del pueblo católico, fue el moderno Vaticano, desde aproximadamente el fin de la guerra (1945). Si Hitler y Mussolini hubieran ganado la guerra, una sociedad que se llamase Iglesia, y que tomara radicalmente partido por la «democracia» (revolucionaria, demoliberal, jacobina, la moderna de la UE, Alemania, España, Austria, Portugal, Italia), además de abierta y, con absoluta firmeza, declararse antifascista, estaría en un KZ, o físicamente liquidada por vía penal. Una banda inconfesamente anticatólica e ideológica y éticamente criminal como ésa, por tanto, no hubiese podido hacer un Concilio Ecuménico Vaticano II, con el contenido histórico de éste, y las ulteriores de generaciones sobrevenidas, en materia doctrinal, moral y disciplinar. El Fascismo Universal, de haberse percatado de esa súmamente letal y catastrófica maniobra de El Enemigo, habría impedido, incluso físicamente, la celebración de «el gran aquelarre«. Una mal llamada «Iglesia Católica», pseudocatólica en realidad, y parte de la masa de convicción, ideología y acción REVOLUCIONARIOS, habría sido, fue (la de los conspiradores disimulados), es y será siempre : PARTE ESENCIAL Y SUBVERSIVA de EL ENEMIGO RADICAL Y TOTAL, y, por consiguiente, principal objetivo A ANIQUILAR, puesto que son esos REVOLUCIONARIOS, todos ellos juntos, en pensante, Militante y activa camaradería, quienes, con toda premeditación y alevosía, quisieron EXTERMINAR al III Reich, exterminio que consumaron imponiendo, al Reich y a sus aliados, la CAPITULACIÓN o RENDICIÓN INCONDICIONAL. Téngase presente, no obstante, que el Protestantismo manifiesto, con su identidad y nombre propio ostentados y ostensibles, al finalizar la «Kulturkampf», y en tiempos de la República de Weimar, no era un enemigo insidioso que amenazara la existencia misma de la Iglesia Católica restante, alemana y austríaca, lo era su facción, orgánicamente inconexa con la sociedad autodeclarada protestante, es decir, el jansenismo que perduraba entre las filas eclesiásticas, y esa facción había abrazado ya la Revolución, al contrario de lo acaecido con luteranos, etc. en el III Reich, adeptos del Nacionalsocialismo casi todos. Con los protestantes declarados se puede, en general, convivir, y se convivió y se convive, con los jansenistas (con este nombre, o sin él) a los católicos sólo les es posible defenderse y luchar, a vida o muerte. Hindenburg, Ludendorff, Walter Gross (oriundo judío), el Antropologo Günter, eran radicalmente monárquicos (no incluyo necesariamente Monarquía hereditaria), y firmemente antirrevolucionarios; antiliberales, antimarxistas, antianarquistas.
Poco, muy poco, después de finalizar el Concilio Vaticano II – plagado de miserias inadvertidas por quienes de buena fe se aferraban a interpretarlo ortodoxo (uno de ellos fué mi Obispo Propio el Dr. Guerra Campos, y otro: yo) – ya bajo una cúpula vaticana encubiertamente muy anticatólica, agresiva contra los católicos, ora postergadora, ora excluyente, de los mismos, el nivel de calidad de enseñanza desciende a ritmo vertiginoso, hasta que en nuestros días casi ningún seminarista, ni clérigo, sabe latín, no puede acceder directamente a las fuentes magisteriales latinas e ignora la doctrina de los clásicos, material no todo traducido a vernácula, y excaseando traducciones perfectas, adoleciendo, algunas principales, de errores graves . Se admiten, a mansalva, seminaristas mayores sin bachillerato superior, y otros tantos sin el elemental, gente que a lo más ha aprendido un oficio como el de albañil. Difícilmente suscitan admiración en el pueblo, menos aún entre los cultivados en Ciencia. La juventud alemana es una de las más echadas a perder, espiritual e idiosincrásicamente, de Europa. De lo malo de ella salen los nuevos clérigos «católicos sólo en débil apariencia», «lobos rapaces», pésimos pastores, obispos peores que los Presbíteros, una secta perfectamente integrada en la sociedad revolucionaria anticatolica. Son los «enemigos internos de la Iglesia», enemigos del Sociedalismo, del integrismo, ambos monárquicos, de la Escolástica, de la Tradición de que el Fascismo italiano y Adolf Hitler aprenden lo más valioso y ejemplar de sus cosmovisiones. El otro polo fuente del hitlerismo es, sin duda, Friedrich Nietzsche, del que sin embargo no se coge sus conceptos específica y exclusivamente nietschanos. Nietzsche es el filósofo más fecundo en evocar*.
[[* El favorito, junto con el Aquinate, de mi Catedrático, emérito pero ejerciente, Fray De Vos, O. P., flamenco, excelente profesor de Aristotelismo, en la Facultad de Filosofía de mi Universidad de Santo Tomás de Aquino en Roma, es el filósofo más evocador. «Mis filósofos preferidos son Santo Tomás y Nietsche, nos dijo, a un grupo de sus alumnos de la asignatura «Aristotelis De Anima», una vez, tras salir todos, de sus clases, en el claustro.
«EVOCAR» Y NIETSCHE EVOCADOR
Conversación mía, por Wsthsap, con un estudiante de español, ya buen conocedor de este idioma. Como yo contaba con ello, y, además, hablo alemán, escribí, al estudiante germano, en parte, en Hochdeutsch, y, en parte, en español:
Friedrich S. [13/5/2021, 22… horas] : Ich freue mich auch sehr, dich kennengelernt zu haben und bedanke mich für das Gespräch! Ich habe einmal nach einer Übersetzung für _evocar_ gesucht und es gibt, wie zu erwarten, mehrere: 1) heraufbeschwören (eigentlich nur im Zusammenhang mit Geistern oder Magischem), 2) hervorrufen 3) in Erinnerung rufen (mit dieser Übersetzung wäre Platon bestimmt sehr zufrieden; unsere Seele weiß ja schließlich schon alles und muss sich nur daran erinnern). Ich glaube aber, am passendsten ist tatsächlich die Übersetzung mit heraufbeschwören. Das Wort beinhaltet quasi schon das Mystische seiner Philosophie. Nochmals danke für den Austausch heute und alles Gute.
[15/5 0:47] Ricardo: <<Evocar>>, fast im Sinne unserer Besprechung, Bedeutung nach der RAE (Königliche Akademie für die spanische Sprache:) : «Traer algo a la imaginación por asociación de ideas. El rojo evoca pasión.» In Wirklichkeit : 1. Bedeutung die gewöhnliche: «Traer algo a la mente, por asociación de ideas». 2. Bedeutung: Die spanische Sprache und ihr Geist erlauben vollkommen diese Bedeutungsmöglichkeit : «Atraer, con una palabra, concepto, sentimiento, sensación, o cualquier otra realidad, algo a la mente, por asociación de ideas. Beide erlauben sich ein einziges Begriff zu bilden: «Evocar», ausführlich : «Traer, o llevar, conducir, atraer, sugerir, suscitar, algo a la mente, por asociación de ideas, o asociación de palabras, imágenes, signos, a veces combinados, por ejemplo, asociación o analogía entre una palabra y la idea expresada por otra, o de un signo y una realidad semejante, o algo relacionada, a la significada por ese signo.». Genauer, im Sinne meines eigenen Denkens : «ATRAER, o bien traer, ideas, o imaginaciones, sentimientos, símbolos, sensaciones, etc., relacionados de algún modo con la materia evocadora concreta, o bien, más fácilmente, análogos a los expresados en el pensamiento, palabras, frases, o signos, que son los instrumentos causales (evocadores)» [siendo la causa eficiente, de la evocación, tanto el autor de la obra matriz evocadora cuanto el sujeto pasivo que aprende o llega a conocer dicha obra, y entonces su mente co-evoca, es decir, evoca, añade nueva evocación por labor de su mente, co-evoca con el autor de aquella obra, y con ésta misma.] Auch durch Gegensatzanalogie, (Latein:) «Analogia per contrapositionem, aut Antonimia». Zum Beispiel die Nacht ruft die Dämmerung hervor. Por ejemplo : El blanco evoca el negro. La matanza, a pesar de la muerte, evoca la vida sesgada. Friedrich Nietsche no sólo evoca sino también aboca a evocar, evoca y promueve nuevas evocaciones en la mente de quien lee su obra evocadora, inspiradora. Beide deutsche Wörter, dh. «hervorrufen» und «heraufbeschwören», gelten als richtige Übersetzung, aber das richtige, im Fall von «heraufbeschwören», wäre dieses Wort in erweitertem Sinne : (zB., in der strengen Bedeutung, durch Zusammenhang : «Die alten Lichtbilder eines reifen Menschen beschwören Ergebnisse seiner Kindheit in ihm herauf.»). Weiter : «Die Schwerte (erhoben, nach oben) beschwören Berge, Gipfel, Türme, Obeliske, Hochheit, Himmel, Sonne, Sieg, herauf. (Nach unten:) Sieg und Macht über etwas, oder über jemand, über das Besiegte, männliche Verteidigung oder Schütz gegen feindliche Kräfte oder Feinde, die von unten zu uns steigen «wollen», usw.. Aber die Sache kann viel weiter gehen: Schwert, Tod, Leben, Himmel, Hölle, Tag, Nacht, und in schon unbestimmten begrifflichen Richtungen. . . Es wäre genau: «La evocación como, ATRACCIÓN o TRACCIÓN de ideas, función esencial del símbolo y de la analogía (positiva, y negativa, o sea, por [Latein:] «positio» und «contrapositio», «per positionem, aut per contrapositionem, atque forsitam per positionem et contrapositionem, in eodem discursu». Die Hersufbeschwörung des Simbols, der Analogie, der Dinge, wegen ihren Zusammenhängen mit unserem eigenen besonderen Leben und Geist («Mens»).» Vielen Dank für Deine 2 Antworte. Sie haben mich sehr erfreut. Dein Ergebeber Richard / Ricardo. Mit freundlichen Grüssen.
Friedrich S. : Ein Geist, der niemals schläft! Was für eine interessante Untersuchung. Und schon hab ich ein schönes, neues spanisches Verb gelernt.
Ricardo : Hay cuatro grandes filósofos, a saber [¡Cuidado, porque «a saber» es una fórmula, no significa nada de «saber», se traduce por «das heisst»] : Sócrates*, Aristóteles, Santo Tomás de Aquino, y Friedrich Nietsche. Si quieres añadir dos, entonces : Francisco Suárez (que incorpora lo útil de las distinciones lógicas y metafísicas sutiles de Duns Escoto) [especialmente, de Suárez, admiradísimo por Bossuet, las «Disputationes Metaphysicæ», que escribió con poco más de 20 años de edad ], y René Descartes. Ya sé que suele ponerse a Hegel y Heidegger como, en cierto modo, culminantes; otros ponen al profundamente inútil Husserl. Pero Heiddeger no supera a Nietsche, ni Hegel a Platon, a pesar de que el Idealismo Absoluto hegeliano no admite perfeccionamiento esencial. «Der Freyherr Schelling», especimen perfecto de raza nórdica germánica, es interesante por su idea del Mito, al que se asemejan el Teosofismo y el «Tradicionalismo Pagano» de René Guenon y Julius Evola.
*Nota: ¿Por qué digo «Sócrates» y no «Platón»? Porque el mismo Platon dice siempre que el pensamiento que narra lo contaba Sócrates, es de Sócrates. ¿Por qué no creerlo?.]]
Die entartete deutsche Jugend
De lo bueno que queda de ella
no es posible sean promovidos clérigos católicos, porque faltan institutos católicos, doctrinal, moral y disciplinarmente fiables. Los que parecen tradicionalistas cabales, están llenos de infectos de peregrinas herejías, equivocados, canallas y sinvergüenzas, a menudo secuaces – los unos inconscientes; los otros: contumaces – de algunos principios revolucionarios, o novadores, indeseables para la Iglesia de Cristo, y, desde luego, no siguen el modelo del apogeo de la Tradición católica y civilizacional sociológico y Canónico, que duró intensísima y heróicamente, salvo percances puntuales, hasta Su Santidad, el inmenso Gregorio XVI, de felicísima memoria.
La del III Reich era todavía la Iglesia de la Escolástica pujante, del dominio del latín en la Iglesia Latina, una Iglesia Aristocrática y tradicional, gracias a dicha facción más bien dominante en el Vaticano hasta incluso Pío XI [Pacelli es elemento «claroscuro», pero «todavía dentro»] y en todo el Orbe. Aquella era la Iglesia; el grupo religioso en que después deviene casi toda, por apostasía generalmente desapercibida, durante la última década de Pío XII y, sobre todo, desde Pablo VI inclusive, no es la Iglesia de Cristo , sino la principal Antiiglesia. Lo que advino después de 1945, 1955, 1965, y 1969, y extremadamente hoy día, no fue, ni es, una reforma de la misma Iglesia, en que la Iglesia permanezca, aunque reformándose, adaptándose sin perder su identidad, o permanezca ya así reformada, como no fue una reforma eclesiástica la fementida del heresiarca impío, anticlasicista, antirrenacentista, sacrílego, lascivo, disoluto y malvado anticristo Lutero. Esas no han sido ni son REFORMAS, ni metamorfosis, sino cambio de esencia, destrucción de una cosa, y producción y conformación de otra cosa esencialmente distinta y contraria o enemiga de la anterior. Lo que advino notablemente después de 1945 es la protestantización parcial pero muy venenosa, del Vaticano, y cada vez más del Clero, conformando, aunando (cuando no unificando oficiosamente) desde entonces, cada vez más, a la inmensa mayoría clerical externamente dominante, con un gobierno prorrevolucionario o de izquierda que no secundamos, ni en el Santo Nombre de Dios y su genuina sacratísima Iglesia inmaculada nos es lícito ni beneficioso seguir. Fue y es el triunfo de la facción ultrarreformista, anticatólica encubierta, constituida o devenida hereje, y que no logró imponerse nunca en la Iglesia, nunca conquistó el Trono del Papado tan sólida, hegemónica y establemente como lo hizo desde el último Pío XII, éste incipientemente inclusive. Los «modernos» antiguos eran principalmente gente hereje, los modernos dentro del (en este caso y para este caso: aparente:) aparato externo de la Iglesia ya existían desde la Antigüedad y la Era Feudal. En la Hispania visigoda se combatieron los partidos witizano (antitradicional, anticatólicoconfesionalista) y el Rodericiano (católico integral y clasicista tradicionalista), que perdió el Reyno contra los witizanos, finalmente decantados por optar por un régimen político regio confesionalmente musulmán, con tolerancia hacia los súbditos cristianos, algunos de ellos, aristócratas witizanos, convertidos en mozárabes, recompensados y privilegiados, por los servicios prestados, decisivos para la invasión del Reino de Hispania, witizanos aristócratas traidores a su Patria y Rey. Ockam y sobre todo Cesena, en parte Erasmo (menos mal que clasicista del Latín), los antiescolásticos, pauperistas, jansenistas, etc., toda esa caterva facciosa, y, más tarde, la Ilustración pseudocatólica, liberaloide, propugnadora de una modernización de la Iglesia, pugnaban contra la facción católicorrenacentista [nuestro Renacimiento empieza a finales del XII] y barroca, garante de la ortodoxia católica, facción victoriosa, dominante, incluso, yo diría que milagrosamente, durante el ladrón, tiránico y pésimo apogeo del regalismo «iluminista» y el terror y persecución asesina Revolucionarios. A pesar de las numerosas enajenaciones llevadas a cabo por jansenistas tardíos como el obispo Ricci, de Pistoya,y los descomunales masivos, sistemáticos, premeditados, alevosos latrocinios, eufemísticamente llamados, por los políticos masones y ladrones, «desamortizaciones«, con el consiguiente empobrecimiento gigantesco, en bienes materiales (especialmente conventos y templos, con sus ricos ajuares de culto), y las abundantes secularizaciones forzadas por los gobernantes realistas masones, así como a pesar de los ataques asesinos devastadores de los masones, su Revolución y sus epígonos, la Iglesia, de sabios doctores y aguerrida «milicia espiritual cristiana» sobrevivió con sorprendente energía, se logró la «resurrección» de la Compañía de Jesús, como la del Ave Fénix, y hubo grandes Santos iluminadores, hasta acabar el primer periodo de Pío XII. Lo acontecido desde mediados de siglo pasado, sobre todo desde «Pablo VI», no fue ni es (porque perdura y aumenta) una evolución, sino una liquidación, a gran escala, de iglesia católica militante, su dogma, liturgia, Moral, miembros del Clero Católico, y bienes materiales de la Iglesia, por el lógico cambio de manos de «el Poder» material. No una reforma, sino una mudanza radical, identitaria, cambio de una facción a otra, y de un Vaticano católico y mayoría de obispos ortodoxos, a un Vaticano anticatólico y gran mayoría de obispos no católicos; cambio de manos, del Poder: De la Iglesia católica, a la antiiglesia encubierta e impostora; de la facción Tradicionalista, a la antitradicionalista convertida en protestantizada, hereje, usurpando pués el aparente aparato externo de la Iglesia y presentándose como la auténtica Iglesia de Cristo, la cuál no es. No hay una Iglesia evolucionada, sino que hubo una Iglesia Católica, hoy reducida a pocos individuos, despreciados y descalificados por los impostores mandamases. A aquella Iglesia, alemana, integrante de la una y única de Cristo y su Evangelio, ha sucedido, en la inmensa mayoría germánica de puestos de poder material de regimiento externo pseudoeclesial, una antiiglesia notoriamente protestantizada, comilitante del sionismo perverso, integrante de la masa revolucionaria mundial. Los principales enemigos activos de la Iglesia, durante el periodo de predominio de los fascismos europeos, fueron el judaísmo fariseo, sionismo perverso, y sus secuaces, la masonería, su engendro revolucionario demoliberal, y sus derivaciones comunista marxista leninista, y anarquista. Estos agentes del Mal eran y son los principales enemigos no sólo de la Iglesia, sino también de toda la Humanidad, y de todos los judíos, «buenos y malos», pues el mayor enemigo que de sí propio tiene el hombre malo, es él mismo, en cuanto se perjudica más que a ninguno, porque siempre es más desgraciado el criminal que su víctima, como sabiamente sentenció Sócrates, por boca de su discípulo Platón. Por tanto los estupendos, ortodoxa o verídicamente católicos Obispos alemanes, entre ellos el insigne, docto, valiente y santo Obispo y Cardenal Von Galen, que regían la Iglesia católica germana durante el III Reich y nosotros sus adeptos actuales, no postulamos el mal para los judíos, no el mal para ellos en cuanto personas humanas, para las que deseamos todo bien, en que se incluye la conversión al Cristianismo. La deportación de judíos como enemigos internacionales, al menos gravemente potenciales, como se les ha de presumir o como ha de sospecharse por racionalidad, prudencia y lógica bélica, era tan razonable y necesaria como el internamiento de extranjeros, de países beligerantes enemigos, en campos de concentración, práctica universal de todos los Estados contendientes. La obligación, que se imputa a los clérigos, especialmente a obispos alemanes de entonces, y a Pío XII, de denunciar en público el denominado «holocáusto judío», o Shoá, nuevo dogma sionista religioso, político y judicial penal, es de todo punto inexistente, pues, si es cierto, caso que lo sea, que gente bien informada reveló a dichas jerarquías católicas la masacre en curso, y la conocían los servicios secretos de los Aliados, entonces: A los gobiernos de éstos últimos, agentes de guerra en curso, competía sopesar, en clave bélica (de lucha y objetivo militar, con desenlace de vida o muerte, triunfo o derrota) estratégica y tácticamente las razones en pro y en contra de una divulgación, juzgar si era o nó conveniente esa medida, y, en su caso, hacer el anuncio. Si no lo hicieron, y era bueno, o bien era humanitariamente (o bélica, estratégica, propagandística*,
[ * De ser cierto el exterminio premeditado de millones de judíos, es inverosímil que los Aliados no incorporasen el dato a su propaganda bélica intencionadamente desmoralizante del enemigo. Si Pío XII sabía del programado masivo exterminio en curso, o algo similar, con toda seguridad lo sabían los Gobiernos de los Aliados, que no dudaron en usar ardides y propaganda cuajada de falsedades durante la guerra, incluso montando aeródromos llenos de globos henchidos de aire, aparentes aviones de guerra. Dicen los engañosos que dichos gobiernos no divulgaron la masacre progresiva, porque no creyeron que fuese verdad. En efecto, porque si no era verdad, los alemanes hubiesen reaccionado confutando tamaña acusación, hubieran construido una contrapropaganda eficaz, a la vez propaganda a favor de los alemanes y dejando en evidencia la mentira, mediocridad y malicia de los Aliados, hubieran invitado, de testigos, a observadores probos, ciudadanos de países no beligerantes, hubieran hecho reportajes, y los hubo, de Matthausen, muchas fotos hechas por un prisionero español astuto pero necio en Derecho y sentido común, un marxista leninista; fueron llevadas a la farsa llamada proceso de Nürnberg, pero no aparecen cámaras de gas, no demuestran masacre. ¿Cuándo entonces podía, sin riesgo de contrapropaganda en tiempo real, usarse la propaganda del descomunal exterminio? Cuando el enemigo estaba vencido y amordazado, y se permitía hablar a quien afirmara haber participado en la matanza, o haberla presentado, pero no a quienes la negaban, es decir, cuando la contrapropaganda estaba ya penalmente prohibida bajo severas represalias oficiales, cuando a los miembros históricos antiguos del NSDAP, como el matrimonio Haverbeck, se los condena y pena judicialmente por negar que si partido político, del que formaban parte, no cometió ese tipo de crimen. Los que no descartaban las falsedades de su propaganda, los que arrojaban hojas volanderas, desde sus aviones, a las tropas de la Wehrmacht en combate, octavillas con trozos de homilías de Von Galen y glosas exhortando a la insurrección contra la Jefatura del Reich a la que acusaban de crímenes eutanásicos ¿Iban a renunciar a arrojar cuartillas acusando al Gobierno alemán, de estar llevando a cabo un genocidio asesino contra millones de mujeres y niños, si era verdad la comisión actual del inmenso crimen?. Indicio de que éste no existió. No digo no existiese, digo indicio de que no existió.
y éticamente) imprescindible que lo hiciesen, y ni los supuestos informantes lo llevaron a cabo, ni lo proporcionaron directamente a periodistas, prensa y radio, entonces es a ésos «bien informados», a los que hay que atribuir la responsabilidad ética del hecho, pues ellos, en tal caso, serían los únicos responsables y mezquinos cobardes, a quienes hay que reprobar, no a los Obispos que carecían de espías profesionales, ni al Papa, que se dedicaba a conspirar, con el General SS Wolf, contra medidas gubernativas del Führerhauptwiartier para Italia, y a dar escondite en monasterios y conventos, suspendiendo a tal efecto la clausura, a decenas de miles de judíos enemigos «impersonales» de la Iglesia y del Reich, hasta el punto de que, viendo tan gran operación exitosa de «salvamento», el Gran Rabino de Roma se convirtió al Cristianismo*. Y si los testigos o espías, o instruidos en el asunto, personas privadas, llevaron a la prensa la noticia indicios y probanzas, y ésta, estando bien informada del hecho grave, y en conciencia había de saber de su obligación de publicar lo sabido, pero no lo publicó, maldita sea, a ella ha de acusarse y condenarse.
REFUTACION PERFECTA, DEFINITIVA DE LA PATRAÑA DE QUE EL PAPA PÍO XII DEBIÓ DENUNCIAR EN PÚBLICO «EL HOLOCAUSTO JUDÍO», O EL EXTERMINIO SISTEMÁTICO DE LOS JUDÍOS DEPORTADOS, Y DE QUE LOS OBISPOS ALEMANES DEBIERON SECUNDAR AL PAPA Y/O DENUNCIAR DE IGUAL MODO:
IMPOSIBILIDAD PASTORAL Y DIPLOMÁTICA DEL PAPADO Y DEL EPISCOPADO, DE TAL MODO DE DECLARACION, IMPOSIBILIDAD CUASI METAFÍSICA, ABSOLUTA «a los efectos»: Suponiendo la existencia de dicho exterminio programado sistemático masivo, y que el Papa tuviera conocimiento cierto de ello y estuviera convencido de la veracidad de la información recibida, JAMÁS HABRÍA HECHO DECLARACION EN PÚBLICO, DE LO QUE SUCEDÍA. El Vaticano era Estado neutral en la guerra, secretamente proaliado (exceptuando la URRSS), decantada, intensa y secretamente desde 1943. Nunca habría hecho una revelación de hechos de gran magnitud bélicos desconocidos, u insertados en la práctica y dinámica de la guerra, sin antes consultarlo con los embajadores y afines (EEUU no tenía Embajada ante la Santa Sede), para obtener confirmación, o noticia contrastada, o para informar a los respectivos gobiernos de los Aliados demoliberales, y para saber qué juicio militar daban los jefes políticos y los militares, de previsión de efectos de la divulgación de la noticia de que se trata. Le habrían dicho que el relato del exterminio era cuento chino y que quedarían todos en ridículo ante una autodefensa del Gobierno NS e intervención extraordinaria requerida de organismos internacionales como La Cruz Roja. Pero antes que dar ese paso, el inmediato que habría dado, y tal vez lo dió, habría sido quejarse amargamente al Führer, por teléfono y directamente, si lo permitían las telecomunicaciones, o bien a través del Nuncio en Berlín, pero nada por escrito, al ser materia secreta en grado sumo. Habría insistido, y tras pertinaces intervenciones de la misma índole, e incluso súplicas, habría hecho un radiomensaje lleno de dolor, reprobando el exterminio e implorando su inmediato cese. La Encíclica «Mit brennender Sorge» se publicó tras haber fracasado la diplomacia y conversaciones episcopales secretas, reclamando respeto y protestando por las vulneraiones del Concordato. Nunca un Papa se ha enterado de algo tan descomunal, de responsabilidad moral de un jefe de Estado confesionalmente católico, o concordatado, y directamente lo ha revelado al público, en una declaración, o comunicado de protesta, a la prensa. Algo así es imposible para la mente de clérigos Sacerdotes superiores : Papa, Obispos, Presbíteros. Quienes opinen duversamente no es uno de nosotros, no nos conoce, lo dic, a finales de 2021 un Clérigo ordenado tal el 20 de Marzo de 1982, y seminarista desde 1974 hasta eln8 de Enero de 1984. Créanme mis lectores, lo que algunos dicen era acto moralmente obligado del Papa, Obispo de Roma y Primado de la Iglesia, es absurdo, de un imposible, es pura necedad, barata propaganda de ignorantes malvados de la mente de los Sacerdotes Católicos, en este caso incluso de los herejes que se hacen pasar por católicos en los puestos materiales de poder material que corresponden a católicos. Más bien el hecho de que, tras la guerra, desde 1945 a 1958 (año del óbito de Pío XII) no haya quedado traza del proceder a que acabo de aludir, es indicio objetivo de que el susodicho «Holocausto» no existió, no digo no existiese, digo hay, y he dicho cuál, indicio de su inexistencia, y poderoso.
Así pués, «bitte sehr» : ¡En este asunto dejen en paz a SS. Pío XII, pro judío, y a los obispos católicis alemanes del III Reich, su Patria!.
[*En vista de cómo se llamaba a Jesús, a veces, en el Evangelio, algún rabino diría que el de Roma «simplemente cambió de Rabbí», cambió de maestro. A un rabino preguntaron quién era, para él, Jesús. Respondió: «Un Rabbí».]
Pero tan extravagante fenómeno del silencio de los Aliados respecto del tema, durante toda la contienda, es indicio de inexistencia de exterminio premeditado programado, de millones de judíos, con proyecto de liquidación de todos los presos de dicha secta. Igualmente sorprende el alto número de supervivientes en los campos denominados de exterminio. No me compete sentenciar si el mencionado indicio se une a probanzas concordantes con él, pues no estoy especializado en el asunto, y para el objeto de este opúsculo basta lo dicho. Ni el Papa ni los Obispos sabían nada fehaciente al respecto, ni tenían obligación, de oficio, de declarar cosa alguna ante el público, sobre el particular, ni tenían derecho a oponerse contestatariamente a la deportación de pertenecientes a sociedades beligerantes complexivamente enemigas en acto, o potenciales, es decir, a oponerse a la política y práxis universales en tiempo de guerra. Es obvio que, retrocediendo el frente, no se podía dejar vivos, o libres, a judíos, de quienes era racional esperarse que, con toda probabilidad, se enrolarían en milicias enemigas, o colaborarían estrechamente con éstas, en la retaguardia del ejército alemán en lucha. Si se los deportó, en lugar de fusilarlos como hacía un General Carlista en guerra civil española, sin ahorrar a los niños, fue a todas luces preferible, como lo es la vida a la muerte, vida que muchos judíos internados afortunadamente prolongaron tras la guerra. Lo que no tuvieron fue la fortuna de percibir las cuantiosas indemnizaciones que, contra el derecho civil y voluntad de éstos, se hacía pagar el Estado de Israel, no dando el dinero a los supervivientes y sus familias, considerados las víctimas a resarcir. Ese Estado defraudó a los judíos que más sufrieron durante la guerra, simple y llanamente les ha robado muchísimo, independientemente de hasta qué punto y de qué tipo fueron víctimas y de quién. El dinero que se da para alguien es para ese alguien, no para otro. Y, si se determina ilícita la dación es al destinatario oficial del dinero a quien se puede reclamar. En este caso las inmensas contribuciones pecuniarias del pueblo alemán, para dichos judíos perjudicados, tiene derecho a exigir le sea devuelto el dinero, para darlo a los presuntos legítimos destinatarios, o para recuperarlo, si demuestra no es justo el desembolso. Aunque una cierta retribución a los damnificados es: si nó necesariamente justa – que creo lo es y debería serlo para todas las víctimas de la guerra, especialmente las mayores (a saber: Alemanes y japoneses) -, al menos es contribución de bondad y largueza que siempre honran, una honra que siguen negando, a los alemanes, los pérfidos judíos del sionismo mundialhegemonista pervertido y sus siervos y lacayos.
La enorme apostasía, que aquí, más arriba, hemos puesto de manifiesto, ha pasado desapercibida a casi todos, también a la mayoría de quienes han caído en ella, e ítem más a la casi unanimidad de los investigadores; lo que les lleva a atribuir, a los católicos obispos, Presbíteros, Clero, dominantes católicos de verdad y de antaño, principios, ideario y pseudomoral que no eran los poseídos por aquellos clérigos, no eran los oficiales de la Santa Sede y de la Iglesia personal que detentaba la mayoría de los cargos eclesiásticos y el poder jerárquico que tenían aparejado y en ejercicio. La cosmovisión de la verdadera Iglesia Católica de ayer y de hoy no es la propagandística y propagada por la que aparece, al público, casi universalmente, como si fuera la Iglesia Católica hodierna, porque no lo es, antes bien es «la segunda sinagoga del Diablo», enemiga de Cristo y de su genuina Iglesia católica. El investigador del pensamiento, moral y actividad de los obispos de antaño ha de estar muy informado de lo que es la esencia íntegra del Catolicismo, el cuál en ella no admite merma por muy pequeña que sea. Para ello no basta la catequesis, es menester profundo y exhaustivo conocimiento del Magisterio eclesial, normalmente sólo comprensible, con exactitud, en un estudio completo de al menos el Bachillerato concienzudo en Sagrada Teología católica, inclusas sus controversias con los herejes y los mantenedores de doctrinas peligrosas. Las herejías del moderno Vaticano y sus errores contrarios a la sana tradición católica no son de bulto, sino ora sutiles, ora insinuados, ora difíciles de entender por requerir alto y amplio conocimiento de los Lugares Teológicos, el Derecho Canónico y Civil (Político, civil, penal, administrativo y comercial) y la Teología escolástica, su historia y su lenguaje. Dichas herejías neovaticanas, compartidas por numerosos clérigos, no son, por lo común, definidas con claridad, por sus autores, son ora confusas, ora expresadas de tan ambigua o equívoca manera que es necesario un estudio hermenéutico comparativo exhaustivo y complexivo, que abarque la línea significativa pertinente de las reiteradas actuaciones de los protagonistas de la farsa. El historiador, en dicho objeto de investigación y conclusiones ha de poseer gran capacidad de análisis y discernimiento, debe ser sincero, amante de la verdad y muy valiente y sufrido en un mundo gran parte del cuál, una parte poderosa, despótica y vengativa, le será hostil, procurará castigarlo, si no se aviene a plegarse a extorsión oculta y las amenazas, casi siempre tácitas, o veladas. Si el historiador persiste en su empeño personal y profesional, todo en uno, sus adversarios espirituales, inmorales y políticamente comprometidos, harán cuanto puedan para desprestigiarlo, y aislarlo, con el propósito de privar de credibilidad las conclusiones científicas que confutan, y desautorizar al sujeto, de modo que la verdad pase por mentira, y viceversa. Será atacado en su vida manifiesta y en la privada e íntima de la persona. Será trucidada su honra, por medio de sacrílegas farsas con apariencia de proceso justo, y por medio de la calumnia, la murmuración e innumerables lazos y ardides. Según lo que tengo visto, parece que el científico, de estos especie y objeto de investigación, ha menester además una gracia divina particular y adecuada al fin en cuestión. Pocos estudiosos de esta clase son alemanes que vivan en Alemania o la frecuenten, o visiten, porque se trata de un país de fuerte aparato represivo contra los hombres libres y honestos en verdadera Religión, o en Historia, un país disimuladamente subyugado por un determinado extranjero sionista protervo, despiadado, con un pueblo generalmente atontado y aborregado en un sistema perverso de dictadura encubierta bajo formas plebiscitarias controladas por los poderes fácticos, fautores de «El Pensamiento Único«, «lo políticamente correcto«, «la globalización«, multirreligiosidad relativista, multiculturalidad y monstruoso mestizaje, apatridismo, igualitatarismo racial y político, y, no obstante, mitificación y endiosamiento del judío, de modo que se puede hablar mal de cualquiera menos del judío, siempre dispuesto a llamar despectivamente antisemita y racista a quien lo acusa, denuncia, o critica. Decía Voltaire : «Dime de quién no se puede hablar, y te diré quién manda». El presente colaboracionismo, de gran parte de la población y juventud alemana, con el enemigo ocupante y soberano de hecho, en Alemania, es mucho mayor que el de la Francia de Vichy con el Reich. En estas circunstancias, y con historiadores no grandemente versados en Catolicismo y sus Ciencias Sagradas y filosofía escolástica, ni dispuestos a enormes sacrificios con tal de conservar la veracidad de sus conclusiones, los datos que aportan los especialistas que tienen permitida la divulgación de sus trabajos son ordinariamente mero material para investigadores libres y ajenos, a condición de que tengan espíritu científico imparcial, sean honestos, y conozcan suficientemente al pueblo alemán y su lengua, siendo muy recomendable que el investigador haya tenido durante años trato personal con no pocos alemanes, y haya convivido con ellos en su tierra, estudiando con inmediatez, como observador perspicaz, riguroso, diligente, y colaborador con las personas alemanas, las reacciones psicológicas y características de los distintos tipos germánicos que componen el espectro antropológico alemán y austriaco.
La atribución de ideario y moral que la aparente pero fementida periodísticamente «iglesia católica oficial» hodierna, a todos los obispos y clérigos relevantes alemanes del III Reich, falsea completamente la base histórica que los investigadores en general suponen en sus juicios sobre coherencia de vida de aquel Clero. La base histórica de estos estudiosos es falsa, y la parte Teológica Escolástica y de Derecho Canónico germanas de a la sazón, es deficiente. El ejemplo más importante de ello es el del pensamiento y acción del Episcopado alemán del III Reich, y sus fieles, clérigos y laicos, sobre la denominada «libertad religiosa». Ningún obispo residencial católico alemán de entonces profesaba ese principio llamado «Libertad Religiosa», postulado liberal, no lo condividía ni teórica ni prácticamente, porque tampoco lo hacía la Santa Sede, era principio solemne y dogmáticamente condenado por la Iglesia Católica, en su Magisterio, el ordinario y el extraordinario o papal. En relación a los judíos, a la represión de los mismos, a la destrucción de las sinagogas, etc., la condena católica a lo que modernamente se entiende como «libertad religiosa«, era capital en pensamiento, actitud y juicio moral que debían hacer e hicieron aquellos clérigos, así como en orden a las manifestaciones que hiciesen en público, en privado, y a nivel diplomático. La prohibición del culto judaista no podía ser menos, para un católico, que un bién, al igual que el cierre de las sinagogas y su conversión en museos. Su destrucción era un bien religioso, pero imperfecto en cuanto no era bueno que desapareciesen monumentos con valor testimonial e instructivo histórico; pero el incendio de las mismas entrañaba, al menos, el bien de la inoperatividad de esos templos donde se enseñaba doctrina perniciosa anticristiana, contraria a la ética, y donde se practicaba un culto por lo menos en parte muy maligno, y que aglutinaba y favorecía a una sociedad privada enemiga de la patria y de la nación en cuyo territorio soberano se ubicaban dichos edificios. La tolerancia religiosa no era un ideal de aquel Clero, sino un mal menor al que recurrir, cuando, en circunstancias más bien adversas, se pretendía salvar la libertad de culto cristiano, de la Iglesia. Donde ésta era suficientemente fuerte en el terreno político y social, en «naciones católicas» o de vinculación popularmente masiva al Cristianismo, la Iglesia imponía su ideal, abogando o decretando para la interdiction de todo culto que no fuese el católico, como en el caso de España. En naciones divididas en materia de Religión, una parte católica y otra protestante fuerte, había de resignarse a aceptar, a disgusto, que los dos cultos respectivos tuviesen libertad respetada por el Estado o el aparato rector político y administrativo, de la nación.
Otra cualidad que conviene tenga el idóneo investigador es la clerecía católica sacerdotal. No ser miembro del Clero, no haber vivido durante décadas como Sacerdote católico, conociendo desde dentro en ambiente de Obispos, Presbíteros y Clero Regular, es un inconveniente, pues conocer bien dicho ámbito es prácticamente imposible al laico, más todavía al protestante, o al pagano.
El contexto de hechos históricos afirmados por los especialistas bien vistos por el Régimen de la BRD y similares es falso, o científica y sociológicamente dudoso, en un punto capital : El del denominado «holocausto judío». La afirmación expresa, o afirmativamente supuesta, de la existencia de asesinatos en serie, masivos, programados, de millones de judíos en campos de concentración del Reich, no se presenta, al pueblo capaz de entender las conclusiones de las investigaciones técnicas e históricas de los competentes expertos en la materia, cual verdades evidenciadas, pues no hay unanimidad en los dictámenes de los respectivos expertos, con grados universitarios, doctores, historiadores profesionales, ingenieros, técnicos, académicos, y filósofos críticos del pensamiento, no obstante dichos investigadores «políticamente correctos» insertan, en sus trabajos de investigación, como dogma infalible o irrefutable, o hechos perfectamente constatado, el susodicho exterminio sistemático masivo premeditado, y confrontan a los Obispos alemanes con esa que afirman realidad histórica indiscutible. El resultado son estudios infectos de especulaciones en que se da por sentado lo que no lo está, y se juzga a dichos Obispos, y a Pío XII, en una perspectiva metódica gnoseológica cuando menos ilegítima, que pretende obligar a creer lo que racionalmente no es obligado creer como conclusiones ciertas y hechos verídicos incontrovertibles que condicionen la actuación de dicha jerarquía Eclesiástica católica.
«Doch alle sogenannten Revisionisten, die ich kenne – Udo Walendy, der von 1961 – 1982 für die Freigabe seines Buches kämpfte und damals, 1982‚noch siegte, – sie alle auch in Haft – Robert Faurisson, David Irving, Ralf Kosiek, Germar Rudolf, Sylvia Stolz,Rigolf Hennig, Dr. Hans-Diertich Sander und weitere, Günter Kögel, Jürgen Graf, Gerd Honsik,waren Akademiker, die Jahre ihres Lebens einsetzten um uns die notwendigen Informationen zu erarbeiten, und viele mehr. » (Ursula Haverbeck, ibidem). El investigador inglés David Irving es uno de los más reputados y prestigiosos historiadores del siglo XX y de lo que llevamos transcurrido del siglo XXI.
. El caso del Poeta vienés Gerd Honsik, que demostró la existencia y ejecución de «el Plan Coudenhove-Kalergi», del hipermestizo fundador del movimiento «pangermanista» (nombre que no tiene nada que ver con lo que etimologucamente indica o sugiere), es uno de los ejemplos más dramáticos de la ausencia de la libertad de pensamiento y expresión, hipócritamente cacareada, como fundamental, por la turba revolucionaria moderna en el Poder. Queda absolutamente demostrada la existencia y operatividad criminal (en delito contra la Ley Natural, Ley Divina penal Natural metafísica) de un sistema inquisitorial y una Inquisición (secularizada, agnóstica, atea, o relativista en materia de religión y mitohegemonista sectaria) integrada en los tribunales ordinarios penales de los países absolutistas y dictatoriales indebidamente autollamados «democráticos» (ya demoliberales, ya comunistas de inspiración marxista-leninista). Basta leer la popular «Wikipedia» : << En 1992 fue condenado en Austria a 18 meses de prisión por la publicación del libro ¿Absolución para Hitler?[2] y huyó a España, donde residió hasta su detención en Málaga y extradición en 2007.[3] Tras su encarcelamiento, se le imputaron nuevos cargos y fue condenado a cinco años de cárcel, después reducidos a cuatro.[4] El fiscal calificó a Honsik de «uno de los dirigentes ideológicos de los neonazis europeos», si bien él se declaró liberal demócrata.[5] >>.
. Bajo ese yugo coercitivo e inductor sectario y falaz, al que se someten los investigadores sobre Su Eminencia Reverendísima Mons. Clemens August Marqués de Galen, escriben estos, a la medida de lo exigido por tan intrusivos y tiránicos déspotas. Los demás han de pagar con muchos dolorosos años de vida en prisión, y cuantiosas indemnizaciones a entidades judías sionistas modernas, el arrojo, honestidad y libertad de espíritu y pensamiento, con que estos estudiosos han escrito y publicado sus libros de historia o Ciencia insumisas a la tiranía de la Revolución.
Para destruir o negar esta realidad de grandes especialistas y su crítica intelectual, la mayoría de ellos no alemanes, incluso políticamente contrarios a todo Nacionalsocialismo, el sionismo perverso, su BRD y el Estado Austríaco,» jenachdem», han emprendido acciones de prohibición permanente, represión y penalización efectiva, contra historiadores y demás científicos cuyas especializadas conclusiones, sobre todo en ámbito de Historia como disciplina académica, se oponían o contraponían a la dogmática, políticamente establecida, de los secuaces de la Revolución estatalmente institucionalizada.
Así pues, la común historiografía crítica de los investigadores «del Régimen» está trucada, dolosamente bajo coerción no científica, sino política a priori, e inducida así a planteamientos falsos, o sesgadamente especulativos y chocantes, contra la realidad histórica, mente real, e índole y explicación de los actos, de dichos Papa y Obispos católicos germanos.
No es una deficiencia intrínseca a una exposición de hechos históricos pretéritos que ésta última no sea comparativa, no incluya comparaciones entre lo pasado que se expone y el presente que se vive, así como con el pasado reciente y el remoto, o el anterior a los hechos expuestos, pero se trataría de una ausencia, de dichas comparaciones, que permite fácilmente, a los lectores u oyentes de esos trabajos de Historia, que no comprendan la importancia de la materia ética de los actos humanos que se refieren. Decía Giovanni Papini, que el pasado se comprende a la luz de lo posteriormente sucedido, y a la luz del presente. El efecto que suelen tener dichas exposiciones sin comparaciones es el deque se ignore las consecuencias de los hechos pasados, no se los valores por razón de éstas, o bien «se sobredimensione» la susodicha importancia ética de los hechos históricos. Así ocurre con la mayoría de los escritos, y conferencias, que sobre historia política y social del III Reich hacen los investigadores «democratistas».
. Las presentaciones de periodos históricos clave adolecen de falta de perspectiva histórica, a que pertenece las ampliaciones comparativas. No es lo mismo ensimismarse u obsesionarse, por ejemplo, con la proscripción y persecución que emprendió el segundo Nacionalsocialismo estatal, contra los homoeróticos, que si se contempla la etapa anterior y tolerante, del NSDAP, Hitler y Röhm (principal caudillo NS, bajo Hitler, al que tuteaba, único en poder hacerlo), o si se comparan las dos sucesivas políticas Nacionalsocialistas, en este asunto, y la de la constitución carolingia (del Emperador Carlos V), que mandaba quemar vivos a los autores de crimen de sodomía, no de cualquier otro acto homoerótico. Y si se añade la comparación de lo que han hecho, contra los maricas, hasta hace pocos años, los Estados homófobos BRD y República austriaca, sale «tan bien parada»la fementida democracia de los «democratistas» revolucionarios, debido a su cruel persecución y penalización rigorista contra homófobos, llevadas a cabo con argumentos, firmeza y obstinación inauditas, ni «sale tan tan mal parado» el segundo periodo estatal NS, desde luego no tanto que si la atención se fija exclusivamente en la postrera etapa, la intransigente en este punto, de la política del NSDAP en el Poder.
Sentada esta base prospectiva, prosigo.
Por un lado constato, a primera vista, rápidamente, que dos homilías del Beato, la de 1934 contra el particular y falsamente fundamentado neopaganismo anticatólico y agresivamente antieclesíastico del para los judíos judío Alfred Rosenberg (cf. «Encyclopedia Judaica», de Jerusalem, en inglés, voz «Rosenberg», signado como judío), y especialmente otra, de 1941, contra la eutanasia practicada contra los idiotas y enfermos terminales por servidores encubiertos del Estado, fueron utilizadas, ya en su época, y desde entonces, muy hipócritamente, para denostar por entero al Régimen Nacionalsocialista, y, peor aún, para, en aquel entonces, atacar y derrotar a los patriotas alemanes, juzgando bélicopropagandísticamente que el Beato Obispo estuviese «simpliciter» contra dicho Régimen y contra Hitler, «es decir», a favor de los Aliados, enemigos del Reich, y sobre todo contra las teologías, filosofía, política y Economía antijudeomasónicas de los distintos nacionalsocialistas a quienes, a su Estado, Nación y Reich declararon la guerra Inglaterra y Francia (a las que se sumó Judeoyankilandia, por declaración de guerra de Hitler en fidelidad a su, errada en mi opinión, alianza del Eje Berlín-Roma-Tokio) . Como si a los Aliados les importara mucho los mongolos, e idiotas o imbéciles tarados que había en el pueblo alemán, de la misma manera que los había en los pueblos de los enemigos. La eugenesia tenía a la sazón gran preponderancia, destacaban en ella Inglaterra y, sobre todo, Yankilandia, donde la idea y política de evitar la generación de imbéciles y su preproducción y transmisión genética de taras eran predominantes, muy prestigiosas entre los médicos y psicólogos, estando al frente de ellas también liberales, es decir, revolucionarios de cierto grado y especie. Si menospreciaban, o aborrecían, a sus propios idiotas ¿Amaban sobremanera a los idiotas alemanes? Ponían de malvados a los eugenistas germanos nacionaldocialistas, por ser eugenistas, y los acusadores, dominados por políticas eugenésicas, se ponían de buenos. En realidad despreciaban a los alemanes, por pura envidia, por ser Nacionalsocialistas y, sobre todo, alemanes y muy superiores en cualidades humanas, lengua, Bellas Artes, Civilización, científicos, ejército, organización social y productores de toda clase de bienes.
La misma política aliada se ha ido desarrollando y alcanzando cotas máximas de llamada eutanasia de imbéciles, extendiéndose a los tarados con deformidades corporales, hasta el punto de poner un supuesto especial y exclusivo en las «leyes» abortistas «democratistas», según el cuál se permite y hace impune, más aún: se aconseja el aborto de cualquiera de dichos deficientes, incluso si la persona humana fetal se halla a un instante de ser parida. Para estos disminuidos aún no nacidos, entre los que, en proporcional porcentaje de probabilidad, han de hallarse lisiados con gran inteligencia, no hay protección de limitación por plazos, de la pseudoley abortista de los aliados del Mal. Sobre esta base, que ha facilitado y fomentado el exterminio de cientos de miles de estúpidos y otros tarados, a manos de los réprovos «antinazis», quienes se autoproclaman dogmáticamente «los buenos», los conferenciantes alemanes defensores del Obispo Beato siguen hablando de la tremenda monstruosidad eutanásica de que culpabilizan a la cúpula gubernativa del Estado Nacionalsocialista, y magnífican fraudulentamente la hostilidad e incompatibilidad de dicha política (la cuál afirman como esencial nacionalsocialista) con la ética, la bondad, la Moral e Iglesia Católicas, considerando el episodio histórico, del fugaz y delimitado, reducido, enfrentamiento, como uno de considerable magnitud sociológica en la lucha espiritual y política entre la Iglesia Católica y el Estado del III Reich, lucha que El Enemigo y su récua de analistas de la Historia aseveran general, universal, no parcial, no episódica y no restringida a casos y asuntos concretos, y políticas parciales concretas, sino parte y consecuencia de la esencia y dogmática teoricopráctica del Nacionalsocialismo todo, su régimen político histórico y su consecuencialidad lógica. No comparan aquello de antaño, con la situación diplomática actual, que lleva ya muchos años de existencia, entre, por ejemplo, la Iglesia Católica y Holanda, cuyo gobierno inhumano de impíos asesinos de sus propios hijos jóvenes, sanos o enfermos, extiende, la llamada eutanasia, no sólo a los subnormales no natos, sino también a enfe5vsrmos graves y sin cura, y a ancianos en situación semejante por motivo del deterioro propio de su avanzada edad y achaques. ¿Qué gravisimo, inmenso, escandaloso, activísimo, en declaraciones y condenas reiteradas y constantes, y reproches recíprocos hay entre Holanda y la Santa Sede, y entre la iglesia católica local y episcopado holandeses?. Algo solamente semejante, de mucho menor extensión y duración, sin oficialidad ni publicidad estatal, pero con mayor impacto social, una vez se conoció, la noticia, por medio del Obispo Von Galen , sucedió en el conflicto entre episcopado alemán católico y funcionarios del III Reich, sobre no una «ley» (como en Holanda) sino un programa secreto de eutanasia de imbéciles. Obispos alemanes protestaron, unos de un modo, otros de otro. Una de las diferencias está en que la población alemana de entonces, cristiana la gran mayoría, y nacionalsocialista casi toda, en conciencia desaprobaba aquella conducta homicida. El gobierno nacionalsocialista no temía al escándalo de la población simplemente, sino a que se escandalizarse, se apelase a la conciencia la población ¡Nacionalsocialista! muy mayoritariamente cristiana, y a que ésta, el pueblo, escandalizado, viera muy mal la conducta gubernativa quedando deshonrados sus artífices, y objeto de denuncias y quejas numerosas, quejas que, en efecto l, llegaron a producirse de altos personajes de la Iglesia alemana, y de miembros del pueblo Nacionalsocialista. Porque, al contrario de lo que mendazmente sostiene la generalidad de los investigadores modernos alemanes, no había distinción real entre «El Pueblo alemán» (su inmensísima mayoría) y «El Pueblo nacionalsocialista alemán». Y otra de las diferencias entre la situación vergonzosa de la malévola ridículamente deficiente e ineficiente reacción de la que se dice «iglesia católica» ante la política eficaz estatal eutanasista, y la análoga situación del III Reich, está en que el Gobierno Nacionalsocialista hizo caso a sus muchos adeptos contrarios a la eutanasia, hizo caso a su Iglesia Católica, al «Pueblo» alemán y a las correspondientes protestas del episcopado católico alemán, mientras que los hipócritas democratistas no hacen caso ni de Dios, por supuesto ni de las protestas del pueblo sano y honesto, ni de las de la publicística y gubernamentalpolíticamente retenida Iglesia Católica actual, en realidad esporádicas, nada estridentes, ni alarmistas insistentes, ni acuciantes, ni repetitivas, simplemente porque así no las hay. Los bandidos políticos, déudos del triunfo del sionismo moderno y los Estados Revolucionarios Aliados, bandidos que presumen de democratistas y «antinazis», hacen oídos sordos, ninguneado a Papa y Obispos y a todos los cristianos cabales. Esos modernos revolucionarios institucionalizados y «en el Poder» son protervos, que oyen a los Clérigos y a los católicos de cualquier clase, como si oyeran llover. Si los católicos Realistas gobernasen, dichos modernos conspirarían y se sublevarían apenas hallasen la ocasión de hacerlo, irían a matarlos, y, si los cogiesen vivos y éstos permanecieran en sus trece, harían como con con los que ahorcaron en la farsa de Nürenberg, degollando luego los cadáveres de las víctimas, o como hicieron con el Rey de Francia, el Delfín, numerosos Obispos rectos y cultísimos, etc., o como hicieron los revolucionarios marxistas leninistas con muchos clérigos y cristianos de toda índole, entre ellos el Zar y su entera familia tiriteándolos y descuartizado sus cadáveres, que después escondieron, como militares de los Aliados vencedores ocultaron los cadáveres de Göbbels y Himmler.
Lo propio cabe decir del Racismo. Cuando los estadounidenses lo tenían legislado en Yankilandia respecto de los negros, y lo practicaban a rajatabla, lo ceensuraban a los Nacionalsocialistas ¿Por ser éstos racistas? No ¡Por ser alemanes! Y porque, en vez de respecto de negros, marcaban las distancias respecto de judíos. Y, como los judíos, con el judío judaísta Roosevelt, y el judío Shalomo Henri Truman, masón grado 33, de presidentes, con sus magnates judeoyankis, mandaban en Judeoyankilandia, para los mandamases judíos discriminar a negros (muchos de ellos vehemente y abiertamente racistas, despreciadores u odiadores de los blancos), sobre todo si eran goim, no era malo, mientras que hacer eso con judíos, era, para dichos potentados judíos, hacerlo con los «superhumanos», «los predilectos y privilegiados de Dios», los miembros de «El Pueblo Elegido», cuando para nosotros, como para los Nacionalsocialistas cristianos, los judíos doctrinales son los seguidores internos de «la sinagoga del Diablo», según sentencia divina, materialmente predicada y escrita por un ex-judío, de estirpe judía, San Paulo de Tarso, antes Sáulo. Aquel de la guerra contra el Eje era un tiempo en que a los súbditos del imperio inglés, no indígenas de Gran Bretaña, tenían terminantemente prohibido e impedido entrar en «la pérfida Albión». Pura hipocresía múltiple y descarada.
Por otro lado me salta a la vista que investigadores que han escrito sobre la actividad del antiguo Obispo de Münster lo ponen como adversario activo de «El Nacionalsocialismo», y el principal enemigo «antinazi» Episcopal alemán, hasta el punto de calificar, al piadoso Obispo, de sublevado, o, al menos, el mayor crítico y resistente adversario radical, cual Obispo y cristianó, contra Hitler, el Nacionalsocialismo (sin distinción de variedades internas, ni de la pluralidad de sus militantes, incluidos católicos puros y practicantes) y contra el sistema de gobierno derivado del ideario fundamental o puntos políticos programáticos del Movimiento y el Estado oficialmente guiado por ellos éticamente, en foro externo, menos en los abusos denunciados por sabios clérigos católicos. En los abusos no incluyo el combate a husserlianos/as, «intelligenti pauca». Afortunadame otros estudiosos afirman, con razón, que de sublevación nada, y que tánto respetó su subordinación a los Poderes Constituidos, como apoyó expresa y oficialmente (en cartas pastorales propias y otras conjuntas con el Episcopado alemán) la guerra contra los enemigos de Alemania, Europa y la Humanidad, la Gran Guerra, tanto contra los Yankis, ingleses y demás demoliberales, cuanto, y muy profunda y vehementemente, contra los bolcheviques y la Unión Soviética, Aliados (de Este y Oeste) demoníacos, a los que siguió llamando expresa y constantemente, hasta el piadoso fallecimiento del prócer, o sea, siempre: «El Enemigo» («DER FEIND!», «sic») , por tánto también durante la ocupación invasora Aliada ostensible, antigermánica, projudía, tiránica y genocida, sobre y contra el Reich y su venerado pueblo.
CAPITULO II : Continuación y abordaje de la figura del Beato :
El Beato Obispo Marqués de Gallen, sabedor del internamiento masivo de alemanes en campos de concentración Yankis en Alemania y Francia, reprobó tan cruel proceder (correlativo al de Stalin con los prisioneros de guerra, secuestrados en los gulags, de los que poquísimos salieron vivos, muy maltrechos) que entre 1945 y 46, año del fallecimiento del Beato, asesinó alevosa, premeditada, sistemática y cruelmente a millares de germanos, según un plan de exterminio ordenado por Eisenhauer inspirado en el plan judío Morgenthau de «desnazificación» inmisericorde contra innumerables personas de Bien, como demuestran las investigaciones de Jaque James, un estadounidense honesto, cf.: http://www.freepdf.info/index.php?post/Bacque-James-Der-geplante-Tod
,el prestigioso historiador Thomas Goodrich, ver un video de su libro «Hellsturm:
Resumen en español:
https://ricardodepereablog.wordpress.com/2018/09/30/tormenta-infernal-epilogo/
y el investigador Michael Mcaughling:
mclaughlin-die-ethnische-saeuberung
Europäischer Kreutzzug gehen unseren gemeimsamen Feind und Feind der deutschen Bischöfe, auch gegen den Seligen Bischof Graf Von Galen. Unveröffentliche Aufnahme. Wehrmacht, Artillerie. 1941?. Sammlung «Josefina González Valdayo, Armonía». / Cruzada Europea contra nuestro Enemigo común y enemigo de los Obispos germanos, incluido el Beato Obispo Marqués de Galen. Foto inédita, colección «Josefina …».
Son precisamente esos asesinos en masa extranjeros, EL ENEMIGO, es decir, ni germánicos en su conjunto, ni aliados del Reich, ni germanófilos como los Tradicionalistas Católicos españoles no sectarios (Falangistas, Carlistas de «La Unión», y miembros de la Falange Española Tradicionalista… «Partido Único» del sistema franquista), los que ensalzan sobremanera la figura del Beato, ocultando que los que peor se portaron con él, quienes más le amargaron la vida, y lo humillaron y vejaron más que nadie fueron los enemigos invasores y ocupadores, los grandes asesinos en masa, y tiranos miserables. El Gobierno Militar yanki de ocupación, tras la invasión Aliada diabólico que engulló al Reich, ninguneó «materialiter» sacrílegamente, con plena premeditada, alevosía, planificada política de ninguneo, al Obispo. Eso es peor que enfrentársele, peor que discutir con él, o llamarle la atención, y, evidentemente lo absolutamente peor comparado con hacer caso al Obispo, aunque fuese a regañadientes. Para los «nazis» el famoso Obispo de Münster y Marqués era un personaje de peso, lo temían (reverenciaban en el fondo) y respetaban, alugunos con disgusto, y otros gustosamente, pero siempre con la alta consideración que le debía cualquier nacionalsocialista católico. Para los tiranos del Gobierno Militar de ocupación fundamentalmente judía, Von Galen «no era nadie», lo que decía, sus quejas, ruegos, súplicas en favor y misericordia para sus compatriotas oprimidos, torturados, finalmente muchos exterminados por esa gentuza no eran ni tenidas en cuenta, ni contestadas. Era el absoluto desdén, ninguneo, abandono, silencio administrativo, «muerte social» frente a los soberbios dictadores extrangeros y enemigos criminales despiadados. La población pasaba hambre, el Muy Reverendo Padre holandés Warenfried Van Straaten, O.P., a quien conocí personalmente en Sevilla, a quien saludé dentro del templo hispalense de Nuestra Señora de los Remedios, quien me abrazó con mucho afecto (casi me estruja, era un gigante corpulento, yo un joven pequeñuelo, menudo) y con quien conversé en alemán, comenzó su labor ingente de beneficencia recogiendo, en Holanda, bíberes para los alemanes que desfallecían de hambre en la inmediata postguerra. Mucho plan Marschall para reconstruir edificios, e infraestructuras «muertas», y mucho plan judío Morgenthau para aniquilar en gran medida y de mala manera a los seres humanos alemanes. Repito, por si no se quieren enterar los atontados alemanes hodiernos, y la mayoritariamente idiotizada juventud moderna, de vestuario yanki, pirsings y salcillos en chavales, que, gracias a Dios, no son todos mis germánicos compatriotas de espíritu, pues sigue habiendo preciados camaradas míos en esa tierra de héroes, sabios, guerreros y Santos: QUIENES PEOR SE PORTARON CON ÉL FUERON LOS ALIADOS DEL DIABLO Y GOBERNADORES MILITARES OCUPADORES DE ALEMANIA Y CRIMINALES DE ANIMO Y ACCION: «EL ENEMIGO», no «los nazis». ¡Alemanes, os juro (que excepcionalmente permitiráme Dios jurar esto) que, si no quedara ya un solo alemán vivo, heredaría vuestro deber y misión de venganza, en cuanto me alcanzaren mis fuerzas de «perrito a los piés de Santo Domingo de Gutz Mann»! Más aún, mis palabras os las regalo como dardos encendidos, para que los dispareis a «El Enemigo», y os las digo en español, «liebe Waffenbrüder», para que entendais que un alma que habla español os expresa, en esta lengua ínclita de aguerridos Santos, Conquistadores intrépidos y héroes, el amor profundísimo de un corazón que late por vuestra sagrada Patria, como si fuera la mía propia.
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Todos los investigadores alemanes modernos u omiten todos la cuestión de la validez de las leyes nacionalsocialistas , o unas u otras, o casi todas, o muchas, o por lo general; o bien afirman que eran invalidas todas, como asevera, con la mayor maldad, desfachatez y desvergüenza el antipatriota Tribunal Consiticionsl de la BDR, suprema magistratura de un aparato tirano de dominio y opresión contra la Alemania genuina, consciente de su identidad y valía, y de su derecho a ser independiente de la barbarie aliada, perfectamente existente desde su formación y en la actualidad. Ello constituye un prejuicio muy grave que, proyectado a los Obispos católicos, y a la inmensa mayoría de los católicos alemanes del III Reich, contamina todos los juicios de crítica histórica, especialmente psicológico histórica y ético histórica, o historia de la actitud ética y moral de nuestros Camaradas alemanes del III Reich católicos, y de otras convicciones metafísicas. Las consecuencias de ese prejuicio y falsedad, combinado con otros de tipo filosófico jurídico han tenido efectos atroces de injusticia no sólo contra fascistas alemanes, sino también con democratistas o pseudo democratistas, adeptos à la ideología revolucionaria, pero penados, o «víctimas» de la represion de la Administración Pública del III Reich, como ha sido el caso flagrante de los maricas antinacionalsocialistas, castigados por las pertinentes jefaturas del III Reich. Sobre ello diré más, en los próximos días (todavía me queda por completar) en mi critica, más adelante en este opúsculo, completa y complexiva a la de los investigadores modernos alemanes «antinazis».
Otro de los defectos lamentables de esa gente estudiosa es su ausencia de multidisciplinaridad de método, juicios y conclusiones de diversa índole cuentífica.En el menos déficiente de los casos, no emiten juicios, ni argumentos, ni conclusiones, teologicos, ni de dogmática y Moral católicas, aplicadas al caso. Muchos hacen juicios morales corruptos sobre los hechos históricos, y sus personajes, sin penetrar la psicología profunda, principios metafísicos, los éticos y las circunstancias idiosincrasia y sociológicas de los juzgados; no comparan hechos de El Enemigo, con los de la propia Nación y aliados propios de guerra. Casi siempre dejan presupuesta una ética dogmática, para no pocos filósofos discutible, o bien afirman que son inmorales o criminales de lesa Humanidad Hitler, Rosenberg, Bormann, Von Riventrop, Göring, Hösch, etc., deslizando epítetos descalificativos, emanados de una ética corrupta, de base ideológica revolucionaria o democratista, mientras Eisenhauer, Shalomo Truman, y no digamos Gengis Kan, Atila, los turcos respecto de los armenios (en el exterminio sistemático de estos), etc., se van de rositas.
Como repetiré en mi postrer análisis de las críticas modernas de los investigadores alemanes del Nacionalsocialismo y del episcopado alemán de la época del III Reich, el peor vicio fundamental de la crítica moderna, fraudulentamente democratista, hecha por judíos, masones, la mayoría de herejes o protestantes, ateos, materialistas, revolucionarios (liberales [incluidos democristianos] , socialistas, socialdemócratas, comunistas) y los pseudocatólicos o bugninianos, consiste en partir del dogma falaz de que la Iglesia Católica alemana hasta tal punto y en tan gran número no era nacionalsocialista, que existieron dos grupos sociológicos, a saber : Por un lado la Iglesia (a la que se asocia en un macro grupo, a los herejes denominados «cristianos protestantes») y, por otro lado, la sociedad nacionalsocialista compuesta de NSDAP, su Estado Alemán o del Reich y su masa de adeptos o esencialmente Nacionalsocialistas convencidos. Un hecho histórico es pilar de refutación de esa falacia de El Enemigo : El último plebiscito en que el NSDAP lograba la totalidad de los votos alemanes. La iglesia alemana, de Clérigos y laicos, quedó muy defraudada del Partido denominado de Centro («Zentrumpartei»), algo así como la CEDA española. La Iglesia alemana era, esencial y masivamente, nacionalsocialista, por cuanto los conflictos entre la iglesia alemana y otros Nacionalsocialistas, han de entenderse como definitoria, real, e históricamente lo fueron, o sea, como conflictos internos de la población nacionalsocialista alemana. Los partidos socialdemócrata y Zentrum se autodisolvieron, no por coerción del Estado Nacionalsocialista, sino porque se quedaron sin apenas secuaces, fueron abandonados por el pueblo alemán. El Estado alemán era el pueblo alemán casi todo, y miembros del Estado Totalitario eran también individuos católicos, clérigos y laicos, aunque los partidarios del Sacro Romano Imperio Germánico, compartiendo con el Nacionalsocialismo la esencia definitoria de éste, abogaron siempre, como el Obispo austríaco Dr. Prof. Aloys Hudal, por la repristinación de algunas notas políticas que antiguamente poseía el Sacro Imperio. Aclaro que la palabra Estado, y Estado Totalitario, no significa lo que el vocablo moderno, o de matríz revolucionaria. El Estado Fascista (italiano, vo alemán, etc.) es todo el pueblo sano Soberano, jerarquizado. De ahí que, cuando se sentenciaba que todo era Estado, y nada fuera del Estado, evidentemente se hablaba de «El Pueblo Estado», sano, sanado, o saneado, entero e integrado, organizado en orden fascista de régimen de vida . La acertada crítica católica a la economía liberal, y la marxista leninista, no era menos radical que la del gran Gottfried Feder. El Tomismo, el suarismo, la Escolástica, dominante en aquel entonces, estaba a la vanguardia de la refutación y lucha contra toda especie de ideología revolucionaria, la enemiga de la del Nacionalsocialismo, su Estado Pueblo, y el III Reich. Los manuales de Filosofía y de Teología Moral, escolásticos, eran universalmente impuestos en Seminarios y Universidades Pontificia que integraban Facultades de respectivas diversas Ciencias, incluidas las empíricas. Ejemplo, el tomista Manuale del Padre Prümmer, O. P., cuya primera edición es de 1915 (Friburgo en Briscovia), y las siguientes, contando la de 1940,se protajeton hasta la de 1953, que serviría para ese año y los siguientes. Esa élite clerical, Sacerdotal, católica y eclesiástica, con añadidos insignes Maestros seglares como Víctor Cathrein, sabios de autoridad prestigio, suprema inteligencia, Catolicismo genuino, nobiliarismo, aristocraticismo, monarquismo, integrismo social con defensa del ideal perfecto y practicable de la Justicia Social, era parte integrante y valiosísima de la sociedad fascista, instrumento capital a favor de una política sana, justa y antirrevolucionaria. Porque la Revolución fue y es la principal enemiga de la Humanidad y de la Iglesia de Cristo, masiva, premeditada, sistemática y alevosamente la persiguió siempre, martirizó y combatió, causándole inmensas perdidas en personas y bienes, y de dicha tradición sapiencial católica se nutrieron muy principalmente Mussolini (a pesar de su pasado marxista, y a pesar del idealismo absoluto de Gentile, como Filósofo, no tanto como propagandista del Partito Nazionale Fascista), Hitler (voluntaria y libremente siempre adscrito a la Iglesia Católica, criado en Austria católica Tradicionalista), Hess, Hudal, Degrelle, etc.. El propio Jefe de las SS-SD, y Protector de Bohemia y Moravia, Reinhard Heydrich, asesinado por viles terroristas espías, dirigidos por el Servicio inglés masón de Espionaje, fue educado enteramente en su familia y escuela católicas *.
*En España resulta más evidente, pues la FE, y luego Fe y de las, JONS, y finalmente FET y de las, JONS (de cuyos miembros se formó la división de voluntarios españoles, conocida como la, División Azul) era confesionalmente católica, y el III Marqués de Estella y Jefe Nacional de ese movimiento, genéricamente Fascista de Fascismo español, amigo y Camarada de los alemán e italiano, rumano, etc., los fascismos europeos) era católico, de formación católica Tradicionalista, de escolaridad con asignatura de Filosofía, la cuál era escolástica, y sostenedor, oficialmente en discurso al público, de que Santo Tomás de, Aquino era el teólogo y filósofo culminante en la metafísica y su sistema verdadero. La esencia del Fascismo español y del Carlismo cabal, el del periódico «La Unión», Camarada de los Fascismos europeos , como lo fue el gran Víctor Pradera, muy alabado por el Caudillo, Generalísimo Franco, es de humanismo católico o inspirado por este, es principal, histórica, fundamental y ampliamente escolástica en su ideario, es continuación de la tradición católica genuina, y, por tanto, contrarrevolucionaria, enemiga de su más mortal enemiga. En la España del Caudillo hallaron refugio oficial, protección e integración privilegiada, el WAFFEN-SS General Dégrelle, el WAFFEN-SS Otto Skorzeny, Y otros muchos, todavía secretos, empleados, algunos, en el Banco Comercial Transatlantico («Deutsche Bank») y otras empresas dependientes vinculadas con Alemania.
La sociedad y cultura Fascista, nuestros Fascismos en lo más esencial, fue y es continuación, con algunas innovaciones accidentales, de la Civilización Europea de unos Romanos Pontífices, autores o publicadores de los mejores alegatos, también argumentos de filosofía incluidos, contra las ideologías revolucionarias y sus drmsnes contra los inocentes, y se conservan, como prueba irrefutable de este hecho las instructiísimas papales declaraciones solemnes y condenas, como el SYLLABUS, De Pascendi, etc.. Los Romanos Pontífices eran los más profundos y prestigiosos y escuchados publicistas, gracias a la multitud de católicos Obispos, Presbíteros, Universidades, Órdenes Terceras, revistas religiosas, etc., con doctísimos Obispos y Presbíteros, autores ellos mismos de excelentes escritos doctrinales, en teología, Filosofía, política, etc. *,
(* siendo, por lo demás, la inmensa mayoría de los Clérigos Mayores, e incluso ya en los últimos años de Clérigo Menor, cultísimos, hablaban el latín como si fuera du lengua madre (estudiaban en latín en los seminarios y estudiantados, desde niños, y al menos durante las clases o lecciones, estaba severamente prohibido hablar en vernácula,)
elocuentes oradores y predicadores, confesores, maestros de escuela clérigos, una inmensa pléyade con que los Papas contaban por doquier, para difundir de múltiples maneras, pedagógicas, sus documentos públicos y divulgados, Católicos puros, luminosos, de amparo de la Naturaleza sana, de fecunda vida y prosperidad, orden y felicidad para los pueblos, una Predicación Pontificia inmaculada, solemne, viril, divina, soberana, Civilizacional, cumbre, equilibrada, Tradicional y Tradicionalista Católica contra la Revolución y sus inspiradores ora remotos (protestantes, especialmente Lutero, Calvino, Zuinglio, Anabaptistas), ora próximos («Ilustrados extremistas e impíos y laicistas», Judaísmo, Masonería [la degenerada desde finales de siglo XVIII], opinionismo relativista ilustrado a lo volteriano, modernismo, laicismo, etc. ), el Pontificado, casi todos sus Obispos y Presbíteros, contra la barbarie diabólica, trufada de graves errores, viciosa, de depravados, asesina y ladrona revolucionaria, ya en alzamiento, ya institucionalizada o en el Poder, (que usaba el eufemismo hipócrita «desamortización«, para robar a la Iglesia, inmensa cantidad d tierras e inmuebles, forzando a la secularización de cientos de miles de clérigos regulares y sus postulantes).*
*Los impíos (y paeadógicamente ni más ni menos que el gran Melchior Ferrer, católico íntegro e historiador máximo del Tradicionalismos español, uno de los principales del Diario Carlista filoitalofascista y filonacionaldocialista «La Union») llaman «ultramontanos» a los católicos genuinos, a los que no les reconocen autenticidad, pues los ponen de fanáticos, extremistas, una facción dentro de la Iglesia católica, a que, según los revolucionarios, o liberales «y compañía», pertenecerán también y principalmente los católicos liberales y moderados, los más verdaderos católicos. Ello contradice la realidad y a todo el Magisterio Católico doctrinal, pues, si los «ultranontanos» son los católicos antirrevolucionario, o sntiliberajes, entonces los Papas, hasta Pío XII, eran todos ultramontanos. Claro que esta chusma critica pseudocientífica y antihistórica, nunca ha calificado de ultramontanos, con este nombre, a los Papas, pero interesaba a estos falsificadores dela Religión y la Historia, que los «no ultramontanos» pareciese en comunión con el País, de lo contrario quedaría de manifiesto que los no ultramontanos son, por definición, por esencia, y por merecido título, : NO CATÓLICOS, antiultramontabos y, por tanto, ANTICATÓLICOS.)
La Fascista era la continuación, adaptada a nuevas circunstancias, de la Tradición Europea de la Derecha Católica, la del Abate Augustin Barruel, S. J.,
cuyas obras fueron traducidas inmediatamente a diversas lenguas europeas, y tubo un gran influjo en toda Europa,
como el Conde De Maistre, y más tarde Donoso Cortés, Marqués de Valdegamas (+Magín Ferrer, Vázquez de Mella, Ramón Nocedal y Romea), el doctísimo jesuita muy influyente, en la Europa Católica, y el Derecho Natural, Taparelli D’Azeglio, religión católica y Tradicionalista de la Derecha, a la que se suma el, convertido al Catolicismo, Conde Artur De Gobineau, el gran genio francés, imitado por Chamberlain.
En Europa y en todo el Mundo la Iglesia Católica tridentinista, renacentista y barroca/Romántica era supremoclerical, jerárquica y masivamente dominante, clasicista y la herencia del clasicismo del final de la Era Feudal, de la España y Roma desde en la segunda mitad del siglo XV hasta casi mediados del siglo XIX*
*(la Inquisición española FUNCIONÓ, con un paréntesis de 3 años de golpe de Estado liberal, hasta la muerte de Fernando VII, y la Romana y Universal siguió su curso)
era Euetnista, más o menos a la manera del Inquisidor de LLerena Escobar del Corro y de Vázquez de Mella, era la sociedad más profunda, científica y militantemente más fecunda y más principal a favor de un ideal social y político sano, y, consecuentemente, enemiga acérrima de su letal criminal aberrante enemiga y muy mortal enemiga del pueblo sano y políticamente comprometido honesto : La sociedad revolucionaria. Nadie como la Iglesia católica fue tan fecunda en la producción académica y la influencia sobre política. El Príncipe Metternich es buen ejemplo, de los últimos grsndes. Las llamadas Iglesias Ortodoxas griega y rusa, no eran menos beligerantes contra la peste revolucionaria, opuesta a cuanto de tradicionalismo cristiano, aristocrático, y social, defendían y defienden esos grupos numerosos. No es pues, casual, que el «Kronjurist» del III Reich fuese un alemán muy católico, el Profesor Schmitt, militante del NSDAP, profundo y ferviente católico Traficionalista, admirador del Marqués de Valdegamas y del Conde De Maistre (Gran católico pensador francés) ambos Embajadores o Ministros Plenipotenciarios, el uno en Berlín, el otro en Rusia*.
*Curioso que también el Conde De Gobineau fue Embajador de su País, en Berna, y diplomático.
La Iglesia alemana, como parte del Reich, del pueblo alemán esencialmente o lo bastante nacionalsocialista, participaba de las políticas fundamentales generales de su Reich, el que en parte constituía intrínsecamente. La organización de la cúpula política y administrativa del Estado, el orden social, el de Seguridad o militar, incluidas SA y SS, la política concordataria, la diplomática ante otros países, la antirrevolucionaria (antiliberal, antimarxista y antianarquista), la de guerra, la euetnista Aria*,
[*oficial, no los racismos materialistas privados, o al estilo Rosenberg que consideraba cada religión concreta era producto humano y determinado esencialmente en su dogmática doctrinal y moral y en sus formas características propias necesarias de expresión, por la raza de su autor, de modo que por ejemplo el Antiguo Testamento era efecto puramente humano y racial judío de autores judíos. En uno de los NS- Monatshefte, otro autor afirma que el antiguo pueblo hebreo era ario, y el Antiguo Testamento fue escrito por arios, lo qye no implica que dicha redacción material implica se, o excluirse, la particular Inspiración Divina de toda la Sagrada Escritura, en sus dos Testamentos. ]
la antijudía (sin connotación racista «mendeliano sensu», pues no existe, en ese sentido, raza judía) * ,
[*La unánimemente considerada más acerrkma crítica a actuaciones y sus políticas concretas correspondientes, al Gobierno Nacionalsocialista o sea, la Encíclica «Mit brennender Sorge» no dice J a palabra contra la política y acción antijudios d Régimen y Poder Político del Estado Nacionalsocialista. Ese grandioso silencio, deliberadíma omisión de juicio y de crítica, menos aún condena, es elocuentisimo, dice y vale más que toda la Encíclica junta, y revela la actitud gloriosa de Cristo y su Santa Iglesia contra los fariseos, llamados judíos, y su siniestro convento. Ese solemne expresivo silencio docente en Magisterio Pontificio y extraordinario de la, Iglesia aprobaba, de suyo, en inevitable interpretación de sentido común, la política antijudios del Nacionalsocialismo oficial práctico antijudía. Ese magnífico silencio didáctico, constituye una prueba irrefutable, reforzasa, en extremo, por el hecho histórico í controvertido, de que ningún Obispo Católico germano, ni no germano, se opuso entonces a las denominadas Leyes de Nüremberg, al menos que conste fehacientemente una intervención oficial, ni oficiosa. sí lo han hecho, «a toro pasado», los obispos pseudocatólicos montinianos, sin que sus manifestaciones sean Magisterio católico, ni valgan ni un ochavo. Dice el judío sionista «historiador» Friedländer, que a consecuencia del plan de «La noche de los cristales rotos» 1938, la federación de maestros de escuela Nacionalsocialistas exigió que la impartición de la clase de Religión Católica en las escuelas fuese suspendida por orden gubernamental, alegándose que en el Catolicismo y por sus profesores de Religión, se ensalzaba a los judíos, contra lo cuál inmediata y enérgicamente el Cardenal protestó ante el Ministro de Educación, Bernhard Rust, replicando, el insigne Prelado, que cualquier creyente maestro de escuela sabe que eso es falso, antes bien es todo lo contrario » ( «Jeder gläubige Lehrer weiß, daß diese Behauptung falsch und daß das Gegenteil richtig ist“. Cf. Friedländer, «Das Dritte Reich und die Juden. Band 1: Die Jahre der Verfolgung: 1933–1939. Beck, München 2006, S. 321.). Si ese episodio tuvo lugar o no es perfectamente indiferente, pues es verdad, en la verdadera Iglesia Católica, para todos los católicos auténticos, sean o no «clasicistas», lejos de ensalzar se a los judíos, de suyo opuestos al Cristianismo y a la Iglesia, se los afirma, con la mayor oficialidad, pérfido, «Sinagoga de Beelzebú» «hijos del Diablo, Padre de la Mentira». Aseveran los judíos sionistas del peor de los Sionismo, que la única voz de «la Iglesia Alemana», refiriéndose al Clero, especialmente Obispos y Presbíteros, que se alzó contra el hostigamiento y deportación Nacionalsocialistas contra los judíos bajo dominio del Reich fue la del Presbítero Bernhard Lichtenberg, al que en 2004 los judaistas y sionistas antifascistas han otorgado el título de «hombre justo entre los gentiles», lo que, en lenguaje talmudista farisáico suena así : «Servidor o lacayo voluntario de los judíos, por ello un justo entre los inelegidos o excluidos por Dios, y por tanto como cerdos y bestias de carga, dispuestos por Adonai, para ser siervos de los hombres plenos, o sea, los judíos, destinados por Dios, a gobernar a todo el mundo, en todos los sentidos y para siempre». Los gobernantes NS tuvieron mucha paciencia contra este judaizante, abierta y radicalmente contrario al Fascismo alemán, y al Régimen, emprendiendo acciones de ayuda al enemigo del Reich. Le perdonaron muchas barrabasadas, lo condenaron a dis años de cómoda prisión, peto siguió contumaz en su militancia contra su patria y soberanos legítimos en la política de guerra, ese traidor. Dijo, al parecer, que una sinagoga (del Diablo) que ardía durante la Noche de los Cristales Rotos era «un Templo de Dios» («sic»). Entre Abril y Mayo de 1944, la Gestapo y el Opispo Propio del Clérigo rebelde, uno de los prelados más críticos con actuaciones del Gobierno NS, le pidieron no predicar mientras durase la guerra. Probablemente, en secreto, el Obispo Residencial se lo ordenó, pero el saboteador de la política de guerra del Reich se negó a ello. (Cf. https://www.yadvashem.org/de/righteous/stories/lichtenberg.html). Si no hubiese fallecido de muerte natural, cuando aguardabaa ser internado en el KZ de Dachau, sino ejecutado, hoy día estaría canonizado por los montinianos de la pseudoiglesia secta projudía y judaizante revolucionaria, empelada en demostrar que «la Iglesia alemana» era filantrópica projudía, y enemiga de toda la política antijudía del Reich. Por lo menos los fariseos del Yad Vashem, al menos en esto, dicen la verdad, en la página citada en el precedente enlace. No obstante lo dicho, Lichtenberg, de ostensible semblanza caricatures à judía, tuvo gran. mérito cristianó en pedir acompañar a los deportados, asistirlos y confortarlos, pues el. mejor método para vencer a los judíos es amarlos, tratarlos con Caridad y respeto. Sinembargo ha de seguirse la pragmática de nuestros Reyes Católicos de Esisla, y no permitir que judíos residan en territorio de nuestras naciones europeas. El Estado Nacionalsocialista fue demasiado tolerante, al mantener en territorio alemán a los judíos y no deportarlos hasta los últimos años de la guerra, lo cuál, y con políticas intermedias como la creación del gheto Theresienstadt, si bien la mayoría de los judíos seguían viviendo libremente entre la población alemana, es gesto de condescendencia inaudito en contraste con la política de dichos Reyes Católicos y sus sucesores en trono español, hasta la abolición de la pragmática sanción, bajo reinado del vividor permuto, residir, usurpador llamado Juan Carlos I de Borbón y Borbón. La separación no es medida impera da por odio alguno, sino como precaucion en defensa de la soberanía nacional libre de insiduas y yugo judíos. Y la deportación tenía por finalidad que en tiempo de guerra, los judíos, declarados enemigos , no se dedicarán al espionaje desde dentro de las fronteras alemanas, ni se hiciesen paisanos o guerrilleros, ni francotiradores, ni atracadores y asesinos sueltos, ni sabotearan la labor bélica alemana, ni se unieran al enemigo beligerante,
No por casualidad un solo clérigo, ese de la foto, Bernhard Lichtenberg, fue execrable excepción en el Clero de la Iglesia católica local del Reich. La Iglesia, empezando por su Cabeza, nuestro Dios y Señor Jesucristo, cuya vida y Predicación o Ev Salud, Verdad, Moral y Ética Natural, en controversia defensiva y condenatoria contra las invectivas del Judaísmo y sus sectas, especialmente la farísea, está, estuvo y ha de estar siempre contra «la Sinagoga del Diablo» , y contra el hegemonismo judío fariseo y sus siniestros planes y manejos para anular las patrias destruir la conciencia y orgullo de las estirpes blancas de no judíos, y esclavizar al mundo entero no sin antes seguir corrompiendo cuanto pueda de la población de la Iglesia, y seguir intentando, finalmente con la mayor expeditividad de medios, aniquilar la Religión Cristiana. Los Evangelios y la condena paulina están perfectamente dentro del objeto material y formal de la prohibición de las pseudoleyes projudía que proscriben manifestaciones contra los judíos. No se osa ejecutar contra los Evangelios, las medidas ejecutivas y represivas de esa prohibición, porque millones de personas resistirían violentamente. Pero, apenas pudieran, los judíos y sus gobiernos siervos, sociológica y físicamente ejecutar en concreto dicha prohibición, lo harían de inmediato. La Vida terrena de Jesucristo, y su Doctrina, es la lucha entre fsrisrismo y fariseos, judíos, y, por otro lado, Dios, Cristo, la Víctima crucificado, se la perfidia judía. y la cobardía y prevaricacion de un Gobernador Juez pagano, Pilatos, alevusamente ciaccionafo e intimidado por los pérfidos judíos, no por los buenos que también los había, unos muy poquitos, que de judíos sólo conservaban el título según las leyes judaistas. El antisemitismo luterano y el voltairiano, van a la zaga del Católico. Los libros emblemáticos como el influyentísimo en las decisiones tomadas por la Santa Sede en relación a lo descubierto por el autor Eisenmenger (Cf. El estudio de esa obra, escrito por Pohl, de Eisenmenger), el antijudío del Catedrático numerario en Sagrada Teología católica, precisamente en la Universidad de Bonn, Doctor Eduard König (pdf: https://ricardodepereaygonzalezylopezyvaldayo.files.wordpress.com/2020/12/konigantisemit.pdf ) y los del Señor Cura Párroco de Auer Geisslingen , en 1921, no son más que ejemplos destacados de lo que era el pensamiento universal de todos los católicos genuinos, especialmente los clasicistas e intencionalmente apogeístas de una punta a del mundo, en la Oglesia Católica regida por hombres blancos y de nuestras estirpes europeas. El Muy Rvd°. Padre Pronaitis, arionórdico báltico, no es una excepción, sino simplemente uno más de tantos clérigos que pensábamos y pensamos lo mismo.
I. B. Pranaitis – The Talmud Unmasked.pdf – Tesis doctoral de 1892, cuyo original en latín no he hallado aún, por lo que ahora tengo, que es una traducción al inglés :
Cf. también los estudios del Fraile Douglas Reed.
El Beato pertenecía a una Iglesia que en las Preces, durante la Semana Santa, rezaba: «por la conversión del pérfido pueblo judío» («sic») Y yo voy por la misma senda católica, no obstante aclarando mucho mis ideas, https://pablorojasobispocatolico.wordpress.com/2019/12/12/pacifica-actitud-y-concordia-de-su-excelentisima-ilustrisima-y-reverendisima-catolica-grandeza-episcopal-con-los-neohebreos-y-adeptos-suyos-intencionalmente-fieles-a-la-tora-o-antiguo-testamento-de/ .
la eugenesista, Euetnista y euetnesista*
*La excelsa Iglesia de Cristo ERA (Y ES, EN EL REDUCTO que subsiste «williansoniano») EUETNISTA ARIA, O DE PRIVILEGIAMIENTO DE LAS CASTAS EUROPEAS O BLANCAS, CON SI NOMBRE, O SIN EL, DE ARIAS. Castista, Euetnista, antropologicoeurosupremacista, sin detrimento alguno del universalismo de la Fe Católica y universalidad de la Iglesia y la extensión de la Caridad Cristiana : así era la Iglesia oficial y poderosa, con España a la cabeza del mundo católico, las España, el segundo Imperio msupr del mundo después del ruso. Primero imperio político, militar y administrativo, luego y siempre : Religioso, Católico, cultural y lingüístico. La figura jurídica, «utriusque iuris» «LIMPIEZA DE SANGRE», prestigiosísima, y extendudidima en un territorio mundial donde no se ponía el sol, y estando dicha institución civil y canónica en vigor civil hasta bien entrado el siglo XIX, es el precedente, y de más rigor o severidad, de las famosas denominadas «Leyes de Nürenberg» de mítica, sabiduría y política racial NACIONALSOCIALISTA o FASCISTA ALEMANA. Incluso en la época del Beato no se ordenaba «in Sacris», por ejemplo, a negros. Ni la Iglesia condenó las leyes de segregación racial de EEUU, Sudáfrica y Transvaal. La Santa Iglesia creaba, mantenía y atendía todos los hospitales, comedores de beneficencia, llevaba las Escuelas Pías, las de La Salle Matistas etc., para niños pobres, y, más tarde para infantes unos pobres, otros ricos, ambos a la vez, al mismo tiempo que seguía siendo jerarquista, aristocraticista y, simultáneamente, integralista para la salud y prosperidad de todo el pueblo, y socorro y elevación de los menesterosos.
Así era aquella Iglesia, restablecida, casi milagrosamente, de numerosas sangrientas persecuciones y expolios, agigantada, renacentista y Barroca, dominante en el Clero, y, por ende, en la mayor parte del laicado, que era la parte obediente y orgullosa de tan maravillosa sociedad religiosa, renacentista (inclusive su estilo barroco) pujante todavía en plena primera mitad del siglo XX, hasta la gran degeneración de Pío XII con sus abyectos Bea y Montini, y el capello Cardenalicio y la mejor Archidiocesis itálica (la que más Arzobispos han devenido Papas), Milán, para Roncalli. Así fue la Iglesia magnífica y magnificence, disciplinada, jerárquica, Aristocrática, de predominio de las castas blancas, radicalmente sntojidía, como Jesucristo, Nuestro Dios y Señor. Y la Orden más combativa, la Compañía de Jesús, un modelo de marcialidad espiritual y ascética, el mejor para las SS, como el Ejército esiartano lo fue para las SA (en que estivieron integradas muchos años las SS) . Para colmo las leyes generativas y raciales, y de la herencia racial, las descubre Su Excelencia, Reverendísima el Padre Abad Mons. Doctor Gregor Mendel, germano, austriaco y de lengua madre Deutsch. Y no hubo científico eugenista más sabio y polifacético o multidisciplinario que el Fascista y Muy Rvd°. Padre Dr. Fray Agostino Gemelli, O.F.M.. Se pongan como se pongan los luteranos, la peste hereje anticatólica penetrada también en el NSDAP, y ateos materialistas como el oriundo judío Alfred Rosenberg, aquella Iglesia LA Iglesia, la mía, fué la escuela fundamental de donde aprendió lo mejor y esencial el Fascismo, por supuesto también el alemán, y, curioso y paradójico : También todo socialismo en sentido genérico del término. Y, pues las naciones fueron realidades iniciadas en el ingenio católico, que las promovió y protegió, el cuadro está completo para afirmar acertadamente, a la, Iglesia Católica genuina cual la Gran Escuela para el surgimiento y formación de una Aristocracia Aria, Jerarquicista, Etnojerarquicista, Antijudía (por culpa de los propios judíos), Fascista y un Fascismo Nacional y Socialista. ]
eran libre y activamente compartidas por los católicos cabales, la masa de la iglesia alemana, clérigos y laicos, no pocos de estos últimos : también militantes del NSDAP. La Iglesia Católica, en su Magisterio Pontificio hasta SS. Pío XI ¡Inclusive!,y, por tanto, la disciplinada y Tradicionalista Iglesia alemana, a la que intrínseca, convencida, voluntaria y libremente pertenecía, como miembro de pleno Derecho, la Iglesia alemana, digo, y principalmente su espléndido episcopado y casi todo el Presbiterado, proporcionaba las bases más sólidas y la más poderosas y concluyentes argumentaciones contra la judería, masonería, y Revolución, sus ideas, políticas (también la bélica), ramas, regímenes, sistema económico, y pestífera espiritualidad laicista. La Peste del Laicismo no sólo era y es el título de un libro escrito por el a la sazón Párroco en Berlín, Marqués Von Gallen, era la sentencia irreductiblemente cristiana de la Santa Sede, el Magisterio Solemne de la Iglesia de Cristo y mundial, y la de los Obispos y presbíteros católicos auténticos. Ese Magisterio, y la Escolástica eran el filón ideologico en que se instruyó Adolf Hitler. Incluso el redactor de la revista Ostara, parte de la cuál (la común a otros pensadores católicos, concorde con el Catolicismo, o no opuesta a él) nutrió el ideario euetnesista del joven Hitler, era un Clérigo católico, que, conservando gran parte del bagage euetnista católico tradicional, desarrolló tesis propias, apoyadas, las principales, en Euetnistas católicos como el Conde De Gobineau, y en imitadores advenedizos como Chamberlain, si bien llegó a elaborar algunas tesis heteterodoxas y extravagantes que lo desautorizaron como maestro integral católico, y a las que Hitler no asintió. La Iglesia alemana, como parte de la Iglesia Católica Universal era parte del gran cuerpo universal católico, defensor de lo mejor del clasicismo europeo, integrador de lo mejor de Platón y Aristoteles, cultivador del latín y el griego (sobre todo en la «Iglesia Oriental»), recuperador de las grandiosidades más excelentes de las antiguas Grecia y Roma, creadora y continuadora del Renacimiento y su prolongación especial barroca.
La guerra mundial del 39 al 45 es el periodo de cuya responsabilidad y fenomenología criminal la gentuza democratistas más gravemente acusa, condena y pena no sólo a los gobernantes y jefes, y militantes Nacionalsocialistas, sino también al Nacionalsocialismo oficial, a todo Nacionalsocialismo, y, los exaltados de entre revolucionarios, no dudan en acusar a la Iglesia slemana, de colaborar con el Nacionalsocialismo, o no sumarse a la condena que manda la judería sionista, la masonería y toda la canalla democratista o revolucionaria, o sea, el enemigo prebelico, bélico y postbélico de Alemania y su Reich Germánico, europeo y nacionalsocialista o fascista alemán.
A la campaña del Este, TODO el Episcopado Alemán la declaró y denominó constantemente «Cruzada«, véase, p. ej. la siguiente Carta Pastoral colectiva del Episcopado alemán:
[El Presidente de la entonces «Fuldaer Bischofskonferenz» era el Cardenal Adolf Bertram, «Ewiges Heil Dir, Oh Fürst des Geistes und des Heiligen Römisch Deutschen Reiches!» Arzobispo de la Archidiócesis de Hildesheim y Obispo Príncipe de Breslau, título que pertenece a un mundo ya aniquilado por la modernidad déuda de la Revolución. En nombre propio y del Episcopado alemán, el 14 de Enero de 1935, condenó la despenalización del aborto deliberado en el caso de peligro para la vida de la embarazada, de proseguirse el embarazo; pero el Episcopado no deslegitimó al régimen en sí, sino dicho abuso. Sus Cartas Pastorales son ejemplares ( Cf. Zusammenfassung-Hirtenbriefe-Bertrand) . A través de su prebendado y encargado Profesor Presbítero MRP. Konrad Algermissen, combatió los errores del oriundo judío Rosenberg y los que predicasen cualesquiera nacionalsocialistas o no nacionsldocislistas. Cf. https://ricardodepereablog.wordpress.com/2019/06/25/hochwurdiger-herr-profesor-foktor-mons-konrad-algermissen-nietsche-und-das-iii-reich-celle-fruher-hannover-1946/ . Sobre la vida y labor del Prelado, también en el período nacionalsocialista salió un libro muy instructivo, cuidado con lo tendencioso, en 2015:
]
En dicho documento colectivo del Episcopado alemán se expresan las lógicas quejas que la propaganda mendaz suele atribuir sólo a Von Galen. Es cierto que ningún otro Obispo germano protestó contra la eutanasia y otros abusos gubernativos, en sermón ante el público católico (1 hubo del Beato, en 1941, enseguida divulgado por el mundo), y esto distingue al Prelado, de los demás Obispos germánicos; por cierto, discurso sacro inmediatamente conocido por el Führer, que «ipso facto» ordenó en firme parar irreversiblemente el plan eutanasico estatal. Sinembargo su homilía contra la «religión» inmanentista de Rosenberg (apellido inconfundiblemente judio) y su neopaganismo, que aseveraba que opuestos a la mente y Civilización arias estaban el judaísmo y el Cristianismo como producto puramente humano judío, ni fue la única homilía episcopal, ni la única presbiteral, ni la más analítica, ni la más fuerte.
Los conferenciantes, estudiosos e investigadores parecen muy mucho ser aborregados, en un asunto importante, por la propaganda enemiga y de ocupación de Alemania, pues es un tópico que el Beato Von Gallen haya sido el Obispo alemán más intrépido, activo, crítico, y más representativo de oposición, la que sea, al gobierno concreto nacionalsocialista, en cuanto a las medidas concretas contrarias a la Ley Natural. Los ingleses malos y sus camaradas de judeomadonería imperante judeoyankis inventaron la propaganda de Von Gallen como el de entre los obispos alemanes el más radical y productivo enemigo del Nacionalsocialismo, de Hitler, del Estado Nacionaldocuslista y del III Reich.
Antes de continuar asevero, sin que me quepa duda alguna, que ningún Obispo alemán fue enemigo del Reich, ni condenado de la empresa bélica con que Alemania, también expandiéndose, se defendía contra sus enemigos mortales y secuaces de la Revolución.
No, no fueron las críticas del Beato a medidas e ideas de ciertos funcionarios del Estado Nacionalsocialista, las supremas, ni Su Excia. Rvma. El Marqués Von Galen fue el Obispo alemán más combativo contra medidas inadmisibles de dichos funcionarios.
El tradicionalista, tridentinista, majestuoso, barroco, enérgico, catolicísimo, valerosísimo, heróico Obispo Residencial de Rottenburg, Johannes Baptista Sproll,
SER Mons. Sproll. Bild aus dem Stadtsarchiv…
401|520|Unbekannt|Bischof Sproll (1870 – 1949) soll seliggesprochen werden. …
a quien sus críticas doctrinales católicas y disciplinares de Iglesia de Cristo costaron el exilio,
(pero no por rebelión ni contra el Estado , ni contra el Régimen político nacionalsocialista al contrario de lo que pretende el autor de ese libro. Una cosa es insumisión expresa a errores o herejías, rechazo de la imposición del silencio respecto de ellas y los autores estríctamente individuales de ellas, y otras son sedición y rebelión respectivamente.
y el Muy Rvd°. Padre jesuita Alfred Delp
El Muy Rvd°. Padre jesuita Alfred Delp, ante el Tribunal estatal «volksgerichtshof») nacionalsocialista que lo juzgó en Munich, por encubrimiento de los preparativos del atentado contra el Führer, de 20 de Julio de 1944. El Magistrado lo condenó a muerte pir horca, al hallarlo convicto del crimen de alta traición. Se dice que le fue ofrecida luego, por la Gestapo, la amnistia o libertad, a cambio de que se saliera de la Compañía de Jesús, Orden o congregación de frailes a la que pertenecía, oferta que declinó. Seguramente sus muy anteriores críticas a la parte mala de la doctrina de Rosenberg no sirvieron a favor de su imparcialidad ante el Régimen político nacionalsocialista y su sumisión efectiva a los Poderes Constituidos políticos y militares. Fué ahorcado en Berlín, el 8 de Diciembre de 1944 (Día de la Inmaculada Concepción) en ejecución de la pena impuéstale por el estricto juez Roland Freisler.
El prestigioso juez Roland Freisler, profunda y bastamente denostado por los Aliados y los adeptos a la Revolución y al «Pensamiento Único» impuesto por la masonería judía y sionista. Foto tomada durante el proceso penal contra los acusados en relación al atentado criminal y asesino (costó vidas) de 20 de Julio de 1944, atentado delincuente letal, ensalzado por los Aliados y sus lacayos mentales, quienes ponen de héroes a los traidores, asesinos, criminales, porque para todos ellos «el fin justifica los medios». Los canallas de la BRD, siervos de El Enemigo, se cebaron cruel y sádicamente contra la pobre viuda del valeroso y leal funcionario. Los mandamases de la siempre humillada Alemania denegaron a la mujer la pensión de viudedad, por la cuál hubo de librar durísimos litigios contenciosos que finalmente fanó, gracias a la rectitud de los supremos magistrados, que no se arrodillaron ante la sala de la pseudojusticia colectiva y antifamiliar judía, por la cuál los «pecados» y responsabilidad derivada de actos (mal) considerados criminales la hereda la familia del que dogmatizan delincuente. Honor y honra a Vos, grandes Jueces libres. Tras la victoria de la viuda, los perversos legisladores dispusieron que, en adelante, de los funcionarios que fuesen convictos de nacionalsocialismo o fascismo germánico, no existiese derecho familiar alguno a reclamar pensionamiento. Maldita vuestra estampa.
(en la revista Chrysologus) hicieron las más agudas, amplias y críticas manifestaciones oficiales contra las tesis doctrinales heterodoxas de Rosenberg, como predicadores Ministros Públicos de la Iglesia, y el Vicario Catedralicio («Domvikar» = «Canónigo Decano del cabildo Catedralicio») de la Archidiócesis de Hildesheim y Profesor en el Seminario Conciliar de allí, el Ilm°. y Rvm°. Sr. Konrad Algermissen, escribió un libro de crítica a «El Mito…» de Rosenberg: «Germanentum und Christentum, …», 
prohibido, según se dice, por la Gestapo, como algunos otros de sus libros, lo cuál no hay quien, con un poco de seso, se lo crea, porque la obra cuya portada aparece en foto es de la segunda efición, del 39, y aparecen numerosos ejemplares esparcidos por el territorio de los germanoparlantes, lo que demuestra que no hubo intervención drástica y confiscatoria policial como es la propia de la eficaz Gestapo. Allgermissen no fue jamás represaliado.
Otros Oispos, como el Marqués de Freysing protestaron contra la eutanasia planificada, de que tuvieron noticia cierta, e intervinieron personalmente ante las instancias políticas pertinentes, optando por un modo inmediato, personal, más posiblemente persuasivo, reservado y discreto de queja, (pero oficial), aunque firme, pensando que ése era el mejor y más eficiente método para obtener alguna satisfacción. No obstante he ahí la Carta Pastoral que demuestra que los Obispos alemanes no guardaron silencio en público, y todos juntos hicieron ese acto oficial y divulgado de reprobación de ALGUNOS injustos procederes estatales o de responsabilidad de funcionarios. Del entonces Excelentísimo Ilustrísimo y Reverendísimo Señor Von Galen fueron solamente dos sermones los reprobadores de actividades organizadas por el Gobierno, a saber; en 1934 y 1941, el primero contra la anticatolicidad propagandística intelectual y agresiva de Rosenberg (descendiente de judería) con su ideario desviado, infecto de falsedades de toda suerte, y con la consiguiente coherente planificación «educacional» introducida en el aparato de la Administración Pública; y el segundo sermón, contra la eutanasia sistemática de imbéciles. ¡Dos, sólo dos veces, en los 12 años… de gobierno hitleriano!. El resto del Apostolado del Obispo Marqués fué el mismo que el de sus paisanos episcopales y por los mismos motivos de prudencia y eficiencia, o en evitación de una probable reacción de cólera y por ella represalias precísamente contra las víctimas. Así le aconsejaron que hiciera respecto de los judíos, éstos mísmos y sus rabinos. Parece ser que al Cardenal de Hildesheim y al de Colonia les propuso más directas y abiertas manifestaciones en público (quizá al estilo de sermones ante auditorios populosos) contra los abusos de funcionarios, pero, al negarse ambos purpurados, el beato no se atrevió a hacer él solo las cosas que proponía hicieran varios simultáneamente. No obstante lo dicho, su queja, en homilía, contra el desalojo de conventos, por parte de funcionarios nacionalsocialistas, fue inmediatamente atendida, y satisfecho su propósito, por el propio Führer. El desalojo fue parado en seco y jamás reanudado. ]
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Cripta de Santa María en Bethen, Oldenburger, lugar de peregrinación del Beato con Galen. Ahí se hallan grabados en lápidas marmóreas los nombres de los Caídos por Dios y por la Patria Germana de 1914-18 y de 1939-45, del «Landa» Oldenburger; no sé si también alguno de la Legión Cóndor fallecido en combate en la Cruzada de 1936-39 en España.
Reliquia del Beato Cardenal Obispo de Münster Marqués de Galen, en la Cripta Capilla memorial de los Caídos por Dios y por la Patria, de Oldenburg, en la iglesia parroquial de Bethen..
El Beato con Galen no es el único en sufrir las acusaciones de inducción o aprobación respecto de homicidios masivos considerados asesinatos, por los genocidas pasivos pacifistas. He ahí una imagen del Cardenal Mercier frente a los iracundos soldados protestadores germanos.
No sólo no se opuso al Régimen monárquico (un sólo Jefe supremo civil y militar) nacionalsocialista, sino también lo consideraba legítimo como tal , aunque advirtió homiléticamente de la validez de la premisa mayor, de por sí genérica, A LOS GOBERNANTES INDIVIDUALES, premisa que consistía en que: «Las personas físicas (como los regimenes, oficiales, u oficiosos, obstinados en, por principio, gobernar contra el Derecho Natural) no tenían legitimidad moral, Autoridad, o la perdían», lo que no implica que no pudiesen recuperarla tras corregir la mala conducta aludida. Dada la actitud episcopal y oficial del Beato ante los funcionarios, interpreto que hacía una advertencia a los gobernantes que obraban contra la Ley Divina Natural, y planeasen hacer el Mal, conminándolos a que rectificasen si no querían permanecer sin Autoridad; es decir, podían recuperarla, si hacían caso a las denuncias de la Iglesia, en esta materia de Derecho Natural, conocido y predicado por la Iglesia de Cristo. Al mismo tiempo, en su magisterio episcopal ordinario, acorde con el solemne pontificio en declaraciones dogmáticas y Encíclicas (Syllabus, Le Sillon, etc.), retenía absolutamente ilegítimos e insubsanables, o sea, de por sí contra el Derecho Natural, a los regímenes liberales autodenominados «democráticos»{que de democráticos no tienen nada y eran y son oligárquicos como sostienen fascistas y comunistas [el M.Rvd°. Padre Taparelli D’Azeglio, S.J., los denominaba «ordini rappresentativi«, y los fascistas «regimi plutocratici‘) (incluidos algunos llamados socialistas y los marxistas)}. Ello a pesar de tener el Beato a un hermano monárquico tradicionalista católico, internado en un campo de concentración, sin que yo conozca protesta del Obispo en ese caso tan íntimo para él. Personalmente, en coherencia con su educación privada monárquica tradicionalista, el Régimen Nacionalsocialista no sólo le resultaba legítimo, sino también debía retenerlo cual uno de entre los mejores, por su índole monárquica y estríctamente jerárquica, ello no quita el enfado que tenía e indignación contra los gobernantes que lo contradecían.
Sus reclamaciones eran legítimas y dentro del ordenamiento jurídico estatal nacionalsocialista. Su denuncia de actos eutanásicos fue interpuesta ante la Abogacía General del Estado, por tanto respetando especialmente el ordenamiento jurídico del régimen y del Reich, y la máxima instancia del Führer.
1936
Vergleich der täglichen Lebenshaltungskosten für einen Erbkranken und für eine erbgesunde Familie. Es wurde in der NS-Zeit zu Schulungszwecken verbreitet.
Systematik:
Geschichte / Deutschland / 20. Jh. / NS-Zeit / Rassenpolitik / Vererbungslehre
Inhumana propaganda de la política estatal contra la manutención de los subnormales.
En cuanto a las detenciones y presidio de Clérigos de su Diócesis, hizo lo obligatorio para un Obispo Residencial: Quejarse de que fueron detenciones sin comunicación – ora al respectivo Obispo Residencial, ora al Frayle, o monje, Superior canónico pertinente – de los motivos legales de las mísmas, comunicación que era deber del Estado, merced al Concordato entre el III Reich y la Santa Sede y viceversa, el cuál fue elaborado con participación, no la principal, del propio Obispo y del entonces Nuncio de Su Santidad Pío XI, cabe Alemania, Mons. Eugenio Pacelli, después Pío XII (que ese sí que era o se hizo antisyllabus, «democristiano», apoyando la campaña electoral a favor de la «Democracia Cristiana«, en Italia, a través del predicador Padre Giuliani). Fué Eugenio Pacelli, además, cual Cardenal Secretario de Estado de SS. Pío XI, quien varió, endureciéndolos innecesariamente, y poniendo en mayores dificultades a la iglesia alemana, los juicios que de los máximos gobernantes nacionalsocialistas hizo el Cardenal Faulhaber, en un informe substancioso y equilibrado que debía servir de borrador para el texto definitivo de un documento pastoral papal que ni se esperaba que fuese una Encíclica (documento de muy alto rango), ni que fuese la primera en alemán: «Mit brennender Sorge». Cf. sobre el fenómeno de la Encíclica, tres enlaces, a saber: https://ricardodepereaygonzalezylopezyvaldayo.wordpress.com/2020/12/20/nacionalsocialismo-catolico-catolico-nacionalsocialista-realidad-doctrinal-moral-e-historica/
https://ricardodepereablog.wordpress.com/2018/10/25/die-enzyklika-mit-brennender-sorge-1937/
https://ricardodepereablog.wordpress.com/2018/10/25/die-enzyklika-mit-brennender-sorge-1937/
El texto de la Encíclica pudo haber sido un memorándum y protesta diplomáticos y presentados por vías diplomáticas, Nunciatura, discretas, al Führer,y hubiese sido mucho más útil, incluso como advertencia de mayores protestas y defensa propia, si los abusos aludidos continuasen; pero con un Encíclica, sorpresiva, y divulgada al público alemán y al mundo, se asestaba un gran golpe y se ponía un tremendo acto de descrédito no sólo contra la prácticas abusivas de funcionarios del Reich, sino inevitablemente contra el propio gobierno nacionalsocialista, y su obra práctica, lo que, desde el punto de vista de la estrategia de política internacional vaticana y de la diplomacia, constituía un gran error, en cuanto se «daba al alillas» a la judería, y a los enemigos mortales del Reich, para que éstos jaleasen dicho descrédito, lo hipertrofiasen y lo usasen para aniquilar al Reich alemán, como efectiva y desgraciadamente llegaron finalmente a hacer. Con el rango de encíclica y su divulgación se estaba dando, al enemigo de la Iglesia, de la Europa más poderosa y del Reich, una baza de pelea, de denigramiento, difamación y ataque a la cabeza de nuestro «ejército» antirrevolucionario, cabeza que era Alemania, primera potencia mundial, con gran distancia de cualquier otra, Alemania cabeza de todo nuestro bando internacional Fascista contra la peste judeorrevolucionaria.
No obstante la crítica sana y prudente, inteligente, de cuanto no esté bien, es necesaria para rectificar y para una purificada instrucción. Los Principales del Régimen, en sus postrimerías (y antes también), el propio Hitler, etc. autocriticaron su «proceder de algunos actos de gobierno», su propia política, advirtiendo «errores» cometidos. Nosotros, los católicos, criticamos a católicos y no católicos, pues, «errare humanum est«, y delitos contra la Ley Natural penal los cometen personas de cualquier religión, e irreligión, sin que por ello deban ser juzgados como crímenes de la sociedad u organización religiosa a que pertenezca el delincuente. La autocrítica es , en cuanto tal, legítima, y a veces indispensable para corregir y mejorar.
Ciertamente detener e internar penalmente a Clérigos, sin notificar, a sus respectivas Autoridades Eclesiásticas competentes, el hecho y los motivos legales de tales acciones contravenía el Concordato y las leyes nacionalsocialistas aplicables en tales casos, así como su ordenamiento jurídico. Es un hecho, no una opinión.
En cuanto a las más perfectas, científicas, agudidimas y diáfanas críticas exegéticas, de Historia, arqueológicas, dogmáticas, teológicas y derivadamente políticas a la ideología del oriundo judío Alfred Rosenberg, fueron publicadas casi simultáneamente por todos los Obispos Residenciales alemanes:
ejemplos:
KirchlicherAnzeiger-StudienZumMythusDesXx.Jahrhunderts1934160S.Scan Amtsblatt 10 1934 Mythus Kirchlicher Anzeiger fuer die Erzdioezese Koeln – Studien zum Mythus des XX. Jahrhunderts (1934, 161 S., Scan) KirchlicherAnzeiger-StudienZumMythusDesXx.Jahrhunderts1934160S.Scan-
Es una leyenda falsa la que los historiadores alemanes que se ocupan del tema sostienen, sin fundamento, de que el Obispo de Münster fue «el responsable» de la publicación de dichos «Estudios …» . Fué quien la salvó de no llegar a efectuarse, en un determinado momento al menos, el primer instante, lo cuál es muchísimo. Fue el salvador del hecho de la primera publicación oportuna, que facilitó la decisión de cada uno de los restantes Obispos Residenciales alemanes (diocesanos y archidiocesanos) valientes, de publicar cada cuál en su diócesis, o archidiócesis, el texto, o parte de éste, al estar en proceso de reelaboración, con varias versiones, hasta inclusive 1935, pues el único Obispo que primero asumió la responsabilidad de dar su permiso positivo para la primera publicación inmediata oficial canónica de lo hasta entonces listo para publicarse, de dicha obra, fue, parece que espontáneamente, el beato, permiso (actuante a la manera de mandato) para publicar el primer texto ya listo, del libro. Es cierto pués, y es un hecho relevante, capital, y tal vez indispensable para el éxito de la empresa, también mérito del beato, que la primera publicación salió como anexo oficial del boletín oficial de la Diócesis de Münster, porque el Arzobispo de Colonia, el Cardenal Schulte, en el último instante retiró su permisión para que se publicara de inmediato el cuaderno en su Archidiócesis, pero la edición, que hubo y se hizo por iniciativa oficial del Cardenal Arzobispo Obispo Residencial coloniense, seguía siendo públicamente responsabilidad primordial, prioritaria, máxima, del Obispo Residencial de Colonia, a través de su Vicariato general, «Domvikar» Josef Teusch, también Director de la «Abwehrstelle gegen antichristliche Propaganda, des Erzbistums Kóln» ( «Oficina Defensora contra la Propaganda anticristiana, del Arzobispado de Colonia»). Bajo el impulso y auspicios del Cardenal Schulte trabajaron secretamente los científicos universitarios (Doctores, probablemente Profesores o Catedráticos), oficialmente nacionalsocialistas, elaboradores del extenso documento, todos de la Universidad de Bonn, perteneciente, «ratione loci», a la jurisdicción eclesiástica y territorial de la Archidiócesis de Colonia. Creo que nadie se atreverá a negar que Profesores o Catedráticos de Universidad estatal alemana, o austriaca, o del Reich, sólo podían serlo científicos Nacionalsocialistas, o no obviamente opuestos a los principios fundamentales del Nacionalsocialismo oficial del Führer. Ello no implicaba necesariamente no oposición a doctrinas privadas de un alto funcionario o gobernante nacionalsocialista, menos aún a al que se tolerase materialismo y ateísmo, por definición incompatibles con el Nacionalsocialismo de los Puntos Programáticos del NSDAP, y el ideario básico del Führer. Ese fue el caso de Rosenberg y de Martin Bormann. No obstante, el apoyo que recibió Rosenberg por parte del Gobierno, en la lucha por impedir, o, fracasado el impedimento físico, eliminar, cerrando por orden gubernativa la imprenta impresora de los textos refutativos del parcialmente sabio, y a la vez «dilettante» y sectario oriundo judío, toda crítica severa y en público a la doctrina privada pseudonacionalsocialista de Rosenberg en su Mito del Siglo XX, y en su réplica «A los negros hombres de nuestro tiempo», es una vergüenza para el NSDAP y una clamorosa incoherencia ideológica, política y ética, pues las desviaciones rosenbergianas, heterodoxas respecto del Nacionalsocialismo, en modo alguno merecían, coherente ente con el ideario fundamental del NSDAP, protección radical y masiva alguna. Sagaces y sabedores del terreno que pisaban contra las ideas particulares filosóficas, pseudocientificas y políticas de un gran jerarca del Estado Nacionalsocialista, la Iglesia y los propios catedráticos interesados, de la Universidad de Bonn, procuraron permanecer en el anonimato, si bien, por la especialización rigurosa de los textos críticos, y la fácilmente averiguable correspondencia de los mismos con los contadísimos y notorios especialistas que eran profesores de dicha Universidad, éstos hubiesen sido, mejor dicho, hubieron de ser identificados, por la Gestapo, sin gran esfuerzo, y penarlos no hubiese sido físicamente difícil. Así pues, el Gobierno, ni la policía, ni la judicatura, nadie con poder, quiso poner de manifiesto la identidad de los autores, en contraste con lo que aconteció contra los implicados en la trama del atentado contra Hitler. Estoy convencido que las Autoridades civiles conocían a dichos profesores, o, al menos (y no me inclino hacia esre «al menos») sospechaban vehementemente de las personas que fueron los verdaderos autores. No estar de acuerdo con esta mi convicción es tomar por tontos a los que ni lo eran, ni carecían de poderío, de sobra, para ello. El Gobierno no quiso que se detuviera, ni represaliase a los valientes sabios escritores del profesorado universitario de Bonn, ni sólo para no chocar muy violentamente contra todo el Episcopado Alemán y contra un grupo de científicos serio, sino también porque todos los Profesores, como he dicho, eran oficialmente Nacionalsocialistas y amigos de Nacionalsocialistas tan de relieve como habían de serlo las lógicas pertinentes amistades de excelentes académicos alemanes.
Después de aquella primera publicación, oficial de la Diócesis de Münster, las sucesivas, más completas y más abundantes de ejemplares fueron las expresamente oficiales de la Archidiócesis de Colonia, por cuanto, también de las distintas publicaciones de sendas ediciones (la primera, y las siguientes con contenidos ora continuativos, ora ampliados), en los mismos años 1934 y 1935, fue el Obispo Residencial de la Archidiócesis de Colonia, el a la sazón Arzobispo de Colonia, Cardenal Schulte, el canónica y civilmente responsable, permitiendo firmemente que siguiera constando, en dichos libelos, que se publicara que la edición la había hecho el «Vicariato Arzobispal» («Herausgegeben von dem Erzbischöflichen Generalvikariat«) (sic), sin poner a qué Vicariato General Arzobispal se refería, y haciendo constar, en la portada, en rústica, que se trataba de un «Expositor Eclesiástico para la Archidiócesis de Colonia» y un «anexo oficial» [intrínseco] del mísmo. Aunque no se especificase de qué Archidiócesis era el Vicariato General arzobispal autor de la edición múltiple, se ha de suponer, ¡Todos los suponemos, los de a la sazón, y los de ahora!, que fue el de la Archidiócesis de Colonia, porque la imprenta Bachem, que imprimió los sucesivos textos que compusieron los «Estudios», se hallaba en la «Hohe StraBe» de la ciudad de Colonia, e imprimía los escritos oficiales de ese Arzobispado. Cuando los Obispos Residenciales de sus respectivas Diócesis (no Archidiócesis) ponían en la portada, en rústica, «Hoja Eclesiástica para la Diócesis de …» (por ejemplo Münster), o bien «Hoja oficial del Obispado …»(por ejemplo Berlín) [«Amtsblatt des bischöflichen Ordinariats Berlin»], a pié de la segunda página aparecía que la publicación era editada por la instancia arzobispal [coloniense] aludida y en la forma que literalmente he citado en alemán. Así que entiendo que fue el Cardenal Arzobispo de Colonia, Su Emcia. Reverendísima el Cardenal Karl Joseph Schulte, de felicísima memoria, y qepd, como Obispo Residencial de la diócesis Archidiócesis coloniense quien se puso rotunda, oficial, pública y expresamente al frente de la edición en todas sus publicaciones, como único (con su Vicario General, «Alter ego» canónico de su Arzobispo) editor, y, por tánto, único responsable oficial supremo, a todos los efectos, de las ediciones modificadas consecutivas, todas publicadas en la mencionada forma. (Cf. Lucia Schertzberg, Artículo «Katholizismus und völkische Religion», págs. 300 304, en el libro, de AAVV
Göttingen, 2. Auflage, 2012. hwttps://books..com/books/about/Die_v%C3%B6lkisch_religi%C3%B6se_Bewegung_im_Nat.html?hl=de&id=KZGFcJtD3W8C)
El Cardenal Schulte, fallecido de un ataque cardíaco durante el genocida, demoledor de monumentos espléndidos y crudelísimo bombardeo Aliado judeoangloyanki, con bombas de máximos suplicios y aniquilamiento, al fósforo, del 11 de marzo de 1941, contra la población civil y ciudad de Colonia. Príncipe prudentísimo y de aguda inteligencia, parece haber sido de carácter reservado, discreto, preferiblemente silencioso, y más bien retraido, lo que, por ignorancia inducida por los prejuicios que la propaganda judeomasónica ha logrado introducir en la literatura de los historiadores alemanes (al menos la mayoría de ellos), lo hace aparecer como polo opuesto al Beato y a la actitud extrovertida de éste, con sus «galénicos» solemnes reproches al Gobierno Nacionalsocialista dorigidos contra algunas actuaciones contrarias a la Doctrina e Historia favorable, ambas de la Iglesia, y al Concordato. No es así, en cuanto el Cardenal y Arzobispo, Obispo Residencial de colonia, Monseñor Schulte, tras ser el primero en haber escrito y publicado una Carta Pastoral propia el 1 de marzo de 1934, semejante a la posterior del Obispo de Münster de 26 del mismo mes, ambas reprobando el neopaganisno anticristiano y la concepción de la Sangre como ídolo (calificativo enjuiciador magisterial y teológíco católico de la Santa Sede, ya en Febrero de aquel año 1934), quien, de los obispos germanos, primero predicó en documento público canónico magisterial de alto rango diocesano (Carta pastoral) sobre los postulados de Rosenberg, y fue el Obispo con jurisdicción, puéstose enseguida de haber retirado puntualmente el permiso de publicación, a la cabeza de toda la edición y su progresivo perfeccionamiento e impresiones en la imprenta coloniense Bachem, al igual que presidió de hecho moralmente el fenómeno de las publicaciones. salvo en el primer acto de publicación como escrito oficial diocesano (Diócesis de Münster) y a pesar de la retirada coyuntural, y deliberadamente sin efecto, gracias al susodicho paso valiente del Beato. La aludida retirada del permiso necesariamente se entendía revocada, al publicar el propio Ordinario de la diócesis archidiócesis de Colonia, el texto, en consecutivas ocasiones o hasta publicarlo también mejorado, ampliado y completado. La crítica, y multidisciplinar, científica, y, en términos absolutos, la de más solemne (:jurídicamente pública canónica diocesana archidiocesana a mano de un Cardenal), la más profunda, extensa, duradera, perpetua, grave, valiente o temeraria y arriesgada, en público que se hizo a la doctrina de un gran jerarca político con mando, de la vanguardia nacionalsocialista y parte esencial y preeminente de la poderosa, marcial y expeditiva cúpula hitleriana, así como a gran parte esencial de su obra intelectual política, la encabezó y desarrolló, en responsabilidad canónica, civil y de prestancia moral, del modo aquí descrito, Su Eminencia Reverendísima Monseñor Schulter, contra una doctrina errada, de metodología errada y deficiente, acientífica, anticristiana y antieclesiástica, o sea, falsa, deficientemente generada en el método (pseudocientífico, ensayístico), y anticatólica, en este caso no contra la apreciación y conclusiones rosenbergianas (opinables y asumibles por católicos como yo) de la Raza Arionórdica como LA raza única protagonista, por co-motivos materiales biológicos raciales, única genial en extremo e inspensable para la eficacia del genio único o fundante de todas las Civilizaciones humanas, sino contra la idolización de la Sangre Arionórdica, la negación de toda posibilidad de sobrenaturalidad de la Iglesia, su Fe y sus Sacramentos, y por la identificación de la catolicidad como elemento de base puramente humana judía, y de esencial pastoral fundamental projudía, parcialmente pro cultura humana religiosa judía, y como iglesia católica adoradora de un dios único obscuro, antitético a la luminosa divinidad de culto atribuido a los arionórdicos ancestrales, lo que implicaba una función espiritual y anímicamente judía y esencialmente opuesta a la Civilización, religiosidad y espiritualidad típicamente nórdicas, siendo así que la consecuencia lógica y política de tan falso y atroz postulado «judío» rosenbergiano tenía que ser, por la mísma ley indefectible natural política, social y personal de la lógica, combatir, el Ario honorable, a la Iglesia, para erradicarla del pueblo alemán y nórdico, al igual que a los judíos o retenidos (sin base científica) racialmente (en sentido mendeliano) tales, y resultando que, al argumentar Rosenberg teológica y exegéticamente contra la Iglesia, la puesta de su libro principal, en el pontificio «Indice expurgatorio de libros prohibidos» tenía un «a fortiori» a su favor, en comparación con otros heterodoxos que no escribían directamente contra la Iglesia, ni entraban en exégesis bíblicas de interpretación gravísimamente errada del Cristianismo.
Nada moderno ¿Verdad? Parece que fuera OTRA Iglesia, pero no, era: LA Iglesia, también allende ese nombre, lo que no pueden decir con verdad los modernistas e infectos por el pseudohumanismo de la Revolución, que son muchos de los que ahora ni son ni se visten así, pero ocupan tan venerandos cargos eclesiásticos. Son estos miserables hipócritas los antisyllabus, los protestantizados, los pseudocatólicos que tiranizan y atormentan a los católicos, y tergiversan la historia, poniéndose estos subcerdos cual continuadores homogéneos de aquella Iglesia, como si aquélla fuera la que continúa en la pseudoiglesia de la triunfante Revolución en el «democratista» Vaticano. Si el Reich hubiera ganado la guerra mundana, los antisyllabus habrían sido exterminador, y yo estaría junto al garrote vil, paea ofrecer la extremaunción al reo relapso que la quisiera. La pseudoiglesia moderna no existiría, no podría existir, porque habríamos ejecutado la pena capital a todos sus promotores, entre ellos Bugnini, Billot, Montini. Solicitaría os la merced extraordinaria de que los verdugos para clérigos fuesen clérigos hostiarios, que «cerrase las puertas».
[Nota intercalada
Permítaseme poner de cierta relevancia un detalle. La denominación de «Kirchlicher Anzeiger» (= «Manifestador Eclesiástico») no ha vuelto a ser usada para ninguna otra publicación de instancia alguna de la iglesia alemana (salvo en la Archidiócesis de Hildesheim, y todavía no sé si en más; me consta por ahora sólo su existencia para los años de 1951 a 1965), en cambio «Amtsblatt» (=»Hoja oficial») se usaba y se usa para nombrar lo que en españa llamanos «boletín oficial». Esta denominación otorga al contenido del escrito publicado bajo ella la máxima oficialidad. No la adoptó el Cardenal Arzobispo de Colonia, como algunos otros, pero sí el de Berlín, Capital del Reich, y el Obispo de Münster.]
Es sabido que el propio Hitler manifestó, en distintas ocasiones, que lo expuesto en «El Mito…» era opinión privada del autor, no doctrina oficial del NSDAP.
Las demás quejas de la Iglesia, y del Papa, se circunscribían a actividades inmorales y a infracciones civiles del Concordato, las cuáles iban contra el Estado, la Iglesia y derechos naturales de los así injustamente perjudicados. Los procederes censurados eran errados, injustos, perjudiciales para el Régimen, para el Reich y para la Iglesia, o sea, para personas cuyos legítimos derechos fueron vulnerados por actos concretos. Ni Hitler, ni la Iglesia, impugnaron ni el Concordato, ni las leyes estatales nacionalsocialistas, ni mucho menos la doctrina oficial y Régimen político del Partido y del Estado alemán y del Reich, ni criticaron la participación de Alemania en la Guerra, ni la guerra misma contra los demoliberales y los marxistaleninistas (judeobolcheviques). El Beato Obispo Marqués von Galen (luego Cardenal además), así como su familiar el Obispo Marqués von Freysing (también hecho Cardenal, tras la Gran Guerra), y otros, han de ser considerados ni más ni menos que como «críticos constructivos» del Estado Nacionalsocialista, en modo alguno como opositores al NSDAP, al Régimen, ni a sus principales empresas civiles y militares históricas, considerando al Estado y Pueblo alemanes como grandes benefactores de la Humanidad, también y especialmente en su Cruzada bélica contra el Bolchevismo. Más todavía, repito que la legitimidad que todos los Obispos germanos reconocían al Régimen Nacionalsocialista, se la negaban a los regímenes políticos liberales, y a los comunistas, o sea, a los a sí mísmos denominados «democráticos».
Zwei Völker, ein Krieg! Juden raus! .
https://player.vimeo.com/video/143104226«>http://
Este vídeo me ha sido escamoteado probablemente por influencia de la ADL dependiente de la Logia judía sionista anticristiana, bajo su plan liberticida projudío y antinacionalsocialista, pero sobre todo anticatólico contra el verdadero Catolicismo Contrarreformista. Nosotros les gritamos: <<DER SIEG WIRD UNSER SEIN!>>.
Claro está que el Pensamiento y Pastoración episcopal católicos genuinos de la iglesia auténtica que es Aquélla, no «le entra en la cabeza» a los «aggiornamentisti» protestantizados y discipulos de la mente pseudohumanística chusmista de la Revolución.
En cuanto al Cardenal arzobispo de Munich, Faulhaber, pensador y predicador libre, el personaje episcopal más respetado, reverenciado y temido del Reoch, por todos, las interpretaciones no pueden ser más dispares: Los unos lo ponen de ecuánime, crítico en justa y audaz medida, y leal al régimen y al Reich, si bien primero a la Igkesia, «A Dios lo de Dios, al César lo del César»: los otros, entre ellos el judío mentiroso, benedictino, Anselm Reichhold, lo pone de principal bastión eclesiástico contra el Nacionalsocialismo y su régimen. Es un falsario sectario y acientífico, cf. http://www.gavagai.de/Buch/zwk/HHBZW02.htm
El Cardenal Arzpbispo de München Su Eminencia Reverendísima Mpns. Dr. Michael Faulhaber, Tradicionalista Católico Tridentinista, Nacionalsocialista o hitleriano, antidemocratista y antimarxista, antibolchevique, antirrosenberg, principal coautor material del texto de la Encíclica «Mit brennender Sorge» . Nada de falsa «Iglesia católica» demoliberal, de de los rooseveltianos dogmáticos denominados «Derechos Humanos», ni ecume ismo en vez de misionerismo de la verdadera Fe Cristiana, la Católica sin las veleidades de un klamado Concilio Vaticano II, que, al declararse estúpidamente disciolinar estricto y esclusivamente tal, es canónicamente abolivle, como todo lo disciplinar fuera de «El Derecho Constante» de la Igkesia. No puede ser juzgado con acierto por los herejes que conservan el huero título de católicos y ocupan, copan la actual fáctica jerarquía o jefaturas eclesiásticas, y son demoliberales o de la también condenada solemnemente por San Pío X «Democracia Cristiana», Por entonces su fundador presbítero Luiggi Sturzo estaba susoendido «a divinis», como su precedente francés Lammenais en su etapa final de vida. Ambos heterodoxos eran enenigos de la Igkesia y de los tridentinistas y no protestantizados como lo está casi todo el clero de la infortunada época en que tenenos la desdicha de vivir.
Carmelita Beato Titus Brandsma, hombre de profunda piedad cristiana, Rector Magnífico de la Universidad de Nijmerga. De él si puede decirse que fuéramos un enemigo acérrimo, insurrecto y opositor al Régimen y leyes de deportación de «judíos» católicos de Holanda. Ni que decir tiene que ante el grito de «¡Que viene el lobo» los judíos judaísta y los incrédulos «se convirtieron» repentinamente y en masa al Catolicismo, usando presumible y externamente a la Iglesia como escudo o parapeto de sus sectas anticristianas, si bien la mayor presunción ha de estar a favor del sospechoso y del reo. Pero se estaba en guerra de los judíos contra el Reich y contra la Civilización cristiana, y la reclusión preventiva de los sospechosos era militar y policialmente prudente, aunque con intervención prioritaria judicial, que en tiempo de guerra era obviada por motivos de urgencia en el desarrollo de la estrategia y tácticas de Seguridad interior y exterior. Conspiró abiertamente contra la libertad y potestad del Reich para publicar en periódicos holandeses escritos a favor de éste. Su condena del Nacionalsocialismo no hizo distinción entre nacionalsocialismo católico o de católicos, como el entonces Coronel de las SS León Degrelle, y los Nacionalsocialismos particulares contrarios a la Ética y a los Derechos fundamentales de la Iglesia católica. Hizo no obstante bién en difundir la Carta Pastoral de los Obispos Residenciales holandeses, expresando su desacuerdo con que los católicos a los que el Régimen, según criterios raciales anticientíficos, consideraba judíos. E hizo bien con oponerse a que los niños judíos fueran excluidos de las escuelas católicas. Sólo por eso merece la Beatificación. En todo caso se trata de delitos tipificados en la legislación penal naturalmente legítima del Reich, actos constatados por la Autoridad policial como «in flagranti delicto«, y con acusado libremente confeso, lo que en circunstancias de emergencia bélica de subsistencia del Estado y sus súbditos, puede dar lugar a juicios sumarísimos, Consejos de Guerra del mismo tipo (para militares con labor de guerrilla, espionaje, o sabotaje), y a la asunción policial de la función judicial extraordinaria urgente. Los delitos «in flagranti» en el frente de guerra se penan incontinenti. La Gestapo intentó cortésmente (¡Cortés, respeuosa, gentilmente ¡Ni más ni menos que la rigurosa e inflexible Gestapo!) en vano persuadirle de lo erróneo de actitud en cuanto a que respetase la jurisdicción del Reich para publicar a favor de su Régimen político y política de guerra, en la prensa holandesa. A pesar de.la parte equivocada de su labor, su posición contra la eutanasia y .contra la deportación de católicos marranos ciertamente no judíos, o de no reciente (y dudosa) conversión justifica lo principal de su evangelización y debería haber hallado clemencia en cuanto a la punición de sus delitos. Por otra parte es un error muy dañino aplicar tormentos espiatorios y la pena capital a hombres eminentes en Humanidades, o Ciencias Empíricas, así como a profesionales de altos y muy útiles oficios, como médicos, ingenieros, etc.. En tal sentido el campo de internamiento y trabajos forzosos, pero adecuados a la especialidad del convicto era lo política, social y humanitariamente adecuado; sinembargo lastimosamente los funcionarios represivos no estuvieron a la altura, máxime si entre ellos se hallaban protestantes, o incrédulos, a menudo anticlericales.
OBSESIONES CONTRAPUESTAS EN ALEMANES QUE SE DEDICAN AL ESTUDIO DE LA ACTITUD DEL BEATO FRENTE AL NACIONALSOCILISMO Y SU ACTUACION ESTATAL Y ACTOS DE ABUSO DE PODER DURANTE EL CORRESPONDIENTE PERIODO:
1) LA OBSESION POR PRESENTAR AL BEATO COMO ADVERSARIO DE HITLER Y DEL REGIMEN NACIONALSOCIALISTA;
2) LA OBSESION POR PRESENTARLO COMO COLABORADOR EXTERNO DEL REGIMEN (Por supuesto que la Iglesia alemana, sus Obispos y abades y Priores, la inmensa mayoría del clero, y de los seglares colaboraron con el Estado, su Régimen político y su actividad en la sociedad, casi toda en parte católica, en parte luterana llamada «Evangélica», y casi todos formaban un pueblo unido en la tierra por la Patria, la Civilización y contra la Revolución del Mal. Aquella era una Iglesia Tridentina, contrarreformista, la alemana, la Romana y la mundial, y todo juicio moderno antitridentino y democratista de inspiración doctrinal y espiritual judeomasónica es pura podre).
LOS MAYORES ENEMIGOS DE TODOS Y CADA UNO DE LOS MIEMBROS DEL EPISCOPADO, PRESBITERADO, DIACONADO, CLERECIA, ASPIRANTES AL CLERO Y LAICADO CATOLICOS ALEMANES DEL III REICH Y DE LA ALEMANIA INVADIDA Y OCUPADA POR LOS ALIADOS DEL DIABLO: No fueron sólo éstos, coetáneos de sus víctimas, sino también los posteriores y los hodiernos, camaradas religiosopolíticos de aquel «El Enemigo» y que son miembros de las generaciones actuales de «El Enemigo». A éste pertenecen los alemanes alineados con los miembros extrangeros de «El Enemigo» de Alemania y de toda Germania. Son «los enemigos internos» de la patria germánica, especialmente «los enemigos internos de la Iglesia» (expresión técnica magisterial solemne de San Pío X). A este enemigo actual de aquellos Obispos e Iglesia genuina toda, pertenecen la inmensa mayoría de los historiadores e investigadores alemanes que versan sus trabajos sobre el III Reich y la Iglesia Católica del Reich. Estos hipócritas [salvo algunos que censuran a los antiguos Obispos Católicos abiertamente como malos, en cuanto «conservadores» («Konservativen», en lenguaje «democratista»), o sea, tridentinistas] elogian a aquellos Obispos y demás católicos germanos, y fundan el elogio en apreciar cualesquiera actos episcopales, prebiterales, clericales, o seglares, contra el Nacionalsocialismo (en realidad Nacionalsocialismos concretados por algunos respectivos intérpretes y adeptos, algunos como el oriundo judío Rosenberg, de al menos dudosa ortodoxia nacionalsocialista, pues él era ateo y materialista antikristiano); ocultan, sinembargo, que condenan y desprecian el «Conservadurisno», es decir, el Tradicionalismo y tridentinismo, de aquellos católicos; odian su latín, sus ceremoniales y rituales, sus vestidos clericales bellísimos, su clasicismo cultural, su disciplina o antiguo Derecho Canónico, su misionerismo esencial y necesariamente opuesto al ecumenismo y «Communiatio in Sacris» condenada por San Pablo y practicada oficial, propagandística y reiterada o habitualmente por Woytila con título de papa. Estos elogiadores de aquéllos, son, en mucha mayor medida y mucho más grave y profundamente, aborrecedores de la Fe integra, teórica y practicada, catolicidad genuina y Tradicionalisno cstólico teórico y práctico de aquellos católicos, sobre todo de los Obispos cabales todos, que vivieron a la sazón. Los vaticanosegundistas de deriva modernista o amodernada y demoliberal, antisyllabus y angi-LeSillon, palmeros antinacionalsocialistas son parte integrante de «El Enemigo», son esencial y radicalmente LOS PRINCIPALES, MAS PROFUNDOS, Y MÁS ACERRIMOS ENEMIGOS de AQUELLOS verdaderos católicos. Si estos malignos, falsos católicos, infiltrados en el aparato externo de la Iglesia, tuvieran bajo su imperio a las personas de aquellos cstólicos que hipócritame encomian, los hostigarían, reprehenderían, aislarían, impedirían su acceso al Clero o integración en éste, les negarían pues, toda candidatura al Sacerdocio Católico y, «a fortiori», toda promoción en la Iglesia «[ Cf. en prueba de lo dicho: https://pablorojasobispocatolico.wordpress.com/2020/02/01/el-perfido-anticatolico-y-sectario-plebeyo-obispo-felix-genn-de-munster-sucesor-del-beato-excelentisimo-senor-hochwurdigste-herr-clemens-august-graff-von-galen-version-del-6-de-febrero-de-2020/ ] , cualquier jefatura o cargo de jerarquía, poder o influencia, todo título y dignidad eclesiásticos, se opondrían a su pastoral, y, lo que es lo peor: A SU AUTENTICA PROFESIÓN INTERNA-EXTERNA DE FE O CATOLICIDAD. Ningúna de aquellas personas habría sido clérigo, ni obispo, ni cardenal. Estos anticristos les habrían negado ser candidatos a las Sagradas Órdenes, y cualquier estado Clerical, de seculares, frailes, monjes y, en caso de mujeres : monjas. Y esto está demostrado por los hechos desde Montini-Bugnini-Billot, y hoy día más que nunca, cuando, por cualquier livianísimo motivo disciplinar, los bandidos obispos diocesanos imponen a los católicos o Tradicionalistas la pena máxima de dimisión del estado Clerical. Ejemplo culminante : Chema, el opusdeista José Maria Yanguas Sanz, que ha decretado esa pena a un Sacerdote simplemente por usar su derecho a no con celebrar, a pesar de la ilícita e inválida órden en contrario, de ese siervo del Diablo. El dimitido era un Presbítero católico incardinado en Cuenca, de gran probidad y honra, de más de 82 años de edad, el Muy Reverendo Padre Silvestre, al que ese monstruo de iniquidad le robaba el sueldo durante muy largo tiempo, simplemente por celebrar en latín en el llamado «rito extraordinario», legítimo según la denominada Santa Sede Actual. Precisamente el sucesor del Obispo Residencial de Münster, actualmente Obispo Diocesano de esa Diócesis lo dice en público, con claridad, sin esitación, y con plena desvergüenza : Se niega a ordenar a Tradicionalistas católicos, es decir, sencillamente a católicos genuinos : Cf. https://pablorojasobispocatolico.wordpress.com/2020/02/01/898/
. Y como ese lobo con piel de oveja, digamos que TODOS LOS OBISPOS DE LA MODERNA PSEUDOIGLESIA PSEUDOCATOLICA, BAJO REFERENCIA AUTOPROTECTIVA AL DENOMINADO PAPA FRANCISCO Y SU VOLUNTAD (afirmada y citada por ellos) DE QUE ASÍ SE HAGA. SON EL ENEMIGO A BATIR Y EXTERMINAR PENALMENTE, APENAS PODAMOS, DESDE EL ESTADO QUE CONQUISTEMOS DE NUEVO. O ELLOS, y nuestra ruina, la de la Iglesia de Cristo, O NOSOTROS, que defendemos, sin hipocresía, DOBLEZ ni engaño, a los Obispos todos del III Reich, y los defendemos no porque uno u otro, o todos si así hubiese sido, se opusueran a lo que se llama errónea y unívocamente el Nacionalsocialismo, sino porque eran auténticos católicos consecuentes con la Fe cristiana integra.
Pío XII, en la inmediata posguerra nombró Cardenales a Von Galen y Von Freysing, no por su catolicidad y «conservadurismo», sino por sus críticas a nacionalsocialistas destacados, para hacer, a aquellos Obispos, símbolos de antinacionalsocialismo, símbolos de una oposición propagandísticamente inflada por los Aliados a que de hecho pertenecía mental y prácticamente Pacelli ya en el solio pontificio y conspirando política, activa y secretame te contra el Eje, secreto que abandonó inmediatamente después de la derrota del Eje, celebrándola en un discurso radiofónico, y en connivencia espiritual, cada vez que se le brindaba la ocasión, con aquel amigo y camarada suyo, el judío y judeomasón grado 33 Shalomo Truman. A diferencia del Beato Von Galen, no tuvo ni una palabra contra el externinio sistemático premeditado y alevoso del plan judío Morgenthau contra honestos e indefensos germanos. No tuvo una palabra contra los soviéticos estalinistas internamientos posbélicos en gulags y las masacres aliadas de victimas alemanas, casi todas jóvenes, militares o de leva, prisioneros de guerra ¡En la posguerra!, vencidos. No tuvo una palabra contra la antijuridicidad contraria al Derecho Natural y de Gentes, de las farsas judiciales varias, como el proceso de Nüremberg, y ni siquiera a favor de los reos militares, algunos generales, acusados de planificar militarmente la guerra. Sí la tuvo, bajo el pseudónimo de Juán de la Cosa, el católico, entonces de la F.E.T., Almirante Carrero Blanco, q.e.p.d., víctima de «El Enemigo» a que se incorporó Pacelli a título de Papa. A mí no me engañais, hipócritas, anticatólicos, antitradicionalistas, demoliberales y democratistas de toda suerte, repugnantes enemigos activos y dañinos.
PRESUPUESTOS FALACES, CRITERIO ENGAÑADOR Y PLANTEAMIENTO SECTARIO DE INVESTIGADORES ALEMANES DEMOCRATISTAS E INFECTOS POR LA PROPAGANDA-JUDIA-PARA GOIM, QUE ADEMÁS COMPLICAN INAUDITAMENTE EL ESTUDIO, PARA ENREDAR, OBSCURECER Y CONFUNDIR AL PÚBLICO:
Estas son imágenes de las portadas de sendos libros de lectura muy recomendable. El de Grim, sinembargo, adolece de falta de claridad, estilo algo obtuso y complicador; no obstante ofrece una gama muy amplia de útiles reflexiones y afina los criterios.
La distinción múltiple fundamental sobre la que, por estructura real e imperativo de la realidad objetiva, debe basarse gnoseológicamente todo conocimiento y posible crítica respecto de la actitud intelectual, predicación y pastoral del Beato es la siguiente:
I.-NACIONALSOCIALISMO REAL :
I) Doctrinas Nacionalsocialistas:
1: Estatal; A) Legislativa; B) Ejecutiva (a: Civil; b: militar; C) Judicial.
2: Proestatal:
A: Doctrina nacionalsocialista oficial del Partido. Se compone de contenidos de respectivos varios grados de oficialidad. El mayor es el de los Puntos Programáticos ( https://ricardodepereablog.wordpress.com/2019/01/30/4199/) Le siguen libros y manifestaciones escritas publicadas por Órganos del Partido, de Hitler, y libros que el Partido reconoce como fuentes doctrinales propias, como algunos libros de Gottfried Feder.y
B: Doctrinas privadas nacionalsocialistas: aunque reproduzcan doctrina esencial del Nacionalsocialismo-denominador-común, contienen especialmente opiniones privadas e interpretaciones del Nacionalsocialismo expresadas por individuos particulares. Se subdistinguen: a: Las publicadas por Órganos oficiales nacionalsocialistas, asimilándonse a ellas las de publicación privada, pero resultando, éstas, sancionadas favorablemente por Hitler en acto oficial; y b: Las de publicación privada no autorizada (tampoco repudiada) por Hitler.
2) Actos nacionalsocialistas no doctrinales pero coherentes con los principios del NSDAP:
1: Públicos o estatales;
2: Del Partido;
3: Privados: A) Dentro de actos estatales; B) Dentro de actos oficiales del Partido; C) Fuera de actos oficiales.
PREJUICIOS ABERRANTES DE LOS COMUNES INVESTIGADORES ALEMANES EN ESTE ASUNTO:
[En laboración :]
EL PRINCIPAL PREJUICIO DE LOS INVESTIGADORES ALEMANES «DEMOCRATISTAS» CONSISTE EN LA POLARIZACION Y CONTRAPOSICIÓN ENTRE CATOLICISMO E IGLESIA CATOLICA (ortodoxa y ortopráctica) Y ESTADO NACIONALSOCIALISTA, REGIMEN HITLERIANO Y NACIONALSOCIALISMO SIMPLE, PURO O DOCTRINAL ESENCIAL, OFICIAL O NO, EN LA REALIDAD DEL REGIMEN. A MENUDO NO SE HACE DISTINCIÓN ALGUNA ENTRE NACIONALSOCIALISMO PURO, REGIMEN, ESTADO, Y ALGUNOS FUNCIONARIOS PARTICULARES (con la consiguiente responsabilidad individual de sus respectivos actos). ESA POLARIZACION ES ARTIFICIAL, POLÍTOCOIDEOLÓGICA, APRIÓRICA, FALSA, CONTRARIA TAMBIEN A LA HISTORIA, Y CONDICIONA Y CORROMPE O DESVIRTÚA TODO TRABAJO DE INVESTIGACIÓN Y TODAS SUS CONCLUSIONES, SOBRE EL TEMA. ¡Casi todos los católicos alemanes y austríacos eran nacionalsocialistas y a mucha honra!. Que hubiera clérigos y laicos no nacionalsocialistas tampoco les quita nada de su Fe y ser católicos. No hubo, ni puede haber, contradicción, ni contraposición, ni tesis y antítesis entre ser católico y ser nacionalsocialista esencial y prácticamente coherente con ambos idearios católicamente pensados y procesados.
II.- NACIONALSOCIALISMO MERAMENTE APARENTE O IRREAL: FALSO NACIONALSOCIALISMO PRESENTADO MENDAZMENTE COMO AUTENTICO POR LA PROPAGANDA FILOSÓFICA Y POLITICA DE «EL ENEMIGO» :
[ https://ricardodepereablog.wordpress.com/2018/10/03/we-are-national-socialists-not-nazis/ ]
El convoluto de doctrinas esenciales del Nacionalsocialismo mutiladas, desgajadas de su sistema, combinadas con otras privadas de nacionalsocialistas, cada uno de una corriente particular; todo ello mezclado con datos históricos y otros falsos y radicalmente desvirtuantes de la verdad de los hechos y de su índole, sus razones y su finalidad, … todo ese enmarañado revuelto, inbentado cuidadosa y sectariamente (por «causa eficiens» de sujetos sectarios enemigos cargados de resentimiento, odio y rabia sedienta de venganza cruel y aniquiladora del cuerpo y honesta sustentación de sus victimas) estructurado en un sistema nuevo, artificial, propagandístico, efectista, construido con finalidad sectaria de presentar a un único nacionalsocialismo como el único existido y oficial, y a ése como una ideología y régimen absoluta y supremamente malvaldos, los más asesinos y exterminadores de la Humanidad de todos los tiempo, no ha correspondido unca a la verdad ( https://ricardodepereablog.wordpress.com/2018/10/17/wannsee-oder-wahnsinn-der-versuch-der-sionistischen-verfalscher-und-des-protokollenjudentums-feinden-des-deutschen-reiches-und-der-wahrheit-das-wunderschohne-gebaude-am-wannsee-als-lugenhaftes-mus/ ). Cuando lo peor en esa materia lo han inspirado judíos desde Marx, Lenin, Stalin y el enteramente judío Komintern, y lo han ejecutado ellos y sus dicípulos y émulos surgidos en todo el globo terráqueo, pteside como presupuesto todo trabajo crítico de los investigadores demolibetales, y de los marxistas, así como de los anarcóides y de los sionistas. A los asesinos en masa Stalin, Mao, Polpot, le siguen Eisenhauer y Truman, judío y masón grado máximo (33), con sus bombas atómicas [Ningun hombre de los goyim ha decidido nunca, a sabiendas de lo que hacía y arrojaba, tirar una bomba atómica sobre una población civil, ni cualesquiera personas. Un judío masón ha tirado 2, excogiendo a Yroshima y Nagadaki, ciudades populosas niponas, las conocidas como de la mayor concentración de ciudadanos católicos japoneses. Todavía empero le rinden homenaje la judería masónica y sus siervos yankis, con los subordinados de su imperio encubierto político internacional. https://ricardodeperea.wordpress.com/2015/09/09/harry-shalomo-truman-judiazo-masonazo-genocida-de-catolicos-y-gentiles-anticristo-y-antipapista-una-su-carta-al-papa/ ], y soslayan o pasan por alto (no lo hizo el Genetal Patton, amigo de los ex SS y aùn Nacionalsocialistas) la contemporización de Roosvelt, Eisenhauer y Trumann con Stalin, todos ellos, como antes los Rockefeller, coartífices de la Unión Soviética staliniana y su imperio marxista leninista de terror. Ya en la Roma imperial se dedicaban los judíos, a través de las magistraturas del Imperio, que tenían copadas, a condenar a tormentos, esclavitud de trabajos árduos forzados, y pena de muerte (como a San Pablo) a los cristianos, tras haber extorsionado e inducido al Gobernador Pilatos, a que crucificase al inocente y mansísimo Salvador, y amnistiara al bandido Barrabás. Sobre esa mentira de «lo nazi», que prejuzga a los Nacionalsocialismos y Nacionalsocialistas históricos, y a los que tuvieron algún contacto con ellos (como los Obispos alemanes de la época), sobre ese presupuesto mendaz construye la judeomasoería (que no es una palabra de delirio de Franco, sino una realidad potentada, de nombre B’rnai B’rith) y sus lacayos un aparato propaandístico mundial carísimo, uno de cuyos efectos es que las patrañas del infundio sirvan de base a las tesis y conclusiones de los investigadores historiadores democratistas (liberales y marxistas), acérrimos adeptos a una judería que se presenta toda inocente y pura víctima injusta de una persecución feroz y de plan exterminador sistemático eficaz descomunalmente masivo. Sobre una historia parcial, con un combinado sectario de doctrinas, opiniones, actos oficiales y actos privados de nacionalsocialistas, es decir, sobre una historia falsa, «recreada» en laboratorios ideológicos judeoyankis malvados y de sus epígonos neoalemanes apátridas del régimen de la judía BRD, no puede juzgarse verazmente los comportamientos mentales y actos hIstóricos frente al Nacionalsocialismo plural e histórico verdadero, llevados a cabo por contemporáneos a dicho fenómeno filosófico, político, social y militar. El Nacionalsocialismo simple, absoluto, odiador de las razas no Arias, planificador, organizador y ejecutor de un exterminio físico de dimensión gigantesca sin precedentes, masacre suprema genocida deliberada, programada, ordenada y ejecutada por el propio sistema y sus agentes, simplemente no ha existido. Es un fenómeno inventado, puramente teórico, con propósito propagandístico mendaz y «maniqueo» de presentar a un ideario y régimen como necesariamente causa ideal de genocidio, otros asesinatos y exterminios al estilo judío de arrasamiento genocida de pueblos estigmatizados por Yaveh, o a lo Gengis kahn; al mismo tiempo que se quiere presentar a los Aliados y a su director espiritual y económico (el llamado «El Judío Internacional») como «Los Buenos» contra «Los Malos», o sea, los buenos, inocentes, inofensivos, libertarios, pacíficos, protectores del pueblo, humanizadores y civilizadores, únicos garantes de la prosperidad y progreso los hombres y la Sociedad; se pretenden y dictan que se los reconozca los injustamente agredidos, las víctimas que se defendieron y defienden justamente, los liberadores de la tiranía, los humanitaristas y humanitarios tuteladores del respeto de los ‘Derechos Humanos» excogitados, interpretados y declarados por los judíos de su ONU, con Eleanor Roosevelt como Delegada de Judeoyankilandia y Presidenta del comité redactor de la DUDH, bajo inspiración revolucionaria y prodemoliberal, absolutista de la dictadura encubierta del sistema y régimen demoliberales; los Aliados, a que pertenecía Stalin, se presentan como LOS UNICOS demócratas perfectamente buenos – por ser democratistas, no por hacer obras de bien (que se las atribuyen todas o las mejores de todos los tiempos) – y se declaran militantes opuestos a toda política genocida de seres humanos nacidos, y a todo plan de exterminio de pueblos (nada más falso, dicho de los exterminadores genocidas Truman, Eisenhauer, Roosevelt, Stalin, el postrer aliado Mao y su mujer, la de «la revolución cultural», Pol Pot : los mayores y más crueles y despiadados exterminadores genocidas de la Historia de la Humanidad, desde el genocida y asesino en masa de britànicos Oliver Cronwell, y el marica de genitales ulcerosos, el exterminador Robespiérre, llamado «el casto» 🙂 , a los que hay que añadir los regímenes «democratistas» abortistas, propugnadores de exterminios sistemáticos de innumerables (millones) de niños en el vientre de sus respectivas madres, exterminio en progresión actual ( https://ricardodepereablog.wordpress.com/2019/08/06/el-aborto-deliberado-en-el-mundo-el-mayor-genocidio-de-todos-los-tiempos/ ). La derrota de los coaligados contra el Bolchevismo (Alemania, Italia, Japón, Checoslovakia, la Francia colaboracionista, los voluntarios de Noruega, Bélgica, Holanda, Servía, España, Palestina mahometana, etc) no fue simplemente la derrota del Eje, no fue la de Alemania, sin más, sino, como sostiene el antiyanki Sr. D. Joaquín Bochaca, una, la : «Derrota Mundial», y, paradójicamente, incluso la derrota funesta de Polonia e Inglaterra. Esta última, por imposición judeoyanki, el gran Reino Unido, como parte geográfica y cultural de Europa, perdió su inmenso imperio que hacía de Gran Bretaña una Potencia Mundial e imperial paragonable a la de la URRSS y antes a la de la Madre Rusia. Ambos imperios hacían de Europa algo muy superior a Judeoyankilandia. La católica Polonia quedó bajo la tiranía terrorífica de Stalin, y, sin libertad política alguna, como satélite de la Unión soviética, padeció el terror homicida e implacable del Comunismo soviético, hasta la caída del muro de Berlín. Y eso que Inglaterra y Francia declararon la guerra a Alemania, con el sólo pretexto de permanecer firmes aliados de Polonia, para mantenerle las garantías de la independencia política de ese país y su integridad territorial política, de modo que, ante una agresión bélica, los «garantizadores» habían de declarar la guerra al agresor a Polonia. ¿De verdad? ¿Declarar la guerra a todo agresor bélico contra Polonia? Entonces ¿Por qué no declararon simultáneamente la guerra a Stalin, quien, al mismo tiempo que Hitler, atacaba, invadía y ocupaba ni más ni menos que la mitad oriental de Polonia? ¿Por qué aliarse luego con Stalin y regalarle enteramente a Polonia entera, o sea, al Comunismo de la masacre programada deliberada de «Katyn», rigurosísimo, cruentísimo, asesino en masa contínuo y sistemático, campoconcentracionario perpetuo o gulagsiano de Stalin, Beria y compañía?. Porque los liberales, democratistas, revolucionarios institucionalizados, y los sin institucionalizar, han sido siempre unos embaucadores hipócritas, colegas de los marxistas que son rama de la Revolución. Todos ellos, todas sus ramas, han sido y son siempre defensores de sus sistemas revolucionarios y de la libertad y libertades sólo para ellos, con la criminalización nefanda, persecución y punición de sus víctimas adversarias. El Beato Cardenal Marqués von Galen fue, es y será eternamente un radical opositor crítico de esos regímenes Criminales, contrarios al Derecho Natural, al Derecho universal de los inocentes, a la vida, incluso en el vientre de sus progenitoras, y a las libertades fundamentales de todos los súbditos decentes. Si, COMO QUERIA EL BEATO OBISPO MARQUES DE GALEN CON TODA SU VOLUNTAD, TODA SU TERMINACION, TODO SU SENTIMIENTO PATRIOTICO, que abarcaba también la causa y caidos alemanes de la llamada 1ª Guerra Mundial y sus caidos por Dios y por la Patria, hubiera triunfado Alemania en la guerra sobre EL ENEMIGO, así calificado siempre por el Beato, por lo pronto la geopolítica sería radicalmente diferente, Hitler no habría permitido la existencia de paises soberanos, no subordinados al Reich, antieuropeos con control de entonces cruciales fuentes de energía como el petróleo. Nada de inmigración masiva de negros, marrones, mahometanos, etc, nada de nacionalizaciones de estos sujetos. El Occidente muere dice un Cardenal de una raza negra, que está contra esa política suicida de Europa y de todo Occidente. Ni la judeomasonería, ni el Islam nos oprimirían amenazando y minando muy gravemente nuestra existencia, y habría mucha más natalidad y pujanza de las estirpes blancas. Se preguntan los adictos a la propaganda Aliada, qué hubiera pasado con la Europa del III Reich y de las naciones con él coaligadas, si hubiera ganado la guerra Alemania.Y se contestan ellos mismos, porque al fascista «le tienen la boca amordazada» y so penas de presidio, multas y confiscaciones, si osa quitársela y responder. Por eso voy a contestar yo, un Sacerfote eterno de nuestro Dios y Señor Jrsucristo, mas yo como el espectro de «un cadáver» de alguien muerto en combate, en las postrimerías de la Gran Guerra, en 1945. Los pseudodemocratistas se responden que el mundo entero hubiese sido un infierno, con los pueblos esclavizados, los individuos privados de libertades fundamentales, y las cámaras de gas y crematorios funcionando a tope contra los onocentísimos y bondadosísimos judíos, como si la vida de los judíos importase a alguien más que a los judíos, al Papa, a Obispos y a alguna «rara avis» como yo. Preguntemos a los palestinos y a casi todos los musulmanes. Les importa la vida de los judíos, porque les preocupa que vivan, y piensan y sienten que les conviene que no haya judíos. Quien diga lo contrario creo que lo haría por temor a alguna amenaza real de represalia.
APÉNDICE : ¿Qué habría pasado si el Reich alemán y sus coaligados hubiesen ganado la guerra?
Nos hubiéramos liberado del «infierno» miserabilísimo, masivamente asesino, dolorosísimo paea infinidad de inocentes, azote fiabólico gigantesco contra los pueblos, u sangriento y liberticida coetcitivo, desvergonzadamente punitivo, tiránico sionista pervertido miserabilizante de los que no nos arrodillamos ante El Enemigo del Mundo, El Enemigo de todas las patrias menos la suya, corruptor de los pueblos, destructor de la Civilización, explotador de los trabajadores, esclavizador de los que se dejan engañar por el aparato judío, y exterminador, u opresor y agresor contra los que no se dejan tiranizar. No puedo decir todo lo que habría pasado, pero sí grandes cosas que hubieran acaecido y enormes infortunios que se hubiesen impedido. Infortunios: una sociedad tiranizada por el peor Sionismo, el imperio inglés desmantelado (un imperio europeo), los negruzcos antieuropeos y los refractarios a nuestra Cultura, procedentes de las antiguas colonias metidos en Inglaterra, infestado Londres y subvirtiendo la homogeneidad social inglesa; los beduinos convertidos en nuevos ricos del petróleo, aliados de los judeoyankis y del peor Sionismo, enemigos también de Palestinos, schiitas, alahuíes, y rusos; guerras de Vietnam, Corea, Iraq, y Siria; inmigraciones en Europa colosales de mahometanos turcos, argelinos, y de toda procedencia, incluidos terroristas perpetradores luego, de terribles atentados mortales contra europeos; ghetos musulmanes shariásicos, y tremendos disturbios en Francia, como en EEUU, mucho peor, con las hordas vandálicas y asesinos negros, de víctimas blancas e inocentes. Racismo negro y semita imperantes en el mundo; mahometanos antigentiles y anticristianos por toda Europa; provocación universal a los brotes de racismo con odio; absolutismo sectario y judicial, con nuevas herramientas de arbitrariedad y liberticida, con las figuras jurídicas conspirativas de «delito de odio», «crímenes contra la Humanidad» y «genocidio» ( que abarca mucho más que el genocidio, llegando a incluir cualquier manifestación oral que niegue la existencia de uno: el consabido ‘Shoá‘; la OTAN o NATO como maquinaria provocativa, de guerra, contra Rusia, para someterla al poder judeoyanki; hostigamiento sionista contra Irán, Korea y cuantos se resistan a someterse; globalización con explotación esclavista encubierta de países como India, Sri Lanca, etc., fabricantes explotados de botines, ropa y toda suerte de manufacturas para las las multinacionales sin escrúpulos; deslocalización al «tercer mundo» de decenas de miles de empresas europeas; importación masiva de personal y productos chinos hundidores del mercado interno de países europeos, y destructores del tejido empresarial autóctono; políticas fiscales destructivas de la clase media; hegemonía autónoma, no sometida al poder político, de los Bancos Centrales, gobernados por empleados de la banca judía: bancocracia; fomento de la anticultura corruptora contra el clasicismo, promoción del Rock and Roll, el Pseudoarte antiarmonioso o «Arte Degenerado«, antiformal y cacofónoco, apuritanamiento antidesnudo cohabitador con la denominada pornografía, especialmente la interracial con negros, etc.; dictadura de la ideología del mestizaje ilimitado; desprecio contra las razas arias y todo orgullo racial ario y permisividad y ensalzamiento de racismos gitanos, negros y marrones; «putrefacción» deliberada de la escenografía operística de clásicos como Wagner; aborto masivo contra la población no nacida europea; eutanasia indiferente a la protesta clerical (empezando por Holanda, todavía de mayoría germánica); fomento del fenómeno gay, transexual, etc., con hostigamiento, persecución, difamación y penalización de los opositores; abandono de las familias numerosas; desincentivación de la prolíficidad europea, suicidio progresivo demográfico; invasión xenófoba de Europa; enmarronaniento masivo prpgresivo de EEUU; modernismo a lo Schleyermacher; el «aggiornamento» pseudocatólico con Concilio Vaticano II interpretado por demoliberales, nuevo extenso episcopado (no todos los Obispos) subversivo, demoliberal, anticatólico encubierto, antitradicionalista, prosionista, inmigrantista promahometano, hiperecumenista, clero mayoritariamente protestantizado en gran medida y combativo, eliminación del latín como lengua docente o vehicular en Universidades Pontificias y Seminarios, guerra sucia y exclusión de los católicos (magistetialistas, y tradicionales o Antirrevolutionarios y antijudaismistas) de los cargos eclesiásticos importantes, hostiganmiento crininal habitual contra los tradicionalistas adeptos al Rito tridentino, o al reformado por San Pío X y hasta 1954, destrucción del sistema canónico beneficial, reducción del Presbiterado a una situación de servilismo frente a un inusitado absolutismo episcopaldiocesano, sin precedentes de tan sumo arbitrariarismo; … Queridos lectores, veo que no acabo de acabar, la lista parece infinita, ya seguiré escribiendo otro día.
Ricardo de Perea y González, Pbr°. 
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